París I ✏️ Diarios de Viajes de Francia

Paris bien se merece un diario, aunque la visita haya sido tan express.... sé que en el foro ya hay varios, con lo cual tampoco voy a desvelar nada que no se sepa ya, por lo que tan solo voy a relatar como fueron estos días en Paris y Orleáns.

El motivo del viaje fue un compromiso deportivo del club de baloncesto donde juega mi hijo menor en Checy (cerca de Orleáns), Torneo Internacional Alain Massip y con la excusa de estar 4 días en Checy por semana santa y a tan solo 1 hora y media de Paris… decidimos adelantar la ida 3 días y aprovechar para visitar Paris.

La fecha prevista para salir eran las 5 de la mañana del martes día 7 de abril. Pero por una caída de mi hijo mayor 18 horas antes, salimos a las 9,30h. y sin él, el pobre se quedo en Barcelona recuperándose de la lesión de rodilla por recomendación medica, lógicamente ocasionada jugando a baloncesto ya que el también juega al susodicho deporte y con la promesa de volver con él a Paris próximamente.

Por lo que os podéis imaginar el estrés del Lunes con las maletas a medio hacer y todos en urgencias sin saber que iba a pasar.

A las 7,15h. estábamos haciendo una resonancia magnética a mi hijo, y posteriormente lo dejamos en casa de los abuelos sin más contratiempos.

Salimos de Barcelona a las 9,30h. con previsión de lluvia para todos los días…..ayyyyyyy ¡!!!. No hubo ningún problema por el camino, exceptuando a la altura de Lodève donde la niebla y la lluvia nos acompaño un buen rato, después ya se aclaro el tiempo y llegamos a Paris con un sol espléndido a la 7h. de la tarde, justo para hacer el check-in en el hotel.

Hotel Ibis Tour Eiffel Cambronne **, hotel de la cadena accor, la entrada, cafetería y restaurante muy bien para ser un dos estrellas, las habitaciones tal cual salen en tripadvisor, sencillas, pequeñas y limpias con baño. Yo solicité anticipadamente que las habitaciones tuvieran vistas a la Torre Eiffel, y así fue, las mejores vistas son el las últimas plantas 7ª y 8ª, de donde podíamos disfrutar de la vista de la torre cada día y sobretodo de noche con su juego de luces. No se ve entera, solo del segundo piso hacia arriba. Tienen también parking propio de pago (18€) y wifi gratis en la habitaciones, lo cual agradecí un montón, pues cada noche me conectaba con mi hijo para que me diera el parte del dia......

Tienes cerca 3 líneas de metro. La más cercana es Cambronne, línea 6, es el metro aéreo. En esta parada venden la Paris Visite y no sé por que los taquilleros se negaron en rotundo a vendernos la Mobilis, solo tickects de 10 unidades o la propia Paris visite. Posteriores investigaciones de Funky revelaron que no tenemos que tener problema con poder adquirir la Mobilis, yo por mi parte tuve que comprarla en otra estación si mayor problema.

Una vez dejadas las maletas y hacer fotos de la torre desde la ventana de la habitación, siendo la hora que era, era imposible cumplir con toda la ruta establecida, así que nos fuimos andando (se agradecía después de 9 horas sentados) a la torre que esta a unos 800 m., llegamos por los campos de Marte haciendo las típicas fotos.

Una vez a pie de torre nos ponemos en una de las patas que vemos que hay menos cola, pero resulta que es la que hay para subir a pie y yo después de mi experiencia en Austria y la cueva de Hielo pues… ni hablar del peluquín…!!! Así que salimos de la cola a la vez que vemos que la cumbre esta cerrada en unos paneles luminosos. Así que decidimos dejarlo para otro día pues nuestra intención es subir hasta la cumbre y en ascensor.

Ya empezaba a anochecer así que nos acercamos hasta el río y lo cruzamos por un puente para ir a Trocadero. Dejamos de la ruta ir hasta los campos Eliseos y el Arco de Triunfo para otro día a ver si lo podemos recolocar.
Desde cerca de Trocadero ya se empieza a iluminar la Torre y empieza el juego de luces de cada hora en punto durante unos 5 minutos hasta la 1h. de la mañana. Así que fotos al canto.

Después de tener la boca abierta durante largo rato mirándola, nos recogemos hacia el hotel, pues el cansancio hace ya mella de un día tan largo más el anterior de prisas. Al lado del hotel hay un Pizza hut, donde pensaba que se podía comer en él, pero no, es simplemente servicio a domicilio, así que recogidas las pizzas nos fuimos al hotel a cenar.

Lo de levantarse tempranito a una hora concreta es una ilusión que en mi familia nunca se cumplirá, quería llegar antes de que abrieran el Louvre, pero que va, llegamos alrededor de las 9,30h. y no encontré la entrada que hay por el metro, pues me equivoqué de parada yo bajé en Louvre-Rivoli y era Palais Royal Musee du Louvre, por lo que entramos por el pasaje Richelieu desde la calle, sin apenas cola para los arcos de seguridad y ya estábamos dentro, debajo de la pirámide, fui a buscar un mapa del museo, y de cabeza al pabellón Denon segunda planta a ver la Gioconda.

La verdad que me fue muy bien tener un itinerario prefijado, aunque para ver lo que tenia apuntado nos pateamos casi todas las salas de los tres pabellones de la planta baja y primera planta.

Sin ser experta en arte, la verdad es que me gusta, con predilección el impresionismo (este no es el museo indicado, es el Orsay ya lo sé…) pero de aquí no quise perderme las “joyas” del Louvre que le han dado fama. Yo me quedo con el “capitel del Palacio de Darío I “ es im-pre-sio-nan-te …. asi como “los toros alados” y como no la galería de Miguel Ángel con Eros y Psique…. en cuanto a cuadros pues Las bodas de Caná de Veronese también impresionan.

Salíamos del Louvre a eso de la 1,30h. aunque nuestra intención era comer en el mismo Louvre peo había mucha cola, asi no fuimos hacia el Forum les Halles donde hay ambientillo de tiendas y restaurantes, fue imposible localizar el Flunch, no se donde se esconde…. y mira que dimos vueltas, al final terminamos con prisas comiendo en un socorrido McDonals.

Después de comer nos dirigimos a coger el metro y subir a la Opera. En la Opera entramos para comprar las entradas pero vimos que no se podía visitar la platea por motivos de ensayo, así que siguiendo las recomendaciones del foro no entramos y solo vimos la parte de la entrada.

De allí marchamos a las Galerías Lafallette, para ver la cúpula, la verdad es que es preciosa, las fotos no nos salieron todo lo bien que queriamos, despues de dar una vuelta por allí, subimos a la terraza para tomar fotos de Paris.

Desde allí ya encarrilamos calle abajo pasando por la plza. Vedome, Madeleine donde tomamos un respiro ya que nuestros pies empezaban a notar las horas de pie en el Louvre. Luego abajo hasta la plaza de la Concordia, donde no estaba la noria??? …..ooooohh..!!!! que se ha hecho de ella?? me quede con las ganas de verla. Allí cambiamos la ruta y decidimos ir a cenar al famoso Chartier.

La cola llegaba fuera, detrás de nosotros había unos españoles de Burgos que ya era la quinta vez que venían y que nunca faltaban a su cita en el Chartier. Por lo que nuestra expectación al máximo.

Tras esperar turno, un gentil portero se dedicaba a ir contando las personas que esperábamos por grupos, mesa de 3, mesa de 5 etc.. y organizaba a la gente para entrar. Como éramos tres nos colocaron en una mesa de 4 con un italiano por compañero que iba solo, así que recordando las mesas corridas que hacen en Italia, allí estábamos los 4 sentados. Menos mal que era italiano y con el español se entiende uno perfectamente que si no….

Le Bouillon (el caldo) Chartier es un comedor popular para los obreros de los talleres del Faubourg Montmartre, es el único en Paris que funciona como tal desde que abrió sus puertas en 1896, cocina tradicional, los precios ajustados, hacen que por unas horas te traslades a finales del siglo XIX.

La decoración del local es Art Nouveau, la sala conserva todo el encanto de sus inicios, columnas de hierro, paredes forradas de madera, grandes espejos con una iluminación con grandes globos con iluminación de color amarillento de la época, se pueden ver los cuberteros numerados de los clientes asiduos que tenían su propio cajón donde iban a buscar y guardar sus cubiertos. También llama la atención los percheros y guardamaletas. Los camareros te toman nota en el mismo mantel de papel y te calculan la cuenta también en él y tu piensas, si quiero la cuenta??... me llevo el mantel...????. Eso si, me lleve la carta de recuerdo en un despiste del camarero.

Sobre la comida pues hay que saber elegir y sobre todo saber francés, sino te puedes llevar más de una sorpresa que es lo que nos pasó. La comida correcta, no esperéis nada especial, aquí lo que vale la pena es el local y todo va entorno a un entrante y un plato principal con acompañamientos. Aunque como “pero” decir que el camarero que nos atendió sabia español y hasta el final no dijo ni mu..... ya le vale ...!!! demasiados años en Paris hacen perder la simpatía hispánica. Aquí como en todos los restaurantes para que no suba la cuenta es pedir el agua de grifo.

Resumiendo tuvimos una cena entretenida con nuestro acompañante italiano sorpresa y disfrutamos de un local típico parisino.

De vuelta hacia el hotel, pasamos por el puente de Alexander III, de noche es una preciosidad, además lloviznaba muy poquito y le daba un aire muy romántico, lo cual no pude plasmarlo con mi cámara bien, la pobre en este viaje ha hecho varios saltos al vacío….