Para ese último día en Sri Lanka nos metimos un buen madrugón, como no podía ser de otra forma

La idea era ir a Jungle Beach antes del check-out (que era a las 11Am). Esa playa está a unos 15 minutos andando del hotel, por unas subidas y bajadas que nos hicieron sudar de lo lindo. Llegamos pronto allí pero la verdad es que no tiene mucho: hay un chiringuito y la zona de arena es realmente pequeña (lo que no tiene por qué ser un inconveniente, al menos para mí). Además, y por razones que no vienen al caso, tuvimos que adelantar la vuelta al hotel así que no estuvimos mucho tiempo allí


Una vez completado el check-out, Champi nos llevó a Galle. Nos dejó cercal del Galle National Museum y quedamos en que le llamaríamos una vez que hubiéramos terminado la visita y comido algo. Dimos una buena vuelta por toda la ciudad fortificada (Patrimonio de la humanidad por la Unesco). La verdad es que está bien bonita

Después de eso, visitamos la zona de la mezquita y llegamos al faro. Estuvimos por allí dando vueltas bastante rato.


Después de enviar unas postales a España (110LKR), comprar unos imanes de recuerdo (650LKR) y comer (2200LKR) llamamos a Champi para que nos viniera a buscar, dando por concluida la visita a Galle. Estaríamos cerca de 2 horas y media incluyendo la comida (eso sí, no visitamos el museo ni otros edificios de ese tipo… Únicamente los vimos por fuera).
El plan era hacer una parada en la playa de Hikkaduwa para echar un vistazo, así que allí fuimos. Nos la encontramos llena de suciedad, así que no estuvimos ni cinco minutos allí. Tal vez fuera mala suerte al escoger la zona donde parar, pero el caso es que la impresión que nos causó esa playa fue malísima



Eran algo de las 3pm cuando emprendíamos el camino hacia Negombo. Se hizo eterno, la verdad. Pasar por Colombo fue un sufrimiento y eso que Champi conocía atajos, pero nada, siempre acabábamos en una calle totalmente atascada

Llegamos a Negombo casi a las 8pm, realmente cansados de tanto coche. Antes de llegar a nuestro alojamiento hicimos una parada en una joyería, donde pagamos a Champi lo que quedaba pendiente (200$) y él lo cambió a su vez a rupias. Tras eso, nos llevó a Marine Tourist GuestHouse, donde íbamos a pasar unas horas antes de tomar el vuelo a Maldivas. Necesitábamos transporte al aeropuerto para la madrugada siguiente y Champi se encargó de confirmar que en la guesthouse nos lo podían ofrecer. No se quedó mucho más ya que tenía que volver a Kandy y era muy tarde. Nos despedimos de él (por segunda vez en el viaje) con un cálido abrazo. La experiencia había sido positiva y de hecho aún seguimos en contacto por las redes sociales (le felicité por su cumple un par de días después y de vez en cuando me escribe

En la guesthouse nos atendió una chica joven súper simpática, que nos habló en español entre otros idiomas (tenía un cuaderno con palabras en un montón de lenguas, fue muy gracioso). Nos dijo que el propio dueño de la guesthouse nos podía llevar a las 4Am al aeropuerto por 1500LKR y cerramos el trato. La noche allí nos salió por 37eur, algo caro para el tiempo que estuvimos pero bueno. La habitación era grande y limpia (lo malo: unas escaleras bien empinadas para hacer deporte con las maletas). Cenamos en un sitio cercano (1700LKR) y nos fuimos a dormir pronto tras llamar a España para consumir algo del saldo que tenía la SIM que compramos el primer día (no habíamos utilizado nada del saldo internacional).

