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[size=24pt]DÍA 25 JULIO (Camping en Ritzingen - Glaciar Aletsch - Terme di Monte Valenza)[/size]
Por la mañana ha dejado de llover y nos permite recoger todo. Está nuboso, con zonas bastante cerradas. Nos dirigimos hacia Fiesch, en donde está la estación de teleférico que sube hacia el glaciar. Por el camino atravesamos el valle del Ródano con los típicos pueblos suizos, que contrasta con la zona más turística de ayer.
Al llegar a Fiesch, ha abierto bastante y hay mas claros que nubes, así que vamos a informarnos de precios y horarios. Antes nos acercamos a un supermercado a comprar algo para comer y alucinamos con los precios, eran los de España..... pero multiplicados por 3 !!!. Nos limitamos a comprar unas baguettes para hacernos unos bocadillos. En la estación del teleférico el parking solo se pagaba en francos suizos, pero cuando voy a cambiar me hacen un justificante para todo el día a mitad de precio que lo que marcaba el parquímetro y encima pude pagarlo con tarjeta. De momento nos hemos librado de cambiar. Sacamos los cuatro billetes de ida y vuelta (88€) hasta la estación superior donde está el mirador.
Llegando a la estación superior de repente nos vemos envueltos en una nube y no vemos nada,
- habremos tirado el dinero! , sin embargo unos metros mas arriba se vuelve a despejar. El día está crítico. Salimos de la cabina del teleférico en dirección al mirador
y........... ahí está el glaciar, delante nuestro, imponente, majestuoso.
Que lugar y que vistas tan fantásticas. Lástima que la cumbre se haya conseguido esta vez por medios mecánicos (no se saborea igual sin esfuerzo), pero eso puede arreglarse en parte, así que mi hijo y yo nos ponemos rumbo hacia la cumbre del Eggishorn, no sin cierta preocupación de la madre de mi hijo al ver que las nubes amenazaban cerrar la zona. Estabamos al límite de las nubes.
Afortunadamente pudimos hacer cumbre sin problemas y disfrutar del Aletsch desde el magnífico mirador del Eggishorn.
Vistas las condiciones meteorológicas del día anterior me parecía increible poder estar disfrutando allí de esa imagen fantástica. Aprovechamos para compartir la euforia llamando por teléfono a algún familiar. Después de volver con el resto de la familia, estuvimos durante un buen rato contemplando el glaciar, conscientes de que probablemente nunca volveríamos a verlo. Era imposible estar impasible en ese escenario.
El Grosser Aletschgletscher o gran glaciar Aletsch es el glaciar más grande de los Alpes con 23 km de longitud y más de 120 km². Ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Sus orígenes se sitúan en los 4.000 m de altura en la cara sur del macizo del Jungfrau, donde se generan separadas tres grandes lenguas, que confluyen algo más abajo en la denominada Plaza de la Concordia (Konkordiaplatz), una extensión de unos 6 km² que se considera propiamente el inicio del glaciar Aletsch. Estos tres pequeños glaciares son: el gran Aletschfirn, el Jungfraufirn y el Ewigschneefeld. También fluye hasta la Konkordiaplatz por el este la lengua Grüneggfirn.
Cuando bajamos de nuevo al parking nos esperaba tomar una decisión, ir a Zermatt para ver el Matterhorn o emprender la vuelta tranquilamente hacia España.
Durante estas vacaciones ha empezado a sonar el catalizador de la furgo, la cerámica se ha roto y no me apetece tener una avería en Suiza con los precios que gastan. El cansancio empieza a hacer mella y este viaje nos ha ofrecido ya buenas experiencias y recuerdos, por lo tanto decidimos regresar. El Materhorn tendrá que esperar para otra ocasión.
A la altura de Brig nos encontramos con una estación de tren-auto para cruzar hasta Italia (Iselle di Tasquera) por un tunel en vez de pasar el puerto. Nos acecamos a ver horarios pero vemos que todavía falta una hora y media para que salga...
... luego decidimos continuar por carretera, pero...... cuando empezamos a subir por la autopista el puerto..... la furgoneta se queda sin potencia ¿?, miro por el espejo retrovisor y parecía una locomotora de vapor echando humo negro. Paro, la dejo enfriar un poco, vuelvo a reanudar la marcha pero no hay forma. Tiene pinta de que se ha obturado el catalizador, pero tampoco es seguro, ya que cuando el motor alcanza ciertas revoluciones el turbo deja de funcionar (espero que sea una función de autoprotección). La app Torque de Android conectada al motor no me indica fallos, solo puedo comprobar la pérdida de potencia del turbo. Damos la vuelta hasta la estación de Brig como podemos y sacamos billete (22€) para atravesar la frontera y llegar a Italia subidos en el tren-auto.
Aparte de la preocupación del motor, el viaje en el tren no me resultó muy agradable, porque iba deprisa por el tunel, con las paredes que las podías tocar si hubiera sacado el brazo por la ventanilla, y con el vaivén que llevaban los vagones, estimo que no había mucha distancia entre vagón y tunel.
Una vez en la parte italiana continuamos viaje, de momento cuesta abajo, lo que ayudaba porque el motor en atmosférico no saca apenas humo si no se acelera mucho.
Llegamos a la altura de Lago Maggiore para encontrar un camping donde pasar la noche. El problema es que es sábado y los talleres están cerrados mañana domingo. Para más fastidio, los campings a los que entramos estaban completos. Es una zona muy bonita pero muy turística.
Decidimos seguir con nuestro rumbo y entrar en el primer camping que podamos, pero a medida que nos alejamos de Lago Maggiore vemos que los campings brillaban por su ausencia. Nos estamos metiendo en "Tierra de Campos" italiana.
Seguimos las indicaciones de un camping que nos da el Tomtom cerca de Valenza, tras varias vueltas llegamos a donde se supone que estaba el camping según el navegador pero allí no hay nada, ni tampoco nadie a quien preguntar. Finalmente una amable chica italiana se brinda a guiarnos con su coche hasta el camping, al que llegamos ya de noche.
El lugar se llama "Terme di Monte Valenza" y no era un camping propiamente dicho. Era como un centro de vacaciones con bungalows, pero que dejaban pernoctar a campistas. El sitio en principio era raro pero no tenía mala pinta, pero cuando nos van a enseñar los servicios la luz no funciona, nos dicen que por la mañana la arreglarán. Nos encontramos con un par de problemas más, había una fiesta con una orquesta con el volumen altísimo, que duró hasta bien adentrada la noche, y además la zona estaba plagada de mosquitos. La segunda mitad del día había enturbiado la estupenda primera parte.
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