Hoy nos despertamos con la esperanza de que no siguiese lloviendo y poder tener una visita de la ciudad un poco más provechosa y cómoda que la de ayer. Salimos para desayunar y nos encontramos que sigue lloviendo. Ana se encuentra tranquila, algo le dice que dejará de llover y despejará. Cuando llegamos a una cafetería para desayunar ya ha dejado de llover.

Terminamos de desayunar y decidimos volver a probar suerte, acercarnos al Bund y ver si estaba más despejado que ayer para poder sacar alguna foto más bonita que las de ayer. Efectivamente allí estaban todos los rascacielos, sin nubes.



Nos desquitamos con las fotos y como el tiempo seguía acompañando, cruzamos el rio Huangpu para visitar alguno de los miradores de alguno de los rascacielos. Esta parte nos trajo muchísimos recuerdos de nuestro viaje a New York el año pasado, viaje que hicimos con muy buenos amigos y que ninguno olvidaremos. :#l(
Salimos del metro y allí estaban ellos, esperando, ¡qué altura! no podíamos dejar de mirar hacia arriba.


Dudamos entre subir a la Perla de Oriente o al Shanghai World Financial Center (el que tiene forma de abridor de botellas de cerveza). El primero, es la Torre de Televisión de Shanghái y el edificio más representativo de la ciudad. El segundo, será el edificio más alto de Shanghái y uno de los más grandes del mundo. Tiene un mirador en la planta 100 (474 metros de altura), con partes del suelo de cristal, el cual es considerado el mirador más alto del mundo. Así que allí que fuimos.
La entrada a la torre y subir a los tres miradores que tiene (plantas 94, 97 y 100) nos costó 180 yuanes por persona. Las vistas desde la planta 100, increíbles. Y aunque parezca mentira, las nubes desaparecieron por completo por lo que el disfrute para el sentido de la vista era espectacular. La neblina que se observa será la contaminación, neblina que nos ha acompañado en la mayoría de las ciudades por las que hemos pasado.

Después de recorrernos la parte visitable del edificio de Norte a Sur y de Este a Oeste, nos bajamos y recorrimos parte de un centro comercial que hay hasta llegar al metro. Se estaba acercando la hora de la comida y decidimos ir a la parte del Bund para comer, allí había mucha oficina y pensamos que sería bastante más caro comer en la zona financiera que en el centro. Llegamos al Bund en metro y justo antes de salir había como una zona llena de puestos de comida con sillas y mesas. Decidimos quedarnos allí y comer. Probamos un zumo de granada y yo me tomé unas empanadillas de marisco con sopa. Ana se comió una sopa de fideos con carne. Todo salió por 110 yuanes.
Hicimos tiempo paseando por la calle Nanjing Rd hasta que anocheció. Queríamos ver el Bund de anocheciendo, y como el tiempo nos lo permitía, verlo iluminado durante la noche.
Así hicimos, comprobamos que según se iba acercando la noche, el Bund se iba llenando de gente y más gente. Era la noche de antes de la gran festividad china por lo que ya se notaba ese ambientillo de fiesta.

Con la satisfacción en el cuerpo debido a que finalmente el tiempo nos dejó disfrutar de la ciudad, nos fuimos a cenar. Esta vez en un restaurante de la calle Nanjing Rd, de vuelta al hotel.
Antes, como último recuerdo a New York, decidimos pasar a la tienda M&M que nos encontramos. Estos chinos lo copian todo!!


Nos despedimos de la ciudad y nos fuimos al hotel, teníamos que preparar maletas ya que volvíamos a España.


