Segundo día en Datong, ciudad con más de 5.000.000 de habitantes. Después de desayunar dejamos las maletas en la recepción del hotel para luego pasar a recogerlas ya que, al final del día, tomaríamos nuestro tren nocturno que nos llevaría a Pingyao nuestra siguiente parada en el viaje.
Quedamos con Nancy a eso de las 09:00 para ir al Templo Colgante, otro de los lugares inolvidables de los que veríamos en todo el viaje. Estaba a unos 65 km de la ciudad, pero debido a las obras que había en la carretera y al tráfico tardamos más de lo esperado.
En el camino decidimos pararnos en una aldea donde Nancy nos enseñó una casa típica donde vivía una anciana muy agradable. La mujer, muy hospitalaria, nos sacó unos bollos típicos caseros que se comían para la Noche de la Luna que este año caía el 27 de Septiembre. Los bollos eran pasteles de luna, son rellenos de fruta y estaban deliciosos.
Después de este pequeño avituallamiento continuamos nuestro camino hacia el templo. Como había muchas obras en la carretera, estas generaron mucho tráfico y llegamos una hora más tarde de lo previsto. Entrada al templo 125 yuanes por persona.
Parecía increíble cómo los monjes de la dinastía Qing habían podido construir ese templo en la pared de la montaña, y lo que es más insólito, que todavía se mantenga con el paso del tiempo construido hace más de 1500 años!!!
El templo ahora está construido a unos 45 m de altura del suelo, digo ahora porque en la antigüedad pasaba un río por ahí que estaba a unos 90 m del templo.
Continuamos nuestro viaje en dirección a la Pagoda de Madera, pero antes nos paramos en un restaurante en la carretera para comer. Como ayer nos invitó Nancy, hoy decidimos pagar nosotros la comida. No salió muy caro y comimos de maravilla, cuatro personas por 77 yuanes. Los platos los eligió Nancy, eso sí, pedimos que fueran típicos de la zona y no picantes.
Fue un momento muy agradable, hicimos sobremesa y todo!! , como en España. Pedro, a través de Nancy (por cierto Nancy no habla español sólo inglés) nos preguntaba cosas sobre nuestro país y su gente. Descubrimos que le gustaba la paella!!! Ya que le gustaba el arroz y el marisco .
Ya en la carretera, volvimos a encontrar atasco, nos empezaba a agobiar un poco por miedo a no llegar a tiempo de coger nuestro tren. Nancy decía que no había problema de momento.
Por fin llegamos a La Pagoda de Madera, entrada 50 yuanes por persona. Es la pagoda de madera más antigua de China y tiene 6 plantas, como podéis ver en la foto está inclinada hacia un lado. Por eso no se puede subir y sólo se puede visitar la parte baja. La pagoda, como su nombre indica, está construida en madera y no tiene clavos, todo se mantiene con entrenzados de la madera.
Llegamos a Datong sobre las 20.00, tres horas después de lo previsto, y recogimos las maletas. Íbamos con tiempo de sobra ya que nuestro tren nocturno salía a las 22:55. De camino a la estación Nancy nos recomendó el restaurante que está justo al lado de la estación donde se come Hot Pot, comida típica de la zona. Te traen los alimentos (carne y verduras que tú elijas) en crudo y lo cocinas en agua hirviendo en la misma mesa. Lo acompañas de salsas y otras verduras preparadas. La mesa tiene como unas placas calientes debajo del mantel donde se calienta el agua, es muy curioso. La cena estaba deliciosa. La cena nos salió por 107 yuanes.
Terminamos de cenar, cruzamos la calle y pasamos a la estación de tren. Mismo protocolo que la vez anterior, pasar los controles y buscar la sala de espera.
El tren salió puntual, cuando accedes te recogen los billetes y te dan una fichas. Cuando llega tu destino, el personal del tren se acerca a tu camarote y te devuelve los billetes, así se aseguran que te bajas en tu parada y que no te quedas dormido ni nada. Pero yo, por si las moscas, me puse el despertador aunque con el traqueteo, el ruido y los pitidos del tren, la verdad es que no descansamos mucho pero fue toda una experiencia.
Menos mal que llevábamos funda de almohada, porque tanto la almohada como las sábanas estaban bastante sucias. Nos tumbamos encima de las literas y listo.