21 Octubre .- DUBLIN
Ese día tenía que despedirme de mis compañeros de trabajo, que me habían acompañado días atrás.. Los planes salieron según lo previsto. Cristian cogería el vuelo de Barcelona a Dublín con Air Lingus que llegaría a las 12h50 pm.
Tuvimos un almuerzo de empresa en un pub irlandés de Dublín, y sobre las 13h15m estábamos rumbo al aeropuerto, al llegar me despedí de todos y me fui directita a llegadas.. No podía hablar con Cristian por teléfono, seguramente.. porque estaba marcando mal el prefijo, así que estabamos los dos incomunicados y me puse un poquito nerviosa. Eran casi las 14h, nos había llevado un buen rato llegar al aeropuerto debido al tráfico dublinense..
Mientras lo buscaba con la mirada por la terminal me vino de espaldas y me metió un buen susto!! Justo antes de llegar, mi guía me había comentado que hacía poco un yonki lo atracó en el aeropuerto.. así que imagináos mi cara de poker!
Como él no había almorzado subimos a uno de los múltiples restaurantes que hay en el aeropuerto a que picara algo y luego fuimos a retirar el coche de alquiler… que para nuestra sorpresa, tendríamos que esperar.. porque se habían quedado sin coches de la categoría que teníamos reservada! Al final hasta la 15.30 o así no retiramos el coche
El coche de alquiler con Europcar nos salió 213 € los 7 días, con km ilimitado. Luego a parte tuvimos que pagar las tasas de aeropuerto por recogida y retirada en el mismo… tres horas depues de buscar donde estaba aparcado el coche (qué torpecillos que somos en los paises extranjeros.. me tengo que proponer en serio lo del inglés) nos dispusimos a entrar en dublin..haciendo peripecias por la izquierda! Qué raro resulta eso de coger una rotonda por la izq.
Entre pitos y flautas.. hasta casi las 5 no habíamos llegado al hotel que había reservado: El Isaacs Hotel (60 € la habitación). La verdad es que… en comparación con los precios que me ofrecían los hostales.. que rondaban los 60 € la doble… preferí meterme en el hotel que además estaba bastante bien situado, en pleno centro y se llegaba bastante rápido a los lugares de interés turístico.
Al final dejamos el coche aparcado en el mismo Hotel y salimos a descubrir de dublín lo que las pocas horas de luz nos permitiesen visitar… (anochecía a las 19h00 aprox).
Atravesamos uno de los muchos puentes que cruzan el río Liffey y nos dirigimos hacia el barrio georgiano de Dublin, que a mí me mola mucho.
Vistas del atardecer en el río Liffey

Es un barrio de casas antiguas donde se conservan las típicas puertas de estilo georgiano pintadas de miles de colores. Actualmente estas casas están ocupadas por oficinas y normalmente alrededor de las 18h se queda totalmente vacío. Me llamaba mucho la atención las amplias cristaleras que dejaban ver los techos super altos de estas casas y la decoración interior muy muy cuidada.
Entrando al barrio georgiano:



Fotografía sacada de San Google para que os hagáis una idea de los múltiples colores de las puertas:

Lo que más llama la atención del barrio es que cada puerta está pintada de un color diferente, normalmente colores super chillones: rosa fucsia, amarillo, azul, verde… yo pensaba que era porque como la ciudad es tan gris, igual querían darle un poco de vida de este modo.. pero no, tiene su explicación histórica!
Cuando la república de Irlanda aún no había conseguido la independencia de Inglaterra, la reina (ahora no recuerdo cual..) tras la muerte de su marido, pidió al pueblo dublinense que pintaran las puertas de sus casas de color negro en señal de luto. Los republicanos por supuesto se negaron, y en señal de protesta en contra de la monarquía pintaron las puertas de sus casas de vivos colores. Así, si caminas por este barrio.. encuentras muchisimas casas conservadoras, con las puertas pintadas de negro (los que eran monarquicos) y la mayoría de las demás casas.. con las puertas de vivos colores (republicanos)
Después de visitar el barrio georgiano nos dirigimos hacia al parque de St Stephen´s Green, que por fotos que había visto en el diario de Lolyvill, tenía ganas de conocerlo porque parecía chulo. Cuando llegamos ya habían cerrado el parque, una pena..me quedé con las ganas de entrar.Nos fijamos en el centro comercial tan chulo que hay justo al lado, todo acristalado.

Comenzaba a caernos la noche… y yo que había almorzado a las 12 del medio día empezaba a tener hambre. Empezamos a andar sin rumbo fijo, pasando por delante del trinity college y el banco de Irlanda, por supuesto a la hora que era no pudimos visitar ningún edificio por dentro.. pero nos daba un poco igual, Dublín no era nuestra prioridad.
Acabamos cenando en plan guarrete en una hamburguesería “Supermacs”, tipo Mc Donals en España pero de carne (dicen) puramente irlandesa..
Pasando por Grafton Street está la famosa estatua de Molly Malone, que según la leyenda irlandesa era una jovén mu bien puesta (vease la fotografía) que iba vendiendo mejillones y berberechos.. y otras cosas que volvían loquitos a los hombres. La mujercita cuenta hasta con un himno que suelen vitorear los irlandeses cuando empinan el codo.
Aquí una foto de la mitad de la estatua.. que no pudimos coger entera por culpa de un yonki que estaba apoyado en ella:

Cuando terminamos de engullirnos las hamburguesas, nos dirigimos hacía el río Liffey a hacer fotos nocturnas de los puentes que son muy chulos.
El que más me gustó fue el Ha´penny Brigde obra de Calatrava:

El Ha´penny Brigde por dentro:


Todos los puentes están iliminados con una luz verde, símbolo de Irlanda. Me gustó bastante que para ser una gran ciudad, los edificios no sobrepasan los 4 o 5 pisos de altura, como en la mayoría de las capitales europeas. Son más conservadores en ese aspecto.
Yo ya estaba deseando pisar los pubs irlandeses con él, así que nos metimos en el Temple Bar, una de las zonas más frecuentadas por los turistas. Es un barrio plagado de pubs y nosotros nos metimos en el mítico Temple Bar que le da nombre al Barrio.

Estaba bastante chulo pero muy atestado de gente. Era martes, pero parecía como si estuvieses en un pub un sábado noche en España.. me quedé bastante impresionada por el ambiente que se cocía allí un martes!!!
Había espectáculo de música en directo y la verdad es que se estaba bastante agusto allí así que acabamos bebiéndonos un par de pintas cada uno (creo que nos cobraron 11 € por 2 pintas si no recuerdo mal).. y haciendo el panoli en el bar.
Musicos tocando en Temple Bar

Brindando con la guinnes que nos supo a gloria!


Al salir hacía un frío impresionante…seguimos caminando sin rumbo por este barrio a ver que descubríamos.. pero la gente ya iba un poco pasada de rosca así que nos dimos media vuelta y nos fuimos a nuestro hotel que al día siguiente nos esperaba un buen tute en carretera!
Anteriormente con la empresa visité un poquito mejor Dublín, la catedral de ST. Patrick, Trinity College, Guinnes Store House, la destilería de Wishky Jameson.. si alguien está interesado en saber algo más, puedo ampliar el capítulo!