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Día III. De Galway a Leenane
Nos levantamos tempranito, bajamos a desayunar algo y nos pusimos en marcha hacia Rossaveal, donde se cogen los ferrys para llegar a las Islas Aran.
Ibamos con pocas perspectivas de subir al barco, pero con la pequeña esperanza de que el temporal amainara durante el camino.
De Galway a Rossaveal hay como una hora de camino, el tiempo empeoró..todo lo contrario a nuestras predicciones, y al llegar al puerto nos encontramos con que todo el acceso a los puestos de venta de tickets estaba inundado y no había ni un alma. El mar estaba bastante picado.. y el día no parecía que fuera a aclarar.. así que me imaginé bajo la lluvia y el viento todo el día en las Aran..y le dije a Cristian que.. ¡¡¡NI LOCA!!! Así que nos dimos la vuelta y decidimos ir hacia el albergue ya que el día no estaba como para andar viendo cosas, para empezar no habia buena luz para hacer fotos, y empezaba a haber tormenta y a ponerse bastante chungo el cielo..
Llegamos a Leenane, un pueblecito que hay justo a la entrada del parque nacional de Connemara y nos dirigimos hacia el albergue, el Sleepzone Connemara. Fue toda una sorpresa porque estaba realmente GENIAL. El albergue está situado a los pies del fiordo de Killarney, el único de Irlanda, frente a un lago. Justo al lado hay un ecoparque aventura, con tirolinas y bastantes actividades chulas para hacerlas.. aunque nosotros no nos dimos el estreno, porque estaba cerrado y hacía un frio del carajo! En el mismo pueblecito de Leenane, salen barcos hasta finales de Octubre que hacen pequeños cruceros por el fiordo de una hora de duración. La verdad es que la zona me recordó bastante a Noruega, aunque no me resultó tan espectacular..
La dueña del albergue era encantadora, por su forma de hablar y sus rasgos.. deduje que era de Rumanía. Y estaba todo el tiempo tratando de complacernos, incluso me dijo que usara su ordenador y su conexión a internet cuando quisiera, que solamenete tenía que decirselo. De verdad que me sentí mejor que en cualquier hotel de los que he podido estar hasta la fecha! Era un encanto de persona!
Nuestra habitación no estaba aún limpia, esperamos un ratito y al bajar nos dio la llave y nos acompañó para enseñarnosla. Nos había dado la mejor habitación del albergue, era una habitación doble enoooorme, con cama de matrimonio y un ventanal gigante que daba al lago. Las vistas eran muy chulas.. en realidad lo recomiendo, nos hizo sentir como en casa.
Como el albergue tenía salón de juegos nos fuimos un ratito a jugar al billar, y luego decidimos ir a un supermercado que hay como a 10 km a comprar algo de pasta para hacernos la comida.
Después de comer, subimos a la habitación y de repente dejó de llover y salió el sollll!! Eran como las 3 de la tarde, y le dije a Cristian que teníamos que aprovechar para ver un poco la zona, que igual mañana no teníamos tanta suerte. Así que nos preparamos para salir y nos dirigimos a la Abadia de Kylemore, que estaba muy cerquita de Leenane.
El camino que conduce hacia Kylemore es espectacular, está metido en pleno parque nacional de Connemara, y está todo salpicado de inmensos lagos y montañas.
Creo que este lugar es uno de los sitios más románticos de Irlanda, de hecho guarda una bonita historia aunque triste.
Cuenta la historia que una pareja de ingleses de recien casados pasó su luna de miel en el lago que hay justo en frente del castillo y quedaron prendados de este lugar. Al regresar a Inglaterra, se encontraron con la noticia de que un familiar del marido, había fallecido dejándole una muy buena herencia.
El señor, le preguntó a su esposa qué hacer con tanto dinero a lo que ella le sugirió hacer una mansión frente al lago de Connemara donde habían pasado tan romántica velada.. Y el buen hombre para complacer a su mujercita le hizo una casita – mansión de estilo neogótico a los pies del lago allá por el siglo XIX. Tuvieron muchos hijos y uno de ellos se puso bastante enfermo. Los médicos le recomendaron hacer un crucero por Egipto, asegurándoles que las aguas de allí eran curativas y que le vendrían bastante bien para su enfermedad. La esposa y el hijo se marcharon a hacer el crucero y al final, ella se contagió de la enfermedad y ambos murieron.
El hombre con toda su pena, dejó de visitar este lugar.. dejándo a las monjas benedictinas que se apoderaran de este sitio, convirtiéndolo en un internado de niñas ricas venidas de todas partes del mundo. De hecho, actualmente, el Castillo es lugar de residencia de las monjas y de las niñas que están exiliadas practicamente de la civilización, porque la abadía está alejada de todas partes y rodeado solamente de naturaleza.
Nosotros ante la mansión:
El castillo junto al lago
Entramos a visitar la abadía y el castillo, la entrada nos costó 7 €. Del castillo tan solo se pueden visitar 3 habitaciones: la entrada, una salita y el salón-comedor. Porque el resto de las dependencias están ocupadas por estas niñas y monjas que habitan en él, y está totalmente restringido el acceso a otras partes del castillo.
Ahí os dejo algunas fotos del castillo por dentro:
El salón comedor:
Alrededor del castillo hay un bonito paseo para llegar a una pequeña iglesia y una capilla mortuoria donde están enterrados los miembros de la familia fundadora de la mansión. Era bastante bonito porque como ya estábamos con el otoño hechado encima.. el paseo estaba cubierto de hojas caidas de los árboles, cascadas .. etc y el lago siempre al lado.
Estuvimos un ratito dando un paseo por ahí, hasta que la mujer de la entrada nos avisó de que cerraban ya y que teníamos que salir de allí… con toa mi pena! Porque aquel sitio me atrapó!
Cascada
Serían sobre las 6 de la tarde, y ya quedaba poquita luz.. así que dejamos de investigar y nos pusimos camino al albergue.
De camino la tarde nos sorprendió con un paisaje como este!!
Y ya se nos hizo tarde, llegamos al albergue ya con la noche echada encima. Mientras Cristian se duchaba yo fui haciendo la cena.. En Leenane no había mucho que hacer, los bares y demás ya estaban cerrados, es más bien como una aldea muy pequeñita. Así que tras la cena, estuvimos tomándonos algo en el albergue un ratito..y descubrimos que tenían Scrable, así que nos echamos unas partidillas para no irnos tan temprano a dormir!
Al día siguiente iremos al Parque nacional de Connemara, y entraremos en Irlanda del Norte!!
Dia IV. Parque Nacional Connemara
Esa mañana, temprano, desayunamos y preparamos las cosas para ir hacia el centro de visitantes del Parque Nacional Connemara. Nos despedimos de la dueña del albergue y emprendimos camino hacia allí atravesando valles solitarios, montañas, explanadas de turberas rojizas y lagos grisáceos..
Nuestro albergue estaba relativamente cerca, como a 15 min en coche. Así que rápidamente llegamos a Letterfrack, donde se encuentra el centro de visitantes, pero este parecía estar cerrado. Nos dimos cuenta de que había un cartel que conducía a la parte trasera del edificio principal, bajando por un camino que llegaba a un segundo edificio más grande que el anterior, con un pequeño lago delante.
El centro está bastante bien, tiene un restaurante y a parte una cocina común para senderistas, aunque nosotros tiramos todo el viaje de bocadillos, ese día no iba a ser menos!
Entramos a informarnos sobre las rutas posibles para hacer en el parque. Normalmente comercializan tres rutas hacia el Monte Diamond, que está justamente al lado, te dan una especie de mapa donde señalizan las tres rutas posibles.
De esas tres solamente una sube hasta la cima del Diamond, las otras dos lo bordean pero no llegan a la cima. Nosotros escogimos la ruta roja, es decir la de más dificultad que sube hasta la cima de la montaña, que nos habían dicho que era la más bonita. El día nos había sorprendido con un sol resplandeciente, así que queríamos aprovechar la mañana para disfrutar de nuestra caminata, aunque empezaba a levantarse mucho viento..
Nada más empezar la caminata nos encontramos con estos caballos salvajes que estaban despulgándose los pobreticos!! No nos acercamos mucho, porque la zona estaba cerrada y había carteles de no molestar a los animales en libertad.
Caballos en Connemara:
Al principio era bastante facilita, yo muy contenta con mi mochilica… de montañera total, hasta que empieza a complicarse la cosa con escalones de piedra que ascendían hasta la cima y que se me hicieron ETERNOSSSSS! Y es que… estoy en baja forma! Yo veía a Cristian subir sin problemas, y a mí que me empezaba a faltar el aire y el corazón se me iba a salir!! Jaja
Fuimos parando a medida que íbamos subiendo para intentar hacer fotos del paisaje, totalmente salpicado por inmensos lagos y montañas peladas… a mí me encantó el lugar!
Vistas desde arriba de la Abadia de Kylemore, donde habíamos estado el día anterior:
Panorámica del parque desde lo alto del monte Diamond:
Qué viento!
Cuando terminamos nos fuimos directitos al coche, sin un rumbo fijo. No teníamos nada previsto para esa tarde..pues pensaba que nos ocuparía más tiempo el parque de Connemara, así que le dije a Cristian que tirara en dirección a Sligo, y que echaría un vistazo en la Loleny Planet para ver qué podíamos ver de camino.
Se me ocurrió meterme en el condado de Mayo, y atravesar la Isla Achill, pues leí que había un poblado abandonado, que me sonó interesante. Así que pusimos el GPS en esa dirección.
Madre mía lo que nos desviamos de Sligo!!! Mea culpa! Lo admito! Lo peor..que no nos pareció nada del otro jueves la Isla Achill, totalmente prescindible. Nos costó encontrar el poblado abandonado y cuando llegamos eran 4 casas destruidas..
La Loleny Planet lo marca como punto principal en una visita a esta zona, solamente quedan restos de un poblado abandonado a los pies del monte Slievemore, al parecer el poblado estuvo habitado hasta el s. XIX por poblacion permanente y pastores transhumantes, pero con la gran hambruna se vieron obligados a desplazarse al mar para buscar su fuente de alimento.
Lo que queda del poblado:
Estuvimos un rato andurreando, pero no había mucho más que esto.. así que cogimos de nuevo el coche…con cristian refunfuñando, por lo que le había hecho conducir para ver aquello… y antes de salir de Achill, nos paramos a observar las enormes olas que azotaban en el mar a causa del fuerte viento.
Unos pajaritos que confundí en un principio con los frailecillos..
Nos pusimos rumbo a Sligo, pues no quedaban muchas horas de luz..y tras un par de horitas en coche, llegamos a esta ciudad donde teníamos reservado un Bed & Breakfast, situado como en una especie de polígono industrial.
Nos sorprendió porque estaba bastante bien, con unas habitaciones muy cuquis..jejej. Cuando dejamos las cosas, bajamos a buscar algún sitio para cenar, y descubrimos que el centro no pillaba demasiado lejos, pero para nuestra sorpresa, no había muchos restaurantes abiertos. A pesar de que era viernes noche, no había mucho movimiento en esta ciudad.
Acabamos metiéndonos en un restaurante indio… del que salimos escopeteados! Pues como no entendiamos la carta, pedimos al boleo..y casi echamos fuego por la boca! Jajajajaj a mi novio casi le creo una úlcera! Se cagó en mis ancestros!. Para colmo esto!
En fin, preferimos irnos a la camita a descansar y olvidarnos de los pequeños percances del día.
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