Comienza nuestro segundo día en La Habana, tempranito ya que nuestro guía particular pasará por nosotros alrededor de las 9:00, el día está algo amenazante, pero estamos confiados que no lloverá. Dejamos reservado en el Hotel el transporte para ir a las 21:00 horas al cañonazo en el Fuerte. El Hotel dispone de un bus que cada hora lleva al centro histórico y un horario especial para llevarte y traerte del fuerte a la hora del cañonazo y para éste hay que reservar, el traslado es gratuito.
Vamos a hacer usos de nuestros privilegios The Level del Hotel a tomar desayuno en un piso especial, más pequeñito, con bellas vistas de La Habana sector Miramar donde estamos.
El desayuno es bastante completo, lo van reponiendo continuamente, los jugos son naturales, pides del sabor que quieras de una larga oferta que tienen, además si quieres algo especial, como omelette no tienes más que pedirlo y te lo hacen, el café delicioso

Al poco rato llega nuestro guía Boris, un chico de la empresa de Yoander excursioneshabana@gmail.com, un chico geólogo, muy muy estudiado, simpático, con un conocimiento impresionante de la ciudad y la isla en general, pasamos con el 9 horas entretenidísimos. Lo único que no se pudo hacer de lo que teníamos previsto es que el tur fuera en auto antiguo descapotable, ya que con la amenaza de lluvia no era muy conveniente, y el que nos eligió estaba perfecto, con aire acondicionado, con un chofer agradable e instruido.
Partimos por el Barrio de Miramar hacia el Pueblo Jaimanitas, un poblado que ha sido intervenido por el artista local Fuster, donde hay muros de mosaicos, y está la casa de la familia Fuster, muy interesante. La Casa Fuster es un proyecto de un artista plástico que transformó su casa y luego e barrio en una galería al aire libre. Paramos un momento y damos una vuelta por la casa, donde también venden cerámicas y en la zona hay algunos puestos de artesanías bastante económicos.
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Remontamos el camino de regreso hacia Miramar, pasando por todas las embajadas, la muy conocida embajada de Rusia
Por el camino le comentamos que el día anterior nos llamó mucho la atención una plaza con árboles con raíces aéreas enormes, y muy amablemente nos paró en dicha plaza, nos comentó que el árbol se llama Ficus muy diferente a lo que nosotros conocemos como tal, y podemos tomar varias fotografías de la zona
Desde aquí seguimos camino hacia la zona del Vedado comenzando una visita en la Plaza de la Revolución, disfrutamos un buen rato escuchando las historias, los cambios de destino que han tenido los edificios gubernamentales, los espionajes que desde ahí se coordinaban, todo muy interesante, el porqué de las frases escritas bajo cada retrato.
MI marido admirando el convertible, es un fans de los autos antiguos.
imageshack.com/i/pmgiFajRj
Continuamos el paseo por El Vedado, pasando por la tradicional heladería Coppelia, que como es lunes está cerrada, y nos debemos imaginar las filas que se forman los fines de semana,
Continuando la ruta hacia la Universidad de La Habana, con sus magníficos edificios, en cada lugar podemos bajar, dejar nuestras cosas en el auto, y Boris nos acompaña contando sus historias y un sin número de anécdotas.
Continuamos camino hasta el Hotel Nacional, donde ingresamos a visitar sus salones, su tan visitado Bar, y sus jardines con toda la historia de la crisis de los cañones

En el Camino observamos el Museo de la Revolución, antiguo Palacio Presidencial.
Teatro Colon, o Gran Teatro de la Habana

Hotel Inglaterra
Capitolio
Y continuamos por Avenida Bélgica para observar el Edificio Bacardi y la historia dela familia que se radicó en México.
Volvemos a nuestro taxi y este nos lleva hasta Seminario San Carlos, donde ya lo dejamos y dejamos en él todo lo que no se necesitará, para iniciar nuestra caminata por la vieja habana.

Y partimos nuestra caminata hacia lo que ya habíamos visto la noche anterior por la calle del Empedrado, vemos la Catedral, El Patio




Restorant El Patio
Y entramos a la Catedral, llama la atención el hombre que pide limosna en la entrada, pero el guía nos explica que debe ser un enfermo, porque si bien la ayuda social no es espectacular sirve para vivir en mejores condiciones que las que el presenta. Hay comedores sociales donde por muy poco se obtiene almuerzos, más adelante pasamos a ver uno de ellos.




Luego una nueva vista de La Bodeguita del Medio, u a las callejuelas de la zona

Visitamos unos edificios bancarios remodelados, el Museo de la Farmacia Habanera, donde se ve el esplendor que tuvo esta ciudad en su época dorada.
Nuestro guía super agradable

Antiguo Ministerio de Finanzas

Museo de la farmacia Habanera


Ya a esta hora comenzaba a hacer hambre, así que le pedimos a nuestro esforzado guía un pequeño receso... para recuperar energías..... le describimos más o menos lo que queremos y nos dice mmmmmmmm bueno pero con "cubaneo" incluido, así que si quieren saber algo del cubaneo y nuestra comida.... deberán continuar leyendo mi diario en una próxima etapa¡¡¡


