Con pena, emprendimos el viaje de regreso a casa. Después de avanzar bastante en nuestro recorrido de vuelta paramos en un área de servicio a comer unos bocadillos en plan de picnic.
Alrededor de las 5 llegamos a la Gran Duna de Pilat, situada a la entrada de la bahía de Arcachón. Es la duna más alta de Europa con hasta 110 metros de altura y ocupa 2,7 km de costa lineal y hasta 500 m del bosque del Parque Natural de las Landas. Hay una escalera habilitada con cuerdas para facilitar la subida tan empinada a lo alto de la duna. Sin embargo, nosotros lo hicimos descalzos a pie para sentir esa arena tan fina que tiene. La verdad es que cuesta bastante subir, pero el esfuerzo tiene una gran recompensa, ya que una vez arriba el paisaje es espectacular. Contemplar semejante arenal, el mar por un lado y por el otro una inmensidad de bosque sin fin es una experiencia fantástica. Aquí estuvimos un rato largo disfrutando del paisaje y nuestros hijos rodando por la arena.
Después de bajar la duna fuimos hasta un pequeño puerto de cultivo de ostras en Gujan Mestras, cerca de Arcachón, donde nos dimos un caprichito a base de ostras y marisco de la zona. Con este último buen sabor de boca emprendimos el último tramo de regreso a casa.
Alrededor de las 5 llegamos a la Gran Duna de Pilat, situada a la entrada de la bahía de Arcachón. Es la duna más alta de Europa con hasta 110 metros de altura y ocupa 2,7 km de costa lineal y hasta 500 m del bosque del Parque Natural de las Landas. Hay una escalera habilitada con cuerdas para facilitar la subida tan empinada a lo alto de la duna. Sin embargo, nosotros lo hicimos descalzos a pie para sentir esa arena tan fina que tiene. La verdad es que cuesta bastante subir, pero el esfuerzo tiene una gran recompensa, ya que una vez arriba el paisaje es espectacular. Contemplar semejante arenal, el mar por un lado y por el otro una inmensidad de bosque sin fin es una experiencia fantástica. Aquí estuvimos un rato largo disfrutando del paisaje y nuestros hijos rodando por la arena.
Después de bajar la duna fuimos hasta un pequeño puerto de cultivo de ostras en Gujan Mestras, cerca de Arcachón, donde nos dimos un caprichito a base de ostras y marisco de la zona. Con este último buen sabor de boca emprendimos el último tramo de regreso a casa.