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Llegamos a Palma de Mallorca a las 8:00 horas aunque la hora prevista de llegada eran las 09:00.
Después de tomar nuestro desayuno en el camarote bajábamos a las 9:00 hacia el puente 2 como ponía el Diario de Abordo, pero no estaba habilitado por avería en la plataforma que iba a poner el puerto, por lo que nos tuvimos que dirigir hacia el puente 0 donde estaban desembarcando también los de las excursiones por lo que había una aglomeración muy importante de pasajeros, decidimos por tanto retrasar nuestra salida hasta la 9:30 ya que nuestra intención era coger un taxi desde el puerto hasta el Castillo de Bellver cosa que hicimos, tuvimos que desplazarnos hasta la parada de taxi que se encuentra en la salida de la terminal ya que los taxis más próximos al Costa Diadema sólo cogían a los viajeros que contrataban excursiones con ellos, por cierto el tráfico era caótico entre autobuses, coches particulares y taxis, tardamos bastante en salir del puerto dirección al castillo. Para los que quieran hacer lo mismo que nosotros decir que el taxista nos advirtió que volver en taxi desde el mismo castillo era difícil porque arriba del castillo no había parada de taxi, y los que están arriba suelen ser los de las excursiones, no aconsejo que volviéramos andando por la carretera (unos 2 Km) hasta la parada de taxi que había a los pies de la subida al castillo o llamáramos por teléfono a radio taxi, por cierto el taxi nos costa 14 €, íbamos 4 personas adultas.
Tras hacer una visita tranquila del castillo, teníamos intención de coger otro taxi hasta la zona de la catedral, pudimos observar que enfrente de la entrada se informaba que había unas escaleras que bajaban toda la ladera de la montaña, preguntamos al portero y nos informo que se bajaba bien y que se tardaba menos que por la carretera, además nos dijo que daba a una carretera donde se cogía el 3 que nos llevaría a las proximidades de la Catedral, por tanto nos bajamos por esas escaleras, un entorno muy agradable entre arboleda, vimos una ermita y salimos por una cancela a un barrio muy típico de Palma, cuando nos dirigíamos al autobús, aun nos quedaba por andar, nos tropezamos con un taxi libre, le dimos el alto y por 12 € nos dejo en la misma puerta de la catedral ( por cierto que charlamos sobre los cruceros con el conductor porque acababa de hacer un crucero en el Costa Diadema e intercambiamos experiencias).
Todo estaba saliendo perfecto paseamos por la parte histórica de Palma y después nos dirigimos hacia la Plaza de España dando un paseo y disfrutando del buen ambiente que reinaba en la ciudad, por cierto muy acogedora la Plaza Mayor y muy amplia la Plaza de España, pensábamos para terminar coger el 1 que nos bajaría al puerto, pero como queríamos llegar pronto a comer al barco volvimos a coger otro taxi, una chica muy amable conducía, y nos cobro 8 € por llevarnos a la parada de taxi donde iniciamos nuestro recorrido por Palma de Mallorca.
Al subir al barco nos dirigimos derechos al bufe eran las 14 horas y por fin teníamos tiempo suficiente para disfrutar de la variedad de comida muy buena que nos ofrecía el Diadema.
Tras la comida nos dirigimos a tomarnos unos capuchinos y sus correspondientes limonchelos a la terracita que se encuentra a la salida de la Disco Pietra di Luna, esta zona la utilizamos bastante durante el crucero porque cerca se encontraban los ceniceros para los fumadores ya que nuestras dos chicas son fumadoras y había que facilitarles poder echarse los cigarrillo después de la comida del bufe. Aquí tengo que hacer la critica que ya os he puesto sobre la limpieza y todos los días pasaba lo mismo, era una zona que atendía muy de tarde en tarde los camareros y las mesas estaban siempre manchadas, venían retiraban los servicios que dejaban otros pasajeros y no pasaban la bayeta para limpiar, te traían las bebidas y te las ponían en la mesa sin limpiar la suciedad que ya había.
Antes de volver al camarote para acicalarnos y antes de ir a comer a las 21 horas, nos pasamos un rato por el Gran Bar Orlov donde pudimos relajarnos y participar en los concurso que dirigían lo animadores sobre Mitología Griega y Adivina el himno nacional y terminar tomando clase de Rumba con los Latin Dancers.
Sobre las 20 horas salimos ya todo vestidos de blanco para dirigirnos a la sala de fumadores que se encontraba en la cubierta 5, y aquí volvimos a ver lo poco que limpiaban, entramos en una sala llena de humo, lógicamente, pero los ceniceros rebosando de colillas tanto los pequeños como los grandes, las mesas muy sucias y lo mas importante que no se servía bebida en dicha sala ni estaba activa la barra que había, totalmente abandonada.
Aquí tengo que hacer la comparativa con MSC concretamente en el Splendida donde viaje el año pasado, había una sala de fumadores limpísima, sin humo a pesar de que se fumaba (buen sistema de ventilación) con su barra de bar donde te servían bebidas, y te cambiaban continuamente los ceniceros, no había mas de dos colillas en ellos cuando ya te lo quitaban, quede claro que yo no soy fumador, pero entiendo que si se tiene una sala de fumadores se debe cuidar y mantener igual de limpio que el resto del barco, además de atender a los fumadores igual que al resto de pasajeros, no se puede tener una zona de fumadores llena de basura, con acumulación de colillas y sin atender a los pasajeros, y si no quieren mantener esa sala que la cierren.
Bueno retomando lo agradable tras esta valoración negativa, nos dirigimos a la sala Country Rock Club (ya os comente que nos gustaba mucho la música que tocaban) para tomarnos una copa antes de ir a la cena en el Florentino.
Tras la cena, que fue estupenda como la noche anterior, nos dirigimos a que nuestras dos chicas fumaran un pitillo pero en cubierta, nos negamos pasar por la sala cutre de fumadores, acabamos la noche en Lido Diana en la cubierta 10 bailando en la Gran fiesta de la Noche Blanca.
Aquí nos encontramos con una compañera del grupo de Factbook de Costa Diadema, Eva María Rodríguez, que me reconoció cuando me vio que llevaba la cinta, le pase la cinta para que la tuviese y la pasase si encontraba a otros compañeros de grupo.
Nos recogimos sobre las 12:45 de la noche, por cierto a pesar de tener el camarote 9135, que se encontraba debajo del fiestorro no se oía prácticamente, lo que más se oía era cuando se arrastraban las sillas por la mañana los propios pasajeros en el desayuno.
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