Despegamos a las 10.55h. y tras casi 2horas de vuelo, llegamos a Ginebra en un día muy soleado.
En nuestros planes no entraba visitar la ciudad suiza, de modo que, en cuanto cogimos el coche en el sector francés y comimos un bocata, pusimos el GPS dirección Yvoire, considerado uno de los pueblos más bonitos de Francia.
Como comenté en la introducción, el GPS ha sido de vital importancia en este viaje, puesto que
acostumbrados a usar el google maps, teníamos que buscar una buena alternativa para usar sin datos. La noche anterior me descargué en casa el Here maps y el mapa de las zonas que íbamos a visitar. 100% acierto.
Aunque habíamos leído que Ginebra no tenía nada interesante , sinceramente, desde el coche, nos pareció una ciudad muy agradable, con el paseo junto al lago.
Uff!! Un montón de tráfico y es que para realizar un trayecto relativamente corto (36km), nos llevó alrededor de 1hora.
Yvoire es un pueblo medieval con mucho encanto, situado a las orillas del lago Leman. Las casas están decoradas con flores y prácticamente todos los locales son restaurantes, bares o tiendas. Es un pueblo muy bonito aunque he de reconocer que me esperaba algo más. A veces tener grandes expectativas hace que nos llevemos alguna que otra decepción.
Dimos un paseíto, aprovechamos para entrar en la oficina de turismo, coger algún mapa y comprar unos sellos para enviar las típicas postales que siempre enviamos desde que tenemos hijos (les hace tanta ilusión) y nos pusimos de ruta para Annecy.
Increíble el cambio de tiempo porque en Yvoire hacía mucho calor pero, a medida que bajábamos hacia el sur, la cosa se iba poniendo fea. De hecho, llegamos a Annecy lloviendo, tras un viaje pesado y con mucho tráfico (incluso estuvimos parados en algún tramo).
Cuando llegamos a nuestro destino y, una vez instalados en el apartamento, fuimos a comprar a un supermercado cercano todo lo necesario para nuestra estancia y justo después, bajamos a cenar. Esta vez tocó la Creperie La Bolée, donde no cenamos mal pero las crepes eran poca cosa. Menos mal que no teníamos mucha hambre!!
Llevábamos un planning con las visitas pero como estábamos muy cansados, decidimos que el
día siguiente lo dedicaríamos a Annecy y las Gorges du Fier, de modo que ni despertador pusimos. Y con un bebé de 13 meses, ¿ qué despertador vamos a necesitar? Aquí sí que tengo siempre unas expectativas muy altas!!
En nuestros planes no entraba visitar la ciudad suiza, de modo que, en cuanto cogimos el coche en el sector francés y comimos un bocata, pusimos el GPS dirección Yvoire, considerado uno de los pueblos más bonitos de Francia.
Como comenté en la introducción, el GPS ha sido de vital importancia en este viaje, puesto que
acostumbrados a usar el google maps, teníamos que buscar una buena alternativa para usar sin datos. La noche anterior me descargué en casa el Here maps y el mapa de las zonas que íbamos a visitar. 100% acierto.
Aunque habíamos leído que Ginebra no tenía nada interesante , sinceramente, desde el coche, nos pareció una ciudad muy agradable, con el paseo junto al lago.
Uff!! Un montón de tráfico y es que para realizar un trayecto relativamente corto (36km), nos llevó alrededor de 1hora.
Yvoire es un pueblo medieval con mucho encanto, situado a las orillas del lago Leman. Las casas están decoradas con flores y prácticamente todos los locales son restaurantes, bares o tiendas. Es un pueblo muy bonito aunque he de reconocer que me esperaba algo más. A veces tener grandes expectativas hace que nos llevemos alguna que otra decepción.
Dimos un paseíto, aprovechamos para entrar en la oficina de turismo, coger algún mapa y comprar unos sellos para enviar las típicas postales que siempre enviamos desde que tenemos hijos (les hace tanta ilusión) y nos pusimos de ruta para Annecy.
Increíble el cambio de tiempo porque en Yvoire hacía mucho calor pero, a medida que bajábamos hacia el sur, la cosa se iba poniendo fea. De hecho, llegamos a Annecy lloviendo, tras un viaje pesado y con mucho tráfico (incluso estuvimos parados en algún tramo).
Cuando llegamos a nuestro destino y, una vez instalados en el apartamento, fuimos a comprar a un supermercado cercano todo lo necesario para nuestra estancia y justo después, bajamos a cenar. Esta vez tocó la Creperie La Bolée, donde no cenamos mal pero las crepes eran poca cosa. Menos mal que no teníamos mucha hambre!!
Llevábamos un planning con las visitas pero como estábamos muy cansados, decidimos que el
día siguiente lo dedicaríamos a Annecy y las Gorges du Fier, de modo que ni despertador pusimos. Y con un bebé de 13 meses, ¿ qué despertador vamos a necesitar? Aquí sí que tengo siempre unas expectativas muy altas!!