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Paracas-Arequipa-Cañon del Colca

Paracas-Arequipa-Cañon del Colca ✏️ Diarios de Viajes de Peru Peru

4º DIA MIERCOLES 09-07-03 PARACAS-LIMA. Con una cama tan grande, no apetecía levantarse, pero a las 8, nos levantamos. El desayuno del hotel, no estaba mal, pero como estabamos acostumbrados a los buffets del de Lima, este nos pareció escaso. El...
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Diario: 365 Horas en Peru

Puntos: 4.4 (9 Votos)  Etapas: 6  Localización:Peru Peru

4º DIA MIERCOLES 09-07-03 PARACAS-LIMA

Con una cama tan grande, no apetecía levantarse, pero a las 8, nos levantamos. El desayuno del hotel, no estaba mal, pero como estabamos acostumbrados a los buffets del de Lima, este nos pareció escaso.

El camarero te traía lo que le pedías; huevos revueltos, tostadas, mantequilla, zumos, etc. Desayunamos y salimos rápido hacia el embarcadero que estaba al lado de la playa del hotel, y al lado del parque privado del mismo. Había un montón de gente, puesto que muchas excursiones a las Islas Ballestas salen de este hotel. La primera lancha salió y nosotros entramos en la segunda y nos sentamos en la parte trasera a la izquierda. Fuimos de los primeros y casi después de nosotros entró una pareja de españoles, de Barcelona, con la cual coincidimos muchas más veces. Me llamó la atención de ellos, que llevaban una cámara de fotos idéntica en forma y color a la nuestra. Se sentaron delante nuestro y cuando la lancha estuvo llena, éramos unas 20 personas, partimos. Nuestra guía se llamaba Sonia.

Llevábamos puestos unos chalecos salvavidas en el cuello, de rojo chillón que molestaban un montón, y enseguida nos pusimos hablar con la pareja de catalanes. Antonio y Carmen se llamaban; ella era muy agradable y él algo más serio; debian de rondar los 40 y largo años. Al oírme hablar en Catalán, Sonia, nuestra guía se acercó para preguntarnos que de donde éramos, etc. y para mi sorpresa, a mi derecha, un japonés llamado Felipe Chi, se puso a hablar conmigo; me contó toda su vida. Que vivía en Arizona, pero que había estado muchos años trabajando en España, en Zaragoza, en una fábrica que tiene la General Motors, pero que él era ingeniero y que a los 55 años lo habían prejubilado, y de eso ya hacía 4. Le miraba y para nada aparentaba que tenía 59, a lo sumo 49,pero tantos no. Me contó también que su mujer era de Irlanda, y que él aunque nació en Japón, vivía en América, y que hacía 2 o 3 viajes al año. Incluso me dio la dirección de una pagina web, donde según él, podría encontrar viajes a menos de la mitad de precio. Me habló de cruceros por la Patagonia, por los fiordos, por Australia…. Estaba como vulgarmente se dice, forrado, y con una manera de hablar, que más que hablar, sonreía, siempre sonreía.

Al salir del embarcadero, en muy poco rato, vimos a barcos de la Armada del Perú, suponemos que en misión de vigilancia o de entreno para sus marinos. Estaban anclados en el mar, a pocos metros de la orilla. También había un mercante chino, cargando maíz.

Con la conversación tan amena, casi no me di cuenta y llegamos ya a nuestro primer punto del viaje. El candelabro. Figura esculpida en la arena, similar a las líneas de Nazca, y que también nadie sabe, por que esta ahí ni para que. Hicimos las fotos de rigor y nos dirigimos ya, hacia las Islas Ballestas, Reserva Natural. La Bahía de Paracas esta considerada toda una reserva natural y fue el lugar donde el General José de San Martín, empezó lo que se denominó la liberalización de la ocupación española.

Nosotros a la bahía no fuimos, tan solo a las Islas Ballestas, 3 enormes islas, o más bien grandes rocas situadas a 10 millas de la costa, más o menos unos 40 minutos en lancha. Estas islas están habitadas por enormes colonias de Lobos marinos, Pelícanos, Cormoranes, Pingüinos Humboldt, Alcatraces, y otros pájaros. A medida que nos acercábamos empezamos a ver, primero a lo lejos, algún lobo marino, o foca, como lo llamábamos erróneamente nosotros. Al ir bordeando las rocas, las colonias de lobos marinos crecían en numero y pudimos ver desde a un macho, con su corte de 6 o 7 hembras al lado, hasta a las madres, dando de mamar a las crías, apoyadas en las rocas, y a una pequeña playa, llamada la maternidad donde las hembras depositan a sus crías. Una enorme concentración de pelícanos estaba en un lateral de una roca y a lo fondo, y muy diminuto, pudimos ver 2 pingüinos, pero como son pequeños, costaban de ver.

Todas las rocas estaban llenas del Guano, excremento de las aves básicamente de los cormoranes y el alcatraz, y que cada 2 o 3 años, unos operarios se encargan de recoger, y de apilar en enormes sacos en una de las islas que tiene un almacén, y este excremento es utilizado para fertilizante. Con los golpes de la marea, al realizar su subida y bajada, se pueden ver estrellas de mar, y cangrejos, vistosos y grandes cangrejos rojos que trepan por las rocas. Las focas marinas, lanzándose desde las rocas como si quisieran venir a saludarnos, el ruido de las miles de aves, volando encima nuestro y con riesgo de que dejaran caer alguna defecación en nuestras cabezas, el paisaje…estabamos en una de las más bellas estampas que recuerdo yo del Perú. Hicimos infinidad de fotos, y aunque algunas salieron casi repetidas, todas valieron la pena. Al cabo de una hora y media de paseo regresamos a Paracas, y por el trayecto pudimos tocar el mar, con los saltos de la lancha, conseguimos mojarnos los dedos.

Al llegar al embarcadero, nos invitaron a una infusión o a un café en un pequeño bar, que parecía que estuviera flotando sobre el mar. Sentados en su terraza, tomando el sol, estuvimos un buen rato, saboreando el mate de coca. Luego salimos del embarcadero y del hotel y nos fuimos a pasear por el pueblo de Paracas. A la salida del hotel, estaban también los vendedores de souvenirs, chicos jóvenes, esperando que algún turista les compre cualquier cosa. Fuimos hacia el pueblo y en la orilla de la playa había gente trabajando arreglando la calle y un montón de bares, y en cada cual de ellos un chico o chica te invitaba a sentarte en ellos, casi te asaltaban. Uno de ellos nos hizo gracia puesto que al preguntarnos de donde éramos le dijimos que de Barcelona, y nos empezó a decir, “ah!! Pa amb tomaquet!!, Barça!! Le sonreímos y seguimos caminando hacia una especie de mercadillo que había al final del paseo y en su playa nos acercamos a unos pelicanos que caminaban por allí, y que no tenían ningún miedo al hombre, es más, Encarna se acercó a hacerse una foto con ellos y apenas se inmutaron.

Caminamos de regreso hacia el hotel, pero como aún quedaban más de 2 horas para que el autocar nos llevara de vuelta a Lima, volvimos a regresar a Paracas. Un pescador estaba arreglando su barca, mientras de fondo sonaba la música de Eros Ramazotti. Un Médico con su bata blanca, se paseaba por la calle y la gente del lugar le saludaba con reverencia. Nos miro a nosotros y nos hizo un gesto de saludo acompañado de una sonrisa. Puestos a escoger, nos sentamos en el lugar donde aquel chico nos había hablado en semi catalán.

Pedimos algo para picar, y nos puso un plato de varios pescados rebozados en trozos pequeños, junto con una cerveza. Se estaba de cine, fresco, sin calor, contemplando aquella especie de paseo marítimo autóctono. Se acerco un vendedor de periódicos y le compre uno. La República se llamaba y su coste era de 1.50 soles (60 pts). Los periódicos en Perú, tanto este como otros que vimos más adelante, son de bastantes menos paginas que es España, a lo sumo son de 20 o 30 paginas y son como todos. Política, nación, internacional, deportes, etc. Me hizo gracia que al Barça, se le escribiera como Barza.

También me entere que la cantante Gloria Estefan, estaba hasta el día 16 en Cusco, rodando un videoclip de su nuevo álbum, que se iba a publicar en Septiembre. Otra cosa que también tiene Perú es mucha prensa que podríamos llamar amarilla con titulares parecidos a los de “Se lo hacia con la muerta”, “ Se comía sus perros”, “la violo despues de matarla”, y otros por el estilo. Era curioso, pero era el tipo de prensa más numeroso en cualquier puesto. Una especie de “El caso”, pero en Perú.

Que pereza daba el levantarse de ahí e irse hacia el hotel, pero lo hicimos, y a las 3 en punto el autobús nos vino a buscar al hotel. El hotel estaba algo alejado del pueblo y antes de llegar a él se cruzaba una barrera, como la un peaje de autopista, donde en una pequeña torre, con su cabina de “peaje” de color amarillo chillón, había unas letras pintadas en la pared que ponían “Bienvenido a Paracas” y encima de ello “Inca Kola, la bebida del Perú”. Siguiendo por la carretera se llegaba a la verja que daba entrada al hotel, y que tan solo era abierta por el portero del mismo, un hombre moreno, con uniforme totalmente blanco y gorra del mismo color. Como si fuera una película se llamaba Tobias.

En el autobús, nos volvimos a encontrar la pareja de Barcelona, Felipe, el americano-japones y una chica que iba sola muy obesa de Holanda. Felipe que ya llevaba 10 días en Perú, nos dio algún consejo sobre las compras en Cusco y sobre las tiendas que debíamos visitar, pues según él, los precios estaban más baratos que en el centro. Nos habló de la cuesta de San Blas, en Cusco, y nos volvió a recordar la pagina web de viajes económicos.

En el autobús de regreso a Lima, íbamos también sentados en primera fila del piso superior, pero como nos daba el sol, a ratos se pasaba un poco de calor. Entramos en el pueblo de Cañete, aún no se para que, puesto que cuando el autobús paró en la estación de autobuses, no vimos que se apeara nadie ni tampoco que subiera. Tan solo una mujer de avanzada edad se acercó al autobús y entregó un pequeño paquete al chofer. En el pueblo de Cañete, había mercado en la calle, y nos hubiera gustado pasear por él, puesto que desde la ventana del autobús se adivinaba un mercado diferente de los de artesanía, y quizá con algo más de alimentación.

En la calle principal, por donde transitaba el autobús, había un local, parecido a un viejo almacén, con la entrada de madera y con poca luz, en su interior, no se adivinaba cual era su actividad, pero un cartel colgado al lado de la puerta lo dejaba claro. “Salón de estética Unisex”…

El sol se fue ocultando con la misma rapidez que la Garúa típica de Lima y el anochecer hacía ya su aparición. Alrededor de la 6 de la tarde, llegábamos a Lima, y en la estación nos estaba esperando ya Elmer, el chofer, para llevarnos con su auto a nuestro hotel.

Esta vez nos dieron otra habitación, en el piso segundo y era con camas separadas; le pedimos al conserje, que si nos la podía cambiar por una de matrimonio, y él, desde la habitación, hizo la intención de llamar a conserjería. Creo que solo la hizo, por que no dijo nada, tan solo que no había habitaciones libres, que el hotel estaba lleno. Tuvimos que hacerle caso. Como era pronto salimos a dar una vuelta por Lima, y quisimos entrar en un banco para cambiar soles. Entramos en el BBVA, o be be uva, como lo llaman en Perú, y como ya era casi su hora de cierre, ( en Perú la mayoría de bancos cierran sobre las 6.30 o 7 de la tarde), pues detrás de nosotros el guarda de seguridad, ya cerro la puerta. Preguntamos el cambio y era muy caro, él más caro que nos dijeron en todo Perú, 3.38; resultaba pues más económico el cambiarlo en la calle o en las casas de cambio. Compramos algunas postales para enviar y regresamos al hotel.

A los pocos minutos de estar en la habitación, como si hubiera adivinado nuestra presencia, sonó el teléfono y era el hermano de Encarna, David, que estaba destinado por su empresa unos días en Lima, y como ya lo sabíamos con anterioridad, pero no sabíamos la fecha exacta en la que él estaría, le dimos el teléfono del hotel, los días que estaríamos y el nos llamó, para vernos claro.

Sobre las 8.30 de la noche, vino David a nuestro hotel y después de las salutaciones y demás, decidimos ir a cenar. David tenia el nombre de varios restaurantes que le habían dado sus compañeros de trabajo, pero nos acercamos a recepción, y preguntamos por alguno de ellos, que como estaban y tal. Al nombrar “Las Brujas de Cachiche”, Carlos Alfredo, uno de los conserjes del hotel, ( el mismo de antes), se ofreció en reservarnos mesa, además de loarnos lo bueno del restaurante. Además nos dio una tarjeta con la que presentándola en el Restaurante, nos invitarían a un Pisco Sour. Supongo que por cada reserva que hagan desde el hotel, también se llevaran su comisioncilla. Carlos nos pidió un taxi, nos negoció el precio, 4 soles y nos fuimos los tres a cenar.


El restaurante realmente era precioso, estaba situado en la calle Bolognesi 460, y era uno de los más caros de Lima, acogedor, con poca, luz, intimista, mesas grandes de madera, redondas, y una carta con unos precios, que aunque siendo caros, eran más baratos que en Barcelona. Pedimos la cena, y el Maitre nos presentó a una chica, muy guapa que era la encargada de los vinos. La cena, la bebida, fue todo deliciosa, la conversación con David, contándonos todo lo que habíamos hecho y lo que aún nos quedaba por hacer. Hablamos de nuestros planes futuros, etc. Probamos los Anticuchos que son trozos de corazón de alguna res, fritos o rebozados pero que están buenisimos. También el lomo saltado que son trozos de lomo o de solomillo, cortados en trozos muy finos, y servidos con un poco de arroz y cebollas, patatas y tomate.

Mientras cenábamos, había un trío de cantantes, con su guitarra, que amenizaban la comida, y que lógicamente, luego se acercaban por las mesas buscando su propina. Yo me acerque a ellos, y les pedí que si podían dedicarle una canción romántica “a mi esposa”… “- como no señor”. Y rápidamente vinieron para ponerse detrás de Encarna, mientras le cantaban un Bolero. “Sin ti…no podré vivir jamás… Sin ti…” Encarna se puso rojisima, y después de propina, le dedicaron otra. Al terminar de cenar, cuando ya casi nos íbamos, cerca de la 1 de la madrugada, vinieron otra vez, para dedicarle otra canción a Encarna. Yo les pedí una en especial, “por debajo de la mesa”, de Armando Manzanero y popularizada por Luis Miguel, pero tan solo él más joven de los tres, la sabia, el resto no…

Al salir del restaurante cogimos un taxi, algo más caro que el anterior, pero claro, tenia suplemento nocturno, nos dijeron. Nosotros nos quedamos cerca del hotel, en el parque central de Miraflores, y David siguió luego con el taxi, hasta San Isidro.

Eran casi las 2 de la madrugada, cuando nos acostábamos, disfrutando aún de un viaje precioso, aún que lo más lindo, estaba aún por llegar. Mañana nos íbamos a Arequipa, a la República Independiente de Arequipa.

DIA 5º JUEVES 10-07-03 LIMA-AREQUIPA

Aunque nos acostamos tarde, no nos levantamos demasiado tarde tampoco. Debíamos hacer de nuevo las maletas puesto que sobre las 10 de la mañana nos vendrían a buscar, para ir al aeropuerto de Lima para coger el vuelo 1171, de la compañía Aerocontinente con destino a la ciudad de Arequipa.

Después de desayunar yo me fui a una agencia de correos, para enviar las primeras postales que habíamos comprado. En toda Lima, hay varias agencias de Servi-Post, que es la compañía que se encarga de los envíos postales en Perú. La agencia estaba a unos 500 mts del hotel o sea que hice una pequeña caminata. En Lima los nombres de las calles, están siempre en unos letreros de color verde en lo alto de una especie de mástil y al comienzo de cada cuadra. La denominación de cuadra, es similar a lo que en España seria una manzana. Y es fácil oír a los lugareños, o ver en los carteles, Avenida tal, cuadra 2. Y eso en cada cruce, en cada manzana/cuadra.

Los carteles de las calles se asemejan a los que se ven en algunas ciudades americanas, como por ejemplo en Nueva York. Otra cosa es la numeración de las calles. Mejor no fiarse que los números guardan un orden correlativo, por que no es siempre así, y se puede pasar del numero 100 al 200 en menos de una cuadra.

A las 9.45 Sandy, ya nos estaba esperando en recepción, y con el taxi y el chofer, el Sr. Elmer, nos fuimos hacia el aeropuerto. Elmer por el camino nos fue contando cosas de Arequipa, puesto que él era de ahí. Que si necesitaríamos un pasaporte especial, que si necesitaríamos moneda diferente, que si nos sentiríamos con en casa, y que los Arequipeños “eran como los catalanes”. Algo de razón tenia. Esta vez si que me fije más en el trayecto hacia el aeropuerto, puesto que el día de la llegada al ser de noche, y al estar atento a las explicaciones de Sandy, pues casi no me fije. En la fachada de la terminal del aeropuerto, había una gran escarapela, con los colores de la bandera del Perú, el rojo y el blanco. Las fiestas patrias, se acercaban y el aeropuerto se vestía para ello. Facturamos las maletas, y después tuvimos que ir a pagar la tasa por uso de aeropuerto, que para vuelos nacionales, es de 5 dólares por persona.

Nos sentamos en la sala de embarque, y mientras por la televisión del aeropuerto, nos enteramos de los fichajes del Barça de fútbol y vimos un reportaje sobre una megaestrella de la canción española, aclamado y endiosado por el locutor. Su nombre, muy popular en España: David Bisbal.

Mientras esperábamos la hora de partir, vimos a un grupo de personas, 5, y en las cuales Encarna creyó descubrir a una chica que había visto por los pasillos de la Universidad. El mundo es muy pequeño a veces. El vuelo se retraso unos 30 minutos y finalmente subimos al avión, uno pequeñito con destino a Arequipa.

Mientras íbamos dentro del avión hacia la pista de despegue, pudimos observar todo lo grande que era el aeropuerto de Lima, y que en unos hangares, en la parte más alejada de la terminal, habían un montón de aviones y avionetas militares en estado de semi-abandono, casi como de desguace.
Arequipa, es la segunda ciudad más importante de Perú; tiene cerca de 700.000 habitantes.

Esta situada al sur del Perú, más cerca de la frontera con chile, a una altitud de 2325 mts. en el desierto montañoso de los Andes occidentales, y también es conocida como la ciudad blanca, nombre que le viene, puesto que en tiempos de los conquistadores, era la ciudad que albergaba mayor numero de Españoles, de blancos, de baluarte de la tradición Española, aunque algunos lugareños les gusta referirse a ello por el color de las piedras de tufo volcánico, o sillar como también lo llaman. Arequipa esta a 1800 Klms de Lima. Esta rodeada de montañas y de volcanes, como el Misti (5822 mts.) El Chachani (6975 mts) o el Pichu Pichu (5554 mts.) El Misti es él más imponente y casi puede verse desde cualquier punto de la ciudad. Los Arequipeños suelen citar muchas veces un dicho que dice así…”Cuando la luna se separó de la tierra, olvidó llevarse a Arequipa”…

El clima era mejor que en Lima. Más sol, más calor, parecido a una eterna primavera. El vuelo duró 1 hora poco más, y al llegar al aeropuerto, cuando desembarcamos del avión, vimos que el aeropuerto, de una sola pista, tiene muchos adornos en sus digamos andenes, con flores, y con una figura de bronce muy bonita, en la entrada de la terminal. Las maletas tardaron poco, y fue curioso puesto que desde la cinta donde las deberíamos recoger, vimos a los mozos, como las sacaban del avión, y como las traían hacia nosotros.

Con un carrito salimos hacia fuera, y divisamos un cartel con nuestro nombre, en manos de una chica. Nos dirigimos a ella y enseguida nos acompaño hacia el coche. Alguna compañera suya le grita al vernos, “ que se llevaba el premio gordo”. No sabemos si lo dijo, por la nacionalidad, o por la juventud, o que, lo cierto es que nos hizo gracia esa afirmación. Nohelia, que así se llamaba nuestra guía, era una chica de 25 años, con la carita redondita, con su media cabellera recogida, morena como no, y sobre todo muy simpática.

Para nosotros fue la mejor guía que tuvimos en todo nuestro viaje. Su agencia, o mejor dicho, la agencia que se encargaba de nosotros, no era Pacifico como en Lima, sino que esta se llamaba Atisa Tours.

De trayecto hacia Arequipa, nos contó que acababa de dejar en el aeropuerto, a la pareja que vino con nosotros el primer día, los mallorquines, puesto que el vuelo que nos dejo en Arequipa, seguía luego hacia Puno. Además nos informo, que estos chicos, en Lima, fueron asaltados y que una cámara de fotos muy grande y vistosa que él llevaba, pues se la robaron. Nos dio lastima, puesto que una de las cosas que siempre nos avisaron es de la delincuencia, y de no frecuentar según que sitios por la noche y menos solos.

La ciudad de Arequipa, era a primera impresión, preciosa. Limpia, más ordenada, y con el sol en su esplendor le daba un aspecto más alegre, muy al contrario que Lima. Inmediatamente después de subirnos al coche, nos fuimos hacia un mirador donde se veían los tres volcanes que rodeaban la ciudad, y donde nos han dado un zumo de tumbo y de papaya arequipeña.

También probamos unos caramelos que nos dijo que eran para el apetito sexual. El paisaje era de postal, con unas vistas de un semi valle, todo de color verde, con un río al fondo y los volcanes con puntas de nieve en sus cumbres y las escasas nubes bordeando sus picos. Precioso, de postal, y calor, mucho calor. Antes de llegar al mirador, por el camino con el coche, oímos petardos, fuertes; el chofer bromeo sobre que eran por nuestra llegada, pero lo cierto es que eran por la celebración de alguna boda.

Nohelia se sentó con nosotros y nos empezó a contar cosas de Arequipa, de su historia, de sus gentes, de sus paisajes. Arequipa cuyo nombre deriva de una palabra Aymará “el lugar situado detrás del pico”, quizá se referían al Misti. Los Aymarás que procedían de la zona del Titicaca, poblaron estas tierras. Otra versión sin embargo dice que el nombre proviene de una palabra quechua; Que una leyenda cuenta que el cuarto Inca, Mayta Capac viajaba por el valle, se queda tan fascinado que ordeno a su comitiva que se detuviera, exclamando “Ari, quipay”, es decir, “si, quédate”.

En 1540, en plena conquista Española, la ciudad fue refundada por Manuel de Carvajal y al año siguiente el rey Carlos I, le concedió el rango de ciudad de la Asunción de Nuestra Señora del Valle de Arequipa. Durante el Virreinato, Arequipa se convirtió en una ciudad muy importante al encontrarse en la ruta de las minas del Potosí, en Bolivia. Sin embargo no se conserva ningún edificio original de tiempos incas. La ciudad ha sido castigada numerosas veces por los terremotos, como los de 1687, 1868, 1958 o 1960.

Nohelia, nos enseño una pequeña granja que había detrás del bar, donde nos sirvieron los zumos y en la que había unos pequeños roedores con la cola de una ardilla, típicos de la zona y también había una alpaca a la que le pude dar directamente hierba de comer… Y no se movía de mi lado, mientras tuvo algo que comer…La pareja de Barcelona, que habíamos conocido en la excursión a las Islas Ballestas, también estaban pero con otra guía, por que aunque hacíamos lo mismo, ellos viajaban con otro touroperador y tenían otros guías.

Fascinados por el cambio de paisaje sobre Lima, emprendimos marcha hacia la ciudad de Arequipa, y un cartel nos indica que la globalizacion también llego a Perú. En la entrada una pancarta ponía…”Colgate te da la bienvenida”… Nos dirigimos hacia una especie de barrio residencial de Arequipa, llamado Yanahuara, en donde bajamos del taxi y nos acercamos a la fachada de una iglesia, de 1750, donde en un lateral había una cruz con la figura de un Cristo, pero un poco particular.

La imagen estaba llena de símbolos, como una hoz, elementos de siembra, martillo, como si cada gremio le hubiera puesto un símbolo de su trabajo a modo de ofrenda, para solicitar la protección del Cristo. La plaza era pequeña, pero muy bonita, con unos enormes arboles que le daban una providencial sombra.

Después fuimos hacia nuestro hotel, que estaba situado en la misma Plaza de Armas; Posada del Inca Arequipa. Tan solo dejamos las maletas y los “Vauchers” y nos fuimos directos al Convento de Santa Catalina, pues sé hacia tarde. Nohelia nos entro, y nos dejo en manos de una de las guías, que están dentro del recinto para los turistas. Empezamos la visita Encarna y yo, y como se iba incorporando gente, terminamos siendo unos 9.

El Convento esta situado detrás mismo de la Plaza de Armas, y es en realidad un pequeño pueblo dentro de una ciudad. En el convento viven ahora mismo unas 30 monjas, totalmente alejadas de las visitas, del ajetreo y de los turistas, tan solo están dedicadas a su vida monástica.

El convento fue construido en 1580 por una rica viuda llamada María de Guzmán para acoger a las monjas de clausura. Construido con sillar, este monasterio ha sobrevivido a todos los terremotos que han asolado estas tierras sobre todo los de 1958 y 1960. Aunque a raíz de ellos, se han llevado grandes reformas y se ha restaurado para abrirlo al turismo. En los primeros tiempos llegaron a vivir más de 400 monjas, y algunas de ellas, tenían criadas para su servicio, hasta cuatro cada una, aparte de los músicos que eran a veces invitados para dar conciertos. Estas monjas fueron derivándose un poco de lo que debía ser la norma de comportamiento normal en unas monjas, hasta que un día un Papa, ( no recuerdo su nombre), se entero de ese comportamiento y emprendió una amplia reforma.

Las chicas solían ingresar en el monasterio muy jóvenes, a los 13 años era bastante habitual. Las costumbres de la época decían que el primer hijo varón, seria el heredero, el segundo debía ser militar y el tercero sacerdote y para las chicas, la primera era la casadera y todas las demás debian ser monjas, puesto que cuantas más hijas se le ofrecieran a Dios, más cerca tenían la salvación sus padres.

Entrar en el monasterio no era fácil; Era un gran privilegio que se pagaba en oro y plata y en cantidades astronómicas para la época, por lo cual solo entraban las hijas de las familias más acaudaladas y que además entraban con novicias como criadas. El monasterio alberga también historias y leyendas sobre violencias, intrigas políticas, sacrificios, etc. La visita comienza mostrándonos las pequeñas ventanas por las cuales las monjas se comunicaban con el exterior, al recibir alimentos, etc., una especie de pasillo, austero y con poca luz, puesto que poca luz podía haber en el momento de contacto con el mundo exterior. Luego accedemos a una entrada donde un arco de piedra con el rotulo de Silencio nos indica que se entra en un lugar de silencio y recogimiento. Avanzando a través de unas calles de color rojizo, llegamos al claustro mayor, con pinturas en sus paredes, y con unas celdas iluminadas para que pudiéramos ver como eran las celdas de las novicias. Algunas de ellas aún conservan utensilios de la época. Siguiendo por una calle estrecha se llega al Claustro de los Naranjos, donde una gran cruz en el suelo, parece indicar como un punto y aparte de lo que habíamos visto y de lo que vendría ahora.

La ciudad del monasterio se abría ante nosotros, con un montón de calles, y callejuelas, algunas de ellas, con nombre de ciudad española, puesto que su decoración, intentaba asemejarse a la de esas ciudades. Pasamos por la calle Burgos, Toledo, Málaga, Sevilla, Granada, Córdoba, …plazas, fuentes, jardines, lavandería, coro, celdas, cocina, calles estrechas pero con un sabor de misticismo, de recogimiento, en tono rojo suave, amarillo o blanco. Dejando la calle Toledo, la más larga, se llega a unas escalinatas, donde estaba situada la lavandería; el agua brotaba por la parte de arriba y al ir cayendo por el desnivel habían unos pequeños recipientes de piedra, y unas tinajas que eran el lugar donde las monjas lavaban las prendas.

Seguimos por la calle Burgos, y llegamos a un mirador, que después de subir un montón de escaleras muy empinadas, se llega a una terraza con una vista increíble de toda Arequipa, sus volcanes, y se aprecia la grandiosidad del Convento. Siguiendo con la ruta, pasamos por la cocina, el lugar donde se amasaba el pan, lugar que tenia también su lecho, puesto que la hermana a la que le tocaba hacer el pan, debía dormir la noche antes en aquel sitio.

Después llegamos a la celda en la que vivió Sor Ana de los Angeles Monteagudo, religiosa que murió en 1686 y que fue beatificada por el Papa en 1985, puesto que esta documentado que aquella religiosa, tenia el don de la levitación, de la reciprocidad (estar en dos sitios a la vez) y el de la adivinación. Nos contó la guía uno de los milagros que despierta más admiración en Arequipa, atribuidos a esta Santa y que más o menos dice así. Hace tiempo, un hombre tenia a su mujer enferma de Cáncer de Utero, estaba desahuciada por los médicos y tan solo estaban esperando el fatídico momento. El hombre, devoto de esta Santa, se acerco al convento para pedir a las monjas que si podían rezar por ella, pero además les pidió un poco de arena de la tumba donde estaba enterrada Sor Ana de los Angeles. Las monjas accedieron y aquel hombre, froto con la tierra, el vientre de su esposa. Milagrosamente, el cáncer desapareció y ella se curó, viviendo un montón de años más. Cuando te cuentan historias así, con la devoción que se le notaba a la guía y en un lugar como ese, en la celda de la religiosa en cuestión, llena de imágenes de ella y de sus utensilios diarios, a uno, se le pone la carne de gallina.

Saliendo de este lugar se llega a la Pinacoteca, que tiene más de 400 obras muchas de ellas restauradas, y se puede ver el altar y el lugar donde se celebran las misas. En aquel monasterio se debe de estar más de una tarde entera, pero nosotros hicimos la visita en tan solo hora y media, puesto que cerraban. Merece la pena visitarlo, y aunque no se sea creyente, la grandiosidad combinada con la austeridad del lugar, y la decoración lo hacen precioso. Es sin duda el edificio religioso colonial más fascinante de todo el Perú.

Nohelia nos estaba esperando a la salida, para llevarnos caminando hacia la Plaza de Armas, donde daba la casualidad que se estaba preparando un escenario para un concierto de una celebración de antiguos alumnos, de un colegio muy importante de Arequipa.

Entramos en la catedral, que he de decir, que lo poco que pudimos ver de ella, me gusto mucho, y vimos pocas cosas por que se estaba oficiando misa, y no interrumpimos demasiado. Fue construida en 1656, destruida por un incendio en 1844 y por el terremoto de 1868, tras la cual fue de nuevo reconstruida. Tiene las bóvedas muy altas y esta pintada con colores muy claros, dando una sensación de luminosidad. En el altar ondea la Bandera del Vaticano, siendo esta catedral, una de las cien en todo el mundo que gozan de ese privilegio. En el interior hay 12 columnas que representan a los 12 apóstoles y que están echas de mármol italiano. Hay un órgano, donado por el gobierno belga y que es el mayor de toda América del Sur.

Saliendo de la catedral, cruzamos toda la Plaza para dirigirnos al otro extremo de la misma, para visitar la Iglesia de los Jesuitas, también llamada La Compañía. Se construyo a principios del siglo XVII y esta bastante bien construida a prueba de terremotos.

Tiene grandes retablos de madera y muchos frescos, además dentro de ella, hay una capillita, toda pintada de motivos religiosos, de frescos por todo el interior y donde esta enterrado el fundador de la Compañía de Jesús, San Ignacio de Loyola, aunque murió en Roma. Su altar está recubierto casi en su totalidad de pan de oro de 18 kilates. Saliendo de la iglesia se acceden a unos claustros, en donde hay tiendas de artesanía, prendas de Alpaca y demás. Eran ya más de las 6 de la tarde, y la visita de la ciudad se acababa. Como teníamos el hotel a 100 mts, nos despedimos de Nohelia, hasta el día siguiente, y nos fuimos al hotel a descansar un rato.

La habitación estaba bien, no daba al exterior, pero era amplia, con dos camas, pero bueno, nosotros las juntamos. A eso de las 7 y media salimos a dar una vuelta por las calles de Arequipa y a buscar un sitio para cenar. Arequipa, era como cariñosamente la llamaba Nohelia, Ticolandia, en referencia que de cada 2 coches, uno era un Daewo tico y casi todos esos modelos eran taxis, pintados con vistosos colores y con los nombres de las compañías de taxis escritos en mil y una formas. El arcoiris de modelos, y colores que ocasionaban esos taxis, era increíblemente curioso.
Paseamos por los porches que había en la Plaza de Armas donde en cada portal, una chica te invitaba a que probaras su restaurante.

Subimos por la calle San Francisco, toda llena de bares y restaurantes, y después de mucho pasear y de decidirnos por uno u otro, nos decantamos por uno que era como dos restaurantes en uno. Por una puerta se accedía al local de comida Italiana, y por la otra puerta se entraba al restaurante donde servían el plato típico de Arequipa: Los camarones; aunque por dentro se comunicaban entre sí. ¿El nombre del restaurante?, pues casi es fácil de adivinar. El camarón. Y lógicamente nos pedimos una bandeja de ellos, ni que decir tiene que estaban deliciosos y jamás en mi vida había comido tantos. De fondo, alguien tocaba el acordeón. Toda la bandeja de camarones fresquisimos y toda la cena, no nos costo más de 4000 ptas.

Después de cenar, nos dirigimos hacia la Plaza de Armas, puesto que nuestro hotel estaba allí, y nos detuvimos un rato a oír a los cantantes que estaban actuando. Uno de los colegios más importantes en Arequipa, quizás el que más, es el colegio Independencia. Y esa noche se celebraba el encuentro de antiguos alumnos. El presentador del acto iba nombrando a algunos de ellos y estos salían a cantar, canciones populares y también alguna de más particular de la ciudad. A veces de fondo, y con estruendo se gritaba el nombre del colegio: INDEPENDENCIA!!!. El grito sonaba con rabia, con fuerza; quizás era por un doble motivo, puesto que de la historia de Arequipa, Nohelia, nos contó más cosas en los siguientes días.

Subimos al hotel, y desde su terraza, sentados frente a la Plaza, nos quedamos un buen rato escuchando y mirando el concierto. A cada canción, le seguía el grito de guerra INDEPENDENCIA!!!.
Nos fuimos a acostar, y a preparar de nuevo maletas, teníamos que dejar 2 en el hotel y llevarnos solo una. A la mañana siguiente nos esperaba una dura excursión y dormíamos en otro lugar. Como siempre me decía Encarna, “ la vida del turista es dura”.


DIA 6º VIERNES 11-07-03 AREQUIPA-CHIVAY

De nuevo teníamos que deshacer maletas para volverlas a hacer, puesto que hoy nos íbamos a la excursión del Valle del Colca, y dormiriamos una noche en Chivay.
A las 7 de la mañana, arriba. Desayuno copioso puesto que la cadena de hoteles Sonesta Posadas del Inca, eran unos buffets muy abundantes. Se podía comer para casi todo el día. Después de dejar las maletas y demás, a las 8.30 de la mañana Nohelia nos vino a buscar al hotel. Nuestro chofer para esos 2 días, era el Sr. Valdivia, persona de unos 45 años y con aspecto de bonachón, del típico padre de película, de mediana estatura y de simpatía innata.

Nuestro coche era como una furgoneta pero con asientos en la parte del maletero y una capacidad de 9 personas, y tan solo éramos 4.
Salimos de Arequipa, después de recorrer un montón de calles, y poder comprobar una vez más la diferencia de ambiente con respecto a Lima.

Saliendo de Arequipa, nos detuvimos en una tienda para comprar agua. Resultaba curioso ver que esa tienda estaba repleta de gente, de turistas, comprando agua y alimentos y las de alrededor poco menos que vacías. Quizás tenia algún acuerdo, o comisión con los choferes y guías respectivos. Ibamos a estar a alturas superiores a los 4000 mts y con un sol de justicia. Llevar agua estaba más que justificado.

Antes de salir definitivamente de Arequipa, tuvimos una sorpresa, mitad agradable, mitad penosa pero tranquilizadora. Nos detuvimos en un control de seguridad; de seguridad de los turistas que ascendían al cañón del Colca. Un inspector altísimo, con un bigote también enorme y provisto de su identificación correspondiente vino al coche para comprobar si nuestro vehículo llevaba aparte de los papeles necesarios un botiquín de primeros auxilios.

El funcionario repaso el botiquín con el Sr. Valdivia y fue comprobando una a una todas las cosas que en el se encontraban. Gasas, Algodón, Alcohol, etc. Había de todo, quizás no muy religiosamente puesto, pero lo había. Mientras nosotros dentro del coche observábamos la escena. Nohelia trataba de minimizar la inspección. Y luego le toco el turno a la botella de oxigeno…La Botella de oxigeno!!!. El balón de oxigeno como le llaman ellos. No sabíamos que era necesario para la excursión, y haberla, la había, pero estaba desmontada y nuestro chofer, no sabia montarla. Nohelia seguía quitando tensión a la situación. “-Mis pasajeros son fuertes”, decía ella, y el Inspector le pregunto a Encarna, “¿-usted Srta. Ha subido muchas veces a 5000 mts?”,

Los minutos pasaban y nuestro chofer sé hacia un lío con la botella…”-creo que tendrán que volver a Arequipa por una que este montada” nos decía el inspector, mientras iba y venia revisando los diferentes coches que también se paraban al control. De repente en nuestro taxi se congregaron el inspector, una inspectora, un policía, y nuestro chofer llamando por teléfono a la ciudad, supongo que buscando una solución.. “- es que este no es mi carro, el mío si que lo lleva todo correcto,”, decía el chofer. “-Pues su obligación es comprobarlo, puesto que la seguridad de sus pasajeros, depende de ello”…”fíjese el tiempo que lleva, para montar la botella, vuelva a Arequipa”.

Con el trasiego de los autos que paraban, el inspector se olvido un poco de nosotros y Nohelia aprovecho para fijarse en las botellas de los demás coches, para así poder montar la nuestra. Al final, pasada más de media hora, la botella de marras consiguió ser montada, y lo que es más importante probada y ver que había oxigeno dentro de ella y que el chofer sabia manejarla. Avisamos de nuevo al inspector y después de la oportuna comprobación y de las disculpas del chofer, proseguimos la ruta. Ciertamente gracias a Nohelia, pudimos emprender el viaje, y aunque personalmente creo que no hubiéramos necesitado el oxigeno, me gusto y me sorprendo gratamente, la preocupación de las autoridades por la seguridad de sus turistas, y también la pericia de Nohelia, para solventar la situación.

Bromeamos un poco sobre lo ocurrido y emprendimos ya ahora sí, y con 45 minutos de retraso, la excursión. Saliendo de Arequipa, se van dejando atrás las zonas verdes y se va entrando en una zona con mucha aridez, sol abrasador, y un paisaje curioso de sequedad y al fondo las cumbres de los volcanes acompañándonos con sus picos medio nevados. El paisaje seco, semi desértico y de pronto a la vera de unos pequeños riachuelos, casi secos, las primeras vicuñas en nuestra ruta.

Estabamos cruzando la Reserva Nacional Salinas y Aguada Blanca, que abarca unas 367.000 hectáreas. La vicuña es como una gacela, protegida por el gobierno, pues esta en peligro de extinción. Es la más pequeña de todos los camelidos que vimos. Nos detuvimos a pie de carretera en medio de la reserva natural de vicuñas, para hacer las fotos de rigor, aunque más adelante paramos por que entonces los animales que vimos, completamente sueltos y pastando libremente eran Alpacas y Llamas. Aprendimos a diferenciarlos. Las alpacas con mayor pelaje y las orejas de punta y un gran rabo.

La llama es algo más grande, con un rabo más pequeño y las orejas estiradas hacia atrás. También nos tuvimos que detener una vez por necesidades fisiológicas, y aprovechamos que en medio de aquella extensión de aridez, había una casa, o mejor dicho una casa semi destruida, y en la que había gente viviendo en ella. Un chico de unos 7 años nos saludo como si nuestra parada no le fuera del todo extraña. Por el camino nos encontramos con “un peaje” muy curioso. La carretera que en determinados trozos es de piedra, y esta llena de agujeros, tiene a unos chiquitos guardas de ella, que taponan los agujeros del terreno con los pies, y a cambio de dejarte pasar, pues bloquean la carretera con una cadena que sujetan ellos mismos, te piden un peaje en forma de donativo, caramelos, etc. Nohelia llevaba unas bolsas de caramelos que les dio, y si me hubieran pedido a mí, también se lo hubiera dado. Sus caritas llenas de una picara inocencia, sus ropas, su aspecto, y sobre todo, la zona en la que estaban…no me hubiera importado “pagar un mayor peaje”. Quizás también el fruto de la novedad y la curiosidad de la escena, hacían su efecto.

Más adelante paramos en un bar, que debía ser el acordado por todos los tours, puesto que estaba lleno de turistas. Aparte de bar, y de tomarnos el mate de coca de rigor, también había la típica venta de artesanía, de adornos, souvenirs y alimentos y algo que no encontramos en ningún lugar fuera de Arequipa. Los caramelos de coca. Caramelos con un relleno de mate de coca, y que lógicamente compramos. Aprovechamos para ir al baño y seguimos camino. Me imagino que nuestros guías, debian de tener alguna amistad con los dueños del lugar, puesto que entraron sin problemas en la cocina del bar, y saludaron muy amigablemente a los dueños. La carretera era de pena, Llena de baches, y más que carretera era camino de piedras. Nohelia ya nos había avisado y advertido de que tuviéramos la mente receptiva por el trayecto. Y lo teníamos.


El Sr. Valdivia me dio unas hojas de coca, para que las masticara, y lo hice. Las mástique hasta la saciedad, le extraje todo el jugo y luego aquella pequeña bola insípida que debe de tirarse, pues bien yo me la tragué. La carcajada de los demás fue enorme. Empezaba a notar un ligero dolor de cabeza, más que nada una presión en la zona frontal, y que era debido a la altura, al mal de altura, el soroche como lo llaman en Perú.

De pronto un paisaje, o mejor dicho una vista extraña se nos asomo a nuestra derecha. En medio de aquel paisaje semi desértico, con ausencia total de las nieves, había toda una pared de roca cubierta por un enorme y grueso manto de hielo, como si fuera el ultimo coletazo de una glaciación, o de alguna helada, pero no era pequeño, era inmenso. Y tocar aquel manto helado, en medio de las rocas y a pleno sol, era curioso, porque el sol, también le daba al hielo, y sin embargo ahí estaba, desafiando al tiempo y a la metereologia.

Más adelante una nueva parada para contemplar y tocar una hierba o un musgo que crece a alturas superiores a los 4000 mts, y que crece encima de las rocas, pero a una velocidad de unos 0.5 cm. al año. Muy lentamente y su tacto era finisimo, casi punzante en algunos momentos. Otra estampa más desconcertante. Una extensión desértica, en las alturas, tan solo llena de piedras y matorrales, y rompiendo todo aquel color, unos pequeños mantos verdes en forma de roca, salpicando toda la llanura.

Al cabo de unos instantes paramos en el lugar con más altura de todo el camino. A 4950 mts, había un mirador y estaba lleno de turistas también. Había que caminar con lentitud, pues con cualquier esfuerzo que se hace, se cansa uno más. El sol era muy fuerte, implacable, y había vendedoras de artesanía, y de objetos textiles, algunas de las cuales los tejían ahí mismo, delante de todos. Apoyaban el telar en el suelo, largo, rectilíneo y con una madera iban deslizando los hilos por el telar, y haciendo jerseys, manteles, bufandas, etc.

Los niños ataviados con vistosos trajes eran utilizados por sus madres como reclamo para su puesto de venta y también como pose de fotos, previo pago de la propina correspondiente. Habían unas llamas muy adornadas, con sus amos vistiendo trajes típicos de la zona con las que nos hicimos fotos, y luego después de mirar el paisaje, que realmente era de ensueño, por la altura, le compramos a un chico una llama echa de piedra, de andesita, la piedra de los andes, de color azul grisáceo y que nos enseño como las hacia allí mismo.

Detrás de aquel mirador y ya en zona montañosa, habían multitud de Apachetas. Las Apachetas son ofrendas a la madre tierra, a la Pacha mama y consisten en una hilera de piedras puestas en forma vertical, una encima de las otra, hasta una altitud de 50 cmts aproximadamente, aunque depende un poco de la base, y de la cantidad de piedras que se pongan. Esta costumbre antigua, pero que aún hoy se practica, estaba siendo ahora utilizada por los miles de turistas que visitan esa zona. Intente construir yo también mi Apacheta, pero no vi piedras disponibles y además Nohelia nos empezaba a reclamar.

De fondo, tras todo aquel mercadillo, las montañas, los volcanes y en medio de todos, unos en especial: El Ampato. El Ampato es aparte de una de las montañas más altas del Perú, el lugar donde se descubrió una de las momias más famosas de todo el Perú: Juanita, llamada así en honor de su descubridor, Johan Reinhard. En 1995, este arqueólogo estadounidense, descubrió el cuerpo de una niña congelada en una de las laderas del Ampato. Estaba muy bien conservado tenia una violenta fractura en el cráneo. Los investigadores dudan de sí la fractura fue accidental, al caerse por la montaña o fue debido a los sacrificios que se hacían a la diosa tierra en aquellos lugares. Hace años era practica habitual y ritual sagrado para los pueblos andinos el enterrar un niño joven y sano vivo, en la montaña para propiciar las lluvias. Este sacrificio recibía el nombre de Capacocha. Quizás a Juanita no la enterraron viva, y la mataron antes.

De nuevo en el coche, Nohelia puso una cinta de música, en la que abundaban los temas de los años 70-80 y como yo los tarareaba todos, ella se quedo un poco sorprendida de que los conociera, y así empezamos a hablar de música. A Nohelia le encantaba La Oreja de Van-gog, y luego nos puso una cinta con música ellos. El sonido era bastante malo, no sé si por la cinta o por el aparato del coche, pero era lo que había. Al cabo de un rato, casi de mediodía ya, paramos en un mirador donde al fondo se veía nuestro destino: Chivay. En el fondo de un valle, y Nohelia nos empezó a contar cosas de Chivay. Chivay esta situado a 4300 mts, y es un punto de llegada y de partida para las personas que quieren hacer la excursión al mirador del cóndor. Esta a 160 Km de Arequipa. Aproveche la parada para hacer mi Apacheta particular, que la madre tierra nos protegiera a mí y a Encarna.

Llegamos al hotel de Chivay, el Rumillaqta. El hotel era como un montón de cabañitas de piedra, de las de montaña, y por dentro una cama altísima, inmensa y un baño muy coquetón. Mantas de repuesto y una estufa, pues por las noches, la temperatura puede descender hasta los 0 grados o menos. En la recepción del hotel, había una foto de la Reina Sofía, con los responsables del lugar, y yo hice la pregunta, que según me dijeron hace todo el mundo que llega al lugar. “¿Pero la Reina vino en coche, por esta carretera?”…”- No Sr. Ella vino en Helicóptero”…La carretera que ponía a prueba los nervios de cualquier persona, no me pareció el modo más normal, para ella, y estaba en lo cierto.

Nos sentamos a comer los 4 juntos, puesto que nuestros guías comieron con nosotros. Había un menú de 2 platos para elegir, y las bebidas iban a parte. De fondo sonaba una radio con música Peruana, pero una música que sé hacia, al menos para nosotros, machacona y pesada. Bajo ritmos más o menos folclóricos se oía la mayoría de veces una mujer, entonando una melodía pero con tono lastimoso, de queja, y alguna vez el grito de algún hombre, animaba “esa melodía”. Nohelia nos contó que era un tipo de música típica de una región del Perú, pero ahora no me acuerdo de su nombre y que era una música como de quejas, de protesta, de amargura.

Durante la comida, hablamos mucho sobre las condiciones de trabajo en Perú y en España. Nohelia y el Sr. Valdivia nos contaron muchas cosas interesantes. En Perú, el salario mínimo esta situado en unos 200 dólares, pero es bastante frecuente que muchas personas no lo cobren, como también que una parte de Peruanos este cobrando sobre los 1000 dólares, pero los menos. Por ejemplo el salario de nuestro chofer era de unos 800 pesos (36000pts) aparte propinas claro. Les dije que paseando por Arequipa, había visto muchos letreros de tiendas que pedían chicas para vendedoras. Nohelia me comento que en muchas de esas tiendas el salario es de 200 pesos al mes ( 9000 pts) y que con ello no te llega para nada. A pesar que Perú, es mucho más pobre y barato que en España, la diferencia de sueldo, no es proporcionada. Es bastante normal que el primer mes se trabaje sin seguro y pasado ese mes, entonces se hace un contrato.

Como nos decía el Sr. Valdivia, en tema de derechos humanos, a Perú, le queda mucho camino por recorrer. Hablamos de los precios en España, de los pisos, de economía en fin, y en ese momento, a veces uno se siente algo incomodo. Parecía como si nosotros fuéramos los ricos de la película y que estamos visitando un país pobre y tercermundista, y que con nuestro dinero, lo podríamos comprar todo. Es una sensación extraña que desaparece enseguida, pero a veces se tiene.

Después de la comida, descansamos un rato, y a media tarde, sobre las 4, nos fuimos a los baños termales de Chivay, llamados La Calera. Están un poco apartados del pueblo, a unos 4 Km y es mejor ir en coche; Estas aguas se dice que tienen propiedades curativas y en ellas, nos bañamos en una piscina cubierta y con el agua caliente. Los vestidores no están mal y dentro de la piscina no había mucha gente. Encarna y yo nos metimos super rápido, puesto que fuera del agua, hacia frío. Nohelia se sentó en un banco, y el Sr. Valdivia, también se baño. De fondo sonaba la música de Hombres G, aunque que creo que era una cinta, o CD, todo de música Española, pues había un poco de todo. El tiempo dentro de la piscina, se detuvo, y mientras veíamos por los cristales el día nublado, con frío reinante, y nosotros retozando en una terma a 4000 mts. Increíble. El matrimonio de Barcelona que habíamos conocido en Paracas, también estaban, además se alojaban en nuestro hotel.

Salimos del agua, con una sensación de bienestar y sin nada de frío, con el cuerpo inmunizado por el baño caliente, y nos fuimos a recorrer el pueblo con Nohelia. Estaba ya casi anocheciendo, cuando entramos en el mercado de alimentación del Chivay

Puestos de mercado con la carne expuesta al aire libre, sin ninguna protección o forma de conservación. Mujeres que nos miraban con una mezcla de curiosidad y recelo. Fruta de mil colores, alguna de la cual llegando ya al fin de su vida, empezando a marchitarse, puestos de legumbres, de un montón de variedades que no conocíamos, …arroces, maíz de un montón de colores. Entre ellos destacaba un maíz conocido como Chicha Morada y del que se extrae un zumo dulce de color morado, bebida típica y sagrada en otros tiempos.

Pudimos también comprobar la gran variedad de patatas que tiene Perú, cerca de 400 variedades, y Nohelia nos enseño una que la llaman la patata deshidratada, o chuño, patata que puesta a secar al sol del día, y a las heladas de la noche, durante varios días se consigue que este vacía de agua, y sirve para guardarse durante varios meses, a modo de provisiones para los habitantes del lugar. La patata deshidratada la llaman. La visita a aquel mercado, fue realmente didáctica, curiosa, y aún más, el ver a un joven lugareño, preguntando por el valor de una naranja, solo una, y regateando el precio a la vendedora.

Saliendo del mercado, había un montón de gente, sentada en unos bancos en la calle, comiendo, potajes, carnes, cocinadas en medio de la calle, con hornillos de leña en el suelo. Eran los vendedores, algunos de los cuales, comían después de su jornada de trabajo. Visitamos también el mercado de artesanía y en él, Nohelia nos enseño la diferencia con las prendas de Alpaca y las de mezcla. Nohelia preguntaba por nosotros y nos hacia de maestra. Caminamos por el pueblo, visitando tiendas, de Alpaca, de Baby alpaca, cuyos precios estaban más cerca del Corte Ingles, que no de lo que habiamos visto anteriormente. Regresamos al hotel, y Encarna y yo, como era temprano decidimos volver por nuestra cuenta al pueblo y ver más cosas, por nosotros mismos. El mercado de alimentos ya había cerrado pero no así el de artesanía, y en él nos metimos. Regateando, mirando mil y un objetos.

Una de las cosas que nos enseño Nohelia, fue que a simple vista poder saber de que clase era una mujer, o mejor dicho de que grupo de los que habitan estas tierras eran, y sobre todo si estaba casada, soltera o viuda. ¿Cómo?, Por el sombrero. Hay unas mujeres que llevan un sombrero parecido en forma al sombrero cordobés, de color blanco y que son las mujeres Coyaguas. Otras llevan un sombrero de colores y son las mujeres Cabanas. Si están solteras llevan una flor en un lateral, si están casadas llevan dos flores, una en cada lateral. La flor es redonda, y a juego con el sombrero. Mientras estabamos paseando por Chivay, nos dedicábamos a mirar los sombreros de las mujeres, intentando adivinar su estado.

Descartamos la compra de un jersey de Baby alpaca, pues aunque nos los podíamos comprar, el precio de 80 y 100 dólares, nos parecía caro. La Baby Alpaca es la primera lana que se corta de la Alpaca y es mucho más suave que la que se corta ya de adulta y eso que la lana de Alpaca, ya de por sí es suavisima. En aquel mercado compramos una zampoña, y ese objeto fue el primer regalo que nos trajimos de Perú. Otra cosa que me llamó la atención del mercado es que vimos un puesto de música, de cassettes y Cds, como se ven en la mayoría de mercados, pero la diferencia es que la mayoría de oferta era de cassettes, y puestos encima del mostrador, en lateral para que únicamente se viera el nombre del artista o grupo. Casi mareaba el ver tantos nombres, y resultaba anecdótico que de Cds, habían poquisimos, escasos títulos. En las tiendas de música o electrodomésticos que vimos por Perú, la mayoría de oferta era en cassettes y en videos. Los Cds, y Dvds, no estaban tan popularizados como en España.

Con un pequeño dolor de cabeza, síntoma de la altura, regresamos ya al hotel, encendimos la calefacción, pues ya hacia frío, y nos fuimos a cenar, de nuevo con nuestros guías. Antes de cenar nos sentamos a lado de la chimenea que encendida daba un más que deseable calor. Nohelia me dio una pastilla para mi dolor de cabeza, que era ya bastante fuerte; el mal de altura aún me acompañaba y estuvimos un rato hablando con los catalanes que íbamos coincidiendo en todas partes.

Durante la cena, tuvimos música, a cargo de un grupo de Chivay, los Collaguas. Eran 3 chicos y una chica, esposa de unos de ellos. Tocaron muy bien, música Peruana y alguna cubana. Lo que más me gusto fue como el que parecía el líder del grupo tocaba el Charango, una especie de guitarra pequeña. Al final de la actuación pidieron la propina de rigor y también ponían a la venta su CD. Nohelia nos contó, que ellos van de hotel en hotel, sin cobrar nada, tan solo las propinas de los turistas o las ventas de sus Cds, los mantienen. La cena más ligera, con una sopa que con la temperatura reinante sentaba de maravilla y pescado, fue deliciosa.

La conversación con nuestros acompañantes era cordial. Nohelia nos hacia bromas sobre él porque nosotros nos teníamos niños, “guaguas” como le llaman en Perú, pues ella con 25 años tenia uno de 7 y otro de meses. Nos contó que se caso con 18 años, muy joven, y que su marido también trabajaba de guía en la misma empresa. Que de todas las chicas que terminaron la carrera de turismo con ella, Nohelia era la única que trabajaba. Seguimos hablando sobre las costumbres de los Peruanos. En algunas zonas de Perú, aún se estila lo de “comprar” o cambiar a la mujer que uno quiere, por mercancías, o dinero. Además no es muy raro que en el interior del país, las chicas se casen muy jóvenes y que sean las familias las que arreglen la boda. El Sr. Valdivia nos contó que tenia ya varios nietos y eso que creo que aún no llegaba a los 50 años.

Nohelia nos invitaba a que de Perú nos llevásemos algo más que souvenirs. Nuestro chofer se fue pronto, dijo que iba a llamar a su familia y nosotros nos quedamos más rato hablando con Nohelia. Nos tomamos otro mate de coca, y seguimos hablando con ella. El dolor de cabeza había desaparecido durante la cena, y no había ganas de acostarse, pero al día siguiente Nohelia nos esperaba a desayunar a las 6 de la mañana, o sea que había que irse a dormir. Nos despedimos de Nohelia comprobando una nueva costumbre de Perú.

Nosotros estamos acostumbrados a cuando saludamos a alguien o nos despedimos de el, nos damos 2 besos en las mejillas. En Perú solo es uno.

En la habitación, a pesar de la estufa, hacia frío, y tuvimos que poner una manta más, y el pijama. Creo que estabamos rozando los cero grados y según nos dijeron, al amanecer, es cuando más frío hace. Y nosotros nos teníamos que levantar a las 5 y media.

DIA 7º SABADO 12-07-03 CHIVAY- CAÑON DEL COLCA-AREQUIPA

A las 5 y media en punto, unos golpes en nuestra “cabañita”, nos despertaron. No pasamos excesivo frío esa noche; las mantas de repuesto y la calefacción ayudaron que en la enorme cama que teníamos, nos ayudaron a estar calentitos. Nos duchamos rápido, y a desayunar. Desayunamos los cuatro juntos, y aunque no era tan copioso como los desayunos de los otros hoteles, no estuvo mal: lógicamente los mates de coca, fueron casi obligados.

La coca, cultivada desde tiempos remotos, era alimento sagrado para los Incas, y para las civilizaciones anteriores a ellos. En la actualidad en muchos lugares de Perú se utiliza para mitigar el cansancio, el estrés, el mal de altura y también (según ponía en los prospectos de las infusiones) era bueno para la digestión. Comprar hojas de coca no era ningún problema, en muchos lugares te las vendían en paquetitos ya preparados y las infusiones de coca, tampoco eran difíciles de encontrar. Las infusiones podían sacarse del país sin problemas, es más nosotros lo comprobamos, no así las hojas, cuya salida del país, esta prohibida.


En el desayuno Nohelia le pregunto al Sr. Valdivia si regreso muy tarde por la noche, y creí entender que si, que se había ido a ver a algunos conocidos que tenia en Chivay y que estuvo con ellos bebiendo y charlando hasta muy tarde. Recogimos la maleta y a las 6 y poco más, salíamos ya de excursión hacia el mirador del cóndor, en pleno valle del Colca.

La carretera ni que decir tiene que era, digamos que como un camino polvoriento lleno de piedras, parecida a una pista forestal de Cataluña, más preparada para ir en cuatro por cuatro que no en una furgoneta como la nuestra, pero era lo que había, y ya sabíamos lo que nos íbamos a encontrar.


Alrededor de las 7 de la mañana paramos en el pueblo de Yanque, donde a esas horas ya había actividad y como no, turistas. En el centro del pueblo, en su plaza, pudimos observar un baile típico del lugar. El Waitiqui, baile que se suele representar en carnaval, y que era interpretado tanto por personas mayores como también jóvenes, la mayoría chicas. Yanque, punto de paso para todos los viajeros al cañón del Colca, había decidido potenciar sus danzas y costumbres, como una manera de atraer el turismo y de dar vitalidad a la zona. Con los danzarines, había una persona con un equipo de música y algún altavoz, y que micrófono en mano, iba animando a la cincuentena de personas que presenciábamos el baile. Detrás de los bailarines se encontraba la iglesia de Yanque del siglo XVIII y de la que Nohelia nos enseño una particularidad. La entrada principal no estaba orientada a la plaza, como debiera ser normal, sino en un lateral casi oculto y teniendo de frente a él, el volcán.

En tiempos de la conquista española, cuando se mando construir la iglesia, los lugareños recelosos de perder sus creencias, y de albergar las que traían los Españoles, “colaron un gol” como popularmente se dice a los conquistadores. Para los nativos su protección venia por el volcán, montaña sagrada para ellos y aunque hicieron una puerta en la plaza, la principal, la más importante, la ubicaron en el lateral de la iglesia, mirando a su montaña sagrada.

Nos hicimos también unas fotos con unas mujeres ataviadas del traje típico y que llevaban en sus brazos unos aguiluchos, que te ponían en tus brazos, juntamente con unas alpacas también adornadas. Entre tanto animal, nos pusimos nosotros y Nohelia nos hizo la foto de rigor.


Seguimos camino y pasamos por varios pueblos en la ruta entre ellos Achuma, llamado así, por que cuenta la leyenda que cuando el Jefe Inca se acerca a este pueblo, los habitantes le dieron a probar un brebaje a modo de atención, y él lo escupió en el suelo, gritando Achuma…( que malo esta) y de ahí quedo el nombre…Más adelante vino el pueblo de Maca, del que vale la pena resaltar algo…Este pueblo esta casi condenado a desaparecer, puesto que sufre terremotos diariamente… a diario…la zona en la que se ubica, en medio de la cordillera andina, hace que su tierra se vaya deslizando irremediablemente hacia la ladera, hacia el valle, y llegara un día, aunque lejano espero, que todo el pueblo termine dentro del valle, en el fondo del cañón…Terremotos a diario…aún así en el pueblo se veía vida, comercios abiertos y gente en sus calles…
El cañón del Colca, está actualmente gestionado por un organismo más o menos oficial, que por lo que nos contó Nohelia, recauda mucho (puesto que hay que pagar una tasa por entrar en el cañón) y gasta e invierte poco.

Alrededor de las 9 llegamos a nuestro destino. El mirador de la cruz del cóndor, llamado así por que en lo alto del mirador, hay una cruz bastante grande de piedra y que esta situada sobre un montón de rocas, y por que además, en este lugar es donde mejor se puede observar el vuelo del cóndor. El Cóndor, animal sagrado para los Incas, carroñero, pues solo se alimenta de animales muertos, habita en el fondo del valle, en las paredes de la montaña y cada día, temprano, sube en vuelos circulares, aprovechando las corrientes de aire, hasta elevarse completamente por encima de nuestras cabezas y perderse en la lejanía, buscando alimento para sus crías.

El valle del Colca tiene una profundidad de 3450 mts, convirtiéndolo en uno de los más hondos del mundo, y una longitud de 100 Klms. Nohelia nos explico como distinguir un cóndor macho de hembra o de una cría. Las crías tienen un plumaje de color marrón y los adultos de color negro. Además los machos llevan una especie de corona de color blanco, alrededor del cuello. Su vuelo es majestuoso; sus alas completamente extendidas, casi inamovibles, dando círculos constantemente hasta encontrar la corriente de aire que le permita subir un poco más… en el mirador se guardaba un más que respetuoso silencio. Estabamos en lugar sagrado, y por respeto a las tradiciones del lugar, y a sus costumbres, Nohelia nos indico que habláramos siempre en voz baja, y de hecho se respetaba el silencio, puesto que cuando alguien alzaba la voz o chillaba más de la cuenta, siempre había alguien que le hacia callar. Contemplar el vuelo de tan majestuosa ave, en aquel lugar, con las montañas al fondo, rodeados de cientos de personas y con una calma silenciosa, le daban al lugar un aire de misticismo y de espiritualidad muy grande. Personas de varias nacionalidades, de varias culturas, todas en silencio, intentando captar la imagen de un cóndor volando…


Y los vimos, vaya que si los vimos; No tuvimos que esperar mucho para ver en el fondo del cañón, a un pequeño cóndor subiendo, lenta, muy lentamente y que a causa de los círculos enormes que hacia, aún en la parte baja del cañón, lo perdíamos, pero luego subió otro, y sé junto con el primero, aunque no hacían la misma “ruta”, habían ya dos aves que ver; las cámaras empezaron a sonar, no rompiendo demasiado la quietud del lugar. Poco a poco el cóndor se fue acercando y sus ya círculos más grandes, eran suficientes para que todas las personas que estabamos en el mirador, pudieran, verlo en cualquier lugar.





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Total comentarios: 7  Visualizar todos los comentarios
STILNOX  STILNOX  25/08/2009 11:44   📚 Diarios de STILNOX
Que maravilla de diario!!!!
pon algunas fotos no??? Con ellas se hace más amena cualquier lecutra
Sandy_su81  sandy_su81  07/03/2010 21:10   📚 Diarios de sandy_su81
Buen diario pero creo que faltan algunos trozos ¿no? Puede que se hayan borrado sin querer. Aun asi te dejo mis estrellitas.
Lwrence  lwrence  08/03/2010 11:46   📚 Diarios de lwrence
Amiga viajera..Esta completo, lo que ocurre es que esta partido en tres trozos, pues era muy extenso..Espero que los puedas ver por aqui, si no, no tengo inconveniente en mandartelo entero.
un saludo
Zaidahg  zaidahg  11/03/2011 01:09
Qué envidia de viaje¡¡¡ Gracias por contarlo¡¡¡
Chinita29  Chinita29  11/01/2012 14:47
Dios!!! Que palabras más bonitas has podido definir todo ese recorrido a mi país, sinceramente con el leer cada párrafo y el detalle que explicas, me hace sentir como si estuviera viviendo cada día, cada hora y minuto, esa experiencia que has vivido tú y Encarna.
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Fecha: Lun Feb 19, 2024 08:21 pm    Título: Re: Viajar a Perú

Pues no te puedo decir, xk no conduje por Peru, todo lo hice en transporte publico.
metxaniz
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17-04-2023
Mensajes: 9

Fecha: Vie Mar 01, 2024 06:27 pm    Título: Re: Viajar a Perú

Hola,

Vamos a ir a Perú este verano, y me gustaría saber si alguien ha viajado alguna vez con la agencia Hanaley.
Muchas gracias
Verohm
Verohm
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06-03-2024
Mensajes: 3

Fecha: Mie Mar 06, 2024 09:35 am    Título: Re: Viajar a Perú

Hola Nacho,

¿Como hiciste finalmente el día de llegada y vuelo a Cusco? Tengo el mismo horario de vuelo que comentas, llegada a Lima de madrugada, y dudo si coger el vuelo a Cusco con una escala de horas o dejar pasar todo el primer día en Lima (no sé si vale mucho la pena visitar Lima...).

Gracias!

Pochoki
Pochoki
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09-10-2009
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Fecha: Mie Mar 06, 2024 02:28 pm    Título: Re: Viajar a Perú

Tiene sus cositas, pero tampoco es que se deba perder mucho el tiempo en Lima.

El gran problema que le veo yo a pillar un vuelo interno después de uno internacional de 12h, aparte del cansancio, es que como el vuelo internacional vaya con retraso, puedes perder el vuelo a Cuzco.
carolco
Carolco
Willy Fog
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23-01-2014
Mensajes: 23681

Fecha: Vie Abr 12, 2024 10:29 pm    Título: Re: Viajar a Perú

Perú: muertes y casos de dengue se triplican; autoridades declaran estado de emergencia

Perú declaró el estado de emergencia por el alto número de muertes y de casos de dengue que se han registrado en las últimas semanas.

Uno de los factores que han alarmado a las autoridades es que se han detectado casos del virus en zonas donde nunca se habían encontrado, algo que demostraría la capacidad de adaptación del mosquito transmisor.


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