Cuando ir. Noviembre creo k seria la mejor opción. No sufrir por el frío y poder hacer mas free camping (sin servicios, siendo self contained). Aun así esto es suerte. A nosotros muy buen tiempo. Cero queja al respecto.
Tiempo. Cambiante. Lo mejor llevar muchas capas. Puedes levantarte que hace un día malísimo y frío y a las dos horas se despeja y sale un sol que te permite manga corte y te invita a buscar tus gafas de sol, después por la tarde vuelves a necesitar sudadera y por la noche te abrazas al heater. Muy cambiante. El sol calienta mucho y el aire es frío. Leí que mucho más frío en el sur que en el norte, en nuestro caso no ha sido así.
Con quien ir. Si vas en furgo, alguien con quien tengas muuucha confianza y a quien quieras mucho. No hay sitio a penas y los movimientos, la mayoría son en sincronización. Son muchas horas en el mismo sitio, ya sea conduciendo, cocinando, viendo pelis o durmiendo, y la furgo es muy chiquitina. A mi, personalmente, me ha encantado, no lo he visto problemático, solo le he visto los pros. Hemos hablado tener nuestra propia furgo en un futuro.
Gustos. Qué verás. Tiene que gustarte la montaña, cero intención de ir de shopping. Además tienen muy mal gusto, y los pocos modelos de ropa que encuentres en las pocas tiendas de ropa que haya en alguna de las pocas grandes ciudades que hay, serán feos. Olvídate!
Lo que realmente vale la pena de nueva Zelanda son sus caminos, sus carreteras, sus paisajes, sus colores, su paz... Lo que menos vale son sus ciudades grandes tipo Auckland, Christchurch, Invercargill (a excepción de Queenstown). En este viaje no hay shopping, no hay cine, no hay museos... Este viaje, al menos el hecho en furgoneta, esta hecho para recorrer kilometros hasta sitios con una maravilla paisajista brutal y después intentar andar o llegar a los puntos en los que no se puede llegar en coche a pie, sentándote al final de este camino del que hablamos y observar, casi callado, lo que tu vista alcance.
La comida... Al menos al variedad o lo típico de allí, un desastre. Está lleno de restaurantes chinos, tailandeses, argentinos, japos, italianos... Pero nada de "traditional food". Puntualmente, habiendo leído sobre sus mejillones de labios verdes, que en Wanaka se tenia que probar el salmón, las famosas hamburguesas de Queenstown o que se tenía que probar la lobster en Kaikoura, son comidas que han sido de 10.
Por supuesto que tendrás la opción de ir a un apartamento o hotel e ir a cenar a diferentes restaurantes (como ya he dicho, nada de comida tradicional), pero lo que te permite la furgo es ir a un supermercado, hacer tu compra y cocinarte acorde con tus gustos, las actividades que vayas a hacer se día y a un precio mucho mas económico.
No hay nadie. Supongo que en temporada alta debes encontrarte más turistas, al menos en esos puntos más recomendados en los blogs y guías turísticas, aunque nosotros (en septiembre), a excepción del Milford, Queenstown y en Hooker valley (Mt. Cook) parecía que estuviésemos solos en el país. Flipante.
Películas y música. Si vas en furgo, imprescindibles. Antes de las siete, la luz solar se apaga del todo, con lo que la ducha, empezar a preparar la cena y peli, son un MUST. Los recorridos son largos y es imposible tener conversación siempre, la música ayuda mucho! Sobretodo la alegre, para que nadie se duerma en la carretera.
Distracción. Tanto si amas la fotografía como si no, te gustará hacer fotos en nueva Zelanda, porque como todo es precioso, cualquier foto que hagas será chulisima aunque no tengas ni idea. Si tienes idea ya, y tienes tu buena cámara, puedes llegar a pasarte horas en un sitio. Las luces sobretodo en las puestas de sol junto con las nubes bajas de este país y el hecho que tenga muchos paisajes con agua y montañas (incluso nevadas de fondo) son ES-PEC-TA-CU-LA-RES!
Animales. Particularmente la isla sur te permite ver a muchos animales. A mi me encantan y creo que es otro atractivo muy importante del país: ver focas, delfines, ballenas, pingüinos, leones marinos e intentar ver algún famoso kiwi, es mu emocionante y divertido a la vez. A mi me ha encantado, sobretodo los leones marinos en Waiapapa point tan cerca nuestro y ver lo gigantes que son!
Trekkings. Si vas a nueva Zelanda, te tiene que gustar la naturaleza, y las montañas, y los ríos, los caminitos, las puestas de sol y andar. Los trekkings te permiten ver cosas que no se pueden ver con el culo pegado en el coche. Además el nivel de satisfacción es muy elevado y la recompensa, indescriptible. Te recomiendo bajar del coche y andar SIEMPRE, hemos encontrado y visto rincones maravillosos.
Recomiendo a las personas que les gusta la naturaleza y que pueden y saben disfrutar de aquellas cosas que no son materiales y enriquecerse con experiencias, ya que este país sin que puedas apenas comprarte ni un souvenir (porque es todo feo), vuelves con la mochila de tu vida, más cargada que de ningún otro sitio (al menos, de todos los que yo he estado hasta ahora).

