Este día no teníamos planeada ninguna excursión, por lo que aprovechamos para acercarnos al Beach Club. Este se encuentra a poco más de 2 km del hotel, concretamente al lado del hotel Riu Palace Riviera Maya. Dispone de restaurante, bar y piscina. En el mismo se puede disfrutar de múltiples actividades gratuitas, tales como una prueba de buceo en la piscina, uso de kayak, snorkel, etc.
La playa es pública y el agua está muy limpia y, aunque no tiene corales, se puede ver algún que otro pez. La arena es finísima y es tan blanca que parece nieve, incluso hace daño a la vista al reflejar el sol.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Aunque nosotros no contratamos ninguna, en la playa se ofrecen multitud de actividades tales como flyboard, parasailing, parapente, alquiler de motos acuáticas …
Como tampoco queríamos perder todo el día en la playa, a las 12:30 regresamos al hotel para ducharnos y comer tranquilos, antes de acercamos a Playa del Carmen.
Nuestra primera parada fue la oficina de correos. Quería mandar algunas de las cartas que ya tenía preparadas y comprar más estampitas. Al llegar vi que solo había 3 personas esperando, por lo que (iluso de mí) creí que en esta ocasión me atenderían rápido. Después de algo más de media hora esperando no puedo más que reafirmarme en mi idea de que el servicio aquí es nefasto. (Y me reservo lo que opino a día de hoy, ya que hace 6 semanas que he enviado las postales y aún no ha llegado a su destinatario ninguna de las cerca de 20 que he enviado).
Cuando salimos nos dirigimos hasta el Wal-Mart, donde hicimos algunas compras. Es el primer supermercado que visito de esta conocida cadena y me llamo mucho la atención que venden en su interior motos, armas de fuego y Coca Cola de 3 Litros. ¡Aquí van a lo grande!!.
Luego nos acercamos a cambiar algo de dinero. En esta ocasión el tipo de cambio fue más ventajoso que el primer día, ya que nos dieron 21,80 pesos por euro.
Por último, hicimos algunas compras antes de regresar al hotel.
Aunque parezca mentira, después de 3 días aún no estamos acostumbrados al cambio horario, por lo que una vez más nos vamos temprano para la habitación a descansar.