Un destino muy interesante para hacer ahora. Estos Países Bálticos se están “europeizando” a gran velocidad, pero aun conservan bastante de su pasado soviético reciente.
La gente ha cambiado más rápidamente que los edificios, tranvías y buses, o infraestructuras.
Incluir Helsinki depende un poco de vosotros. Interesante, sin más.
Para ver las ciudades (y algo más de los países) con tranquilidad, lo mejor quizás sería programar un viaje de unos 10 o 12 días.
No es un destino para viajar con niños como Paris, Italia o Londres. No hay muchas actividades para ellos. Aun así suplen esa carencia con que son países muy tranquilos, fáciles de caminar y sus capitales muy diferentes unas de otras.
Me ha parecido el destino perfecto para aquellas personas que con unos 60 años ya conocen muchos países europeos. No es que los jóvenes se aburran (hay mucha gente joven y locales de ocio), es que tanto los monumentos, como el número de iglesias y castillos, así como la tranquilidad de sus ciudades, me parece que es un destino más apropiado para visitarlos de “tranquilo”, tras haber visto otros que países de Europa.
La gente, amable sin más. Un poco más los lituanos, luego los estonios, y los últimos los letonios y finlandeses.
No es fácil comunicarte con ellos. La impronta soviética impera en casi toda la población mayor. Los jóvenes quieren romper con ello. Les gustan mucho las nuevas tecnoligías.
El viaje es cuando menos diferente e incluso exótico para los que somos del sur. La prueba está en las matrículas de los coches que te encuentras por esta zona no son frecuentes de ver por España.
La gente ha cambiado más rápidamente que los edificios, tranvías y buses, o infraestructuras.
Incluir Helsinki depende un poco de vosotros. Interesante, sin más.
Para ver las ciudades (y algo más de los países) con tranquilidad, lo mejor quizás sería programar un viaje de unos 10 o 12 días.
No es un destino para viajar con niños como Paris, Italia o Londres. No hay muchas actividades para ellos. Aun así suplen esa carencia con que son países muy tranquilos, fáciles de caminar y sus capitales muy diferentes unas de otras.
Me ha parecido el destino perfecto para aquellas personas que con unos 60 años ya conocen muchos países europeos. No es que los jóvenes se aburran (hay mucha gente joven y locales de ocio), es que tanto los monumentos, como el número de iglesias y castillos, así como la tranquilidad de sus ciudades, me parece que es un destino más apropiado para visitarlos de “tranquilo”, tras haber visto otros que países de Europa.
La gente, amable sin más. Un poco más los lituanos, luego los estonios, y los últimos los letonios y finlandeses.
No es fácil comunicarte con ellos. La impronta soviética impera en casi toda la población mayor. Los jóvenes quieren romper con ello. Les gustan mucho las nuevas tecnoligías.
El viaje es cuando menos diferente e incluso exótico para los que somos del sur. La prueba está en las matrículas de los coches que te encuentras por esta zona no son frecuentes de ver por España.
Finlandia:

Lituania antigua:

Lituania nueva:

Letonia antigua:

Letonia nueva:

Estonia:

Bielorrusia:

Hungría:

Ucrania:

Rusia:

Polonia:

Noruega:

Suecia:



