Después del desayuno salimos a ver la ciudad. Hacía mucho frío, las temperaturas se habían desplomado en dos días, de 34 grados a los 11 de máxima que se esperaban para ese día. Me tocó ponerme toda la ropa que llevaba en la maleta en capas. Empezamos por lo más cercano, la Plaza y la Iglesia de San Marcelo. Además de la iglesia en esta plaza hay otros edificios notables, como el Antiguo Ayuntamiento. También hay un curioso mural que representa la planta de la ciudad desde la época romana hasta la actualidad.
Justo al otro lado de la plaza están dos de los edificios más singulares de León, por los que pasamos varias veces esos días. La Casa Botines y el Palacio de los Guzmanes.
La Casa Botines es un edificio neogótico construido por Gaudí, que actualmente es la sede de Caja España. Se construyó como sede de una empresa textil y es uno de los tres edificios del arquitecto catalán fuera de Cataluña. Su construcción se realizó en apenas 10 meses, por lo que la población de León no tenía mucha fe su durabilidad. Como curiosidad, tiene planta trapezoidal, y unas chimeneas un poco especiales, marca de la casa de Gaudí. Entramos al vestíbulo a curiosear pero el edificio no está abierto a visitas turísticas.
Enfrente de la puerta principal hay una estatua de bronce que representa a Gaudí sentado mirando al edificio. A mí me recordó en sus colores y sus líneas al palacio episcopal de Astorga que habíamos visto el día anterior, aunque más sencillo. No es de extrañar, pues son edificios de la misma época.
Justo al lado de la Casa Botines está el Palacio de los Guzmanes, edificio renacentista del siglo XVI que perteneció a una de las familias más importantes de León. Actualmente es la sede de la Diputación Regional. Hay visitas turísticas, no recuerdo el precio.
Seguimos por la Calle Ancha, la calle peatonal que atraviesa el casco antiguo de León, llena de tiendas. En lugar de franquicias, la mayoría de las tiendas parecían las típicas de toda la vida. Una cosa que nos gustó es que todos los balcones tenían jardineras con flores del mismo color. Luego nos enteramos que son proporcionadas por el Ayuntamiento, que se encarga de regarlas y cuidarlas, durante los meses cálidos. Y lo cierto es que le dan un aspecto muy bonito a la calle.
Por fin llegamos al centro turístico de León, la Plaza de Regla. En esta plaza hay edificios interesantes, como la Antigua Casa de Correos y Telégrafos o el Palacio Episcopal, que quedan totalmente eclipsados por el edificio más importante de todos: la Catedral de León. Es una de las mejores catedrales góticas de España, con clara influencia francesa derivada de la afluencia de artesanos por el Camino de Santiago. El edificio gótico tal y como lo conocemos tiene su origen en el siglo XIII, pero se construyó sobre una basílica románica, que a su vez se construyó sobre unos antiguos baños romanos.
Primero estuvimos viendo y deleitándonos con el exterior de la catedral. La fachada más impactante es la occidental con las dos torres, diferentes entre sí, el gran rosetón y, sobre todo, el triple pórtico principal, con unos minuciosos tallados. Presidiendo el pórtico está la Virgen Blanca (copia, la original está en el interior).
La entrada a la catedral cuesta 6 euros e incluye audioguía. Si se quiere visitar también el claustro y el museo catedralicio, la entrada conjunta son 9 euros. Nosotros optamos por esta entrada completa.
Cuando uno entra en la catedral de León no puede evitar que se le abra la boca de par en par. Los colores de las vidrieras te envuelven y hasta que uno no se acostumbra a ellos no puede empezar a disfrutar del resto de la arquitectura del edificio. Además, los colores de las vidrieras no están elegidos de forma arbitraria, sino que están pensados para que la luz y los colores cálidos caigan sobre aquellas representaciones más cercanas de Dios. En total son 125 vidrieras, que hace que haya más superficie de vidrio que de piedra en las paredes de la catedral.


La audioguía es muy didáctica y te va explicando cada parte de la catedral y su historia de forma amena. El coro de sillería (uno de los más antiguos de España), el retablo gótico, que durante un tiempo fue sustituido por otro barroco, la cúpula barroca que le pusieron y que afectó a la estabilidad del edificio, los daños del terremoto de Lisboa…
La catedral cuenta con un gran número de capillas, destacando la Capilla de la Virgen Blanca que guarda desde 1954 la escultura original de la Virgen Blanca. Originalmente estaba en el pórtico de la fachada occidental, pero se retiró de ese lugar porque se estaba deteriorando. Entre la capilla de la Virgen Blanca y el Altar Mayor está el sepulcro del Rey Ordoño II de León con una bonita policromía.
Aunque la catedral es prominentemente gótica, en su interior hay elementos de otros estilos, que no llegan a romper del todo la armonía del conjunto.
Las vidrieras se están continuamente limpiando, por lo que suele haber un andamio, que afea la visión global interior, pero que realiza labores necesarias. Por cierto, que nos dijeron que por las noches, a partir de las 12 la catedral se ilumina de dentro hacia fuera, resultando un bonito efecto de la luz emergiendo de las vidrieras. No llegamos a verlo, las noches estuvieron muy frías y lluviosas y no nos quedamos hasta esas horas.
Después visitamos el museo. Se accede por una puerta lateral, según se sale de la catedral a la derecha. Teníamos solo una hora para visitar el museo y el claustro y es que cierran a la una del mediodía. Al museo se accede desde el claustro y nos llamó la atención que nos acompañaron, nos abrieron la gran puerta de madera que da acceso y la volvieron a cerrar con llave. El museo es bastante amplio y tiene salas muy interesantes. Por ejemplo, la colección esculturas del románico nos gustó mucho. La sala de los marfiles, las pinturas, los libros antiguos,… Pero lo primero que llama la atención es la preciosa escalera plateresca que hay nada más entrar.
Cuando acabamos de ver esta parte del museo esperamos a que nos fueran a abrir y nos acompañaron a otras salas del museo a las que se accede por otra puerta. En el museo no dejan hacer fotos.
Por último visitamos el claustro, que fue añadido a la catedral en el siglo XIV, ya que inicialmente se diseñó sin claustro. Llama la atención la complicada decoración de las bóvedas, en estilo renacentista, del siglo XVI. Hay numerosos sepulcros, y allí se conservan algunas de las estatuas que originalmente estaban en la fachada principal.
Tras esta provechosa mañana nos había entrado hambre, y pensamos que ya era hora de probar las famosas tapas de León. En León las tapas suelen ser gratuitos con la bebida, hay bares que tienen una sola tapa y otros que tienen varias y te dan a elegir. Quienes van a probar varios bares suelen pedir cortos de cerveza, en lugar de cañas (en León son un tercio), pero con 4 o 5 tapas puedes quedar prácticamente comido. Hay dos zonas famosas por su tapeo, el Barrio Húmedo y el Barrio Romántico, a ambos lados de la Calle Ancha. Ese mediodía estuvimos por el Barrio Húmedo, en los aledaños de la Plaza de San Martín. Os hago un resumen de los bares que visitamos y las tapas que probamos:
• El Flechazo (Calle de las Platerías, barrio Húmedo): solo ponen una tapa, patatas fritas con pimentón picante, muy ricas. Corto de cerveza 1,20 €
• El Botijo (Plaza de San Martín, barrio húmedo): probamos la tapa de morcilla, que te la ponen en una cazuela con patatas, los champiñones guisados y los calamares fritos. Nos gustaron todas. Corto de cerveza 1,30 €
• Los Cazurros (Plaza de San Martín, barrio húmedo): Probamos tapas de callos y de chorizo criollo, ricas, pero no fueron de las mejores que probamos. Corto de cerveza 1,30 €
• El Besugo (Calle de Azabachería, barrio Húmedo): probamos los garbanzos con callos (muy buenos) y gambas cocidas. Corto de cerveza 1,10 €
Antes de pasar un momento en el hotel fuimos a tomar un café a la Confitería de León en la Calle Ancha. Nos llamó la atención que también nos pusieron tapa. Pedimos cafés y pasteles y además nos llevaron dos trozos de bizcocho.
Por la tarde fuimos a ver la Basílica de San Isidoro y el Museo Panteón. Primero entramos a curiosear a la Colegiata, lo que hoy tienen reconvertido en hotel. Se entra por uno de los claustros del edificio, y merece la pena echar un vistazo, aunque uno no se aloje allí. Las habitaciones no sé cómo serán, pero la planta baja es muy bonita
Después estuvimos en la iglesia, que ya habíamos visto la noche anterior. Es uno de los edificios más históricos y queridos de León, así como una de las construcciones románicas más destacadas de España. La entrada gratuita. La puerta principal es la Puerta del Cordero, ya que es el tema que se representa, y luego está la Puerta del Perdón, que se abre en contadas ocasiones.
Si por fuera es bonita, por dentro es preciosa. Aunque la iglesia es de estilo románico, el altar, los retablos y las capillas son de estilo gótico, del siglo XVI.
Por último visitamos el Museo-Panteón. La entrada cuesta 5 euros y es guiada a las horas en punto. Primero se visita el museo, que tiene piezas muy interesantes de época medieval, como cálices de piedras preciosas, obras de marfil y metales preciosos., pero lo más destacado es, sin duda, el cáliz de Doña Urraca, del que se dice que es el Santo Grial. Muy destacada también la biblioteca medieval, donde hay una biblia mozárabe del año 960.
Después se visita el Panteón Real, donde están los restos de los reyes de León, y al que conoce como “la Capilla Sixtina del Románico”, ya que las paredes y bóvedas están decoradas con frescos muy bien conservados, que representan escenas de la vida de Jesucristo. A mí me pareció espectacular. No dejan hacer fotos ni en el panteón ni en el museo.

Fuente: Dominio público, commons.wikimedia.org/ ...rid=574315
Finalmente se visita el claustro, uno de cuyos laterales es de estilo románico. Además, se puede visitar el gallo-veleta original de la torre de la iglesia, uno de los símbolos de la ciudad de León. Su origen no está del todo claro, ya que cuando lo bajaron para hacerle una restauración estudiaron restos de polen que contenía y se llegó a la conclusión de que pertenecían a especies vegetales que no han existido en León, sino que provienen de la cuenca del Golfo Pérsico. Lo único que se sabe es que se colocó en la torre en el siglo XI, pero que fue construido en el siglo VI.
Volvimos al hotel dando un pequeño rodeo para poder ver las murallas romanas de la ciudad, los llamados “Cubos”.
Por la noche salimos a cenar, como no, unas tapitas. Este golpe empezamos por el Barrio Romántico, aunque acabamos de nuevo en el Barrio Húmedo, que están muy cerca. Bares que visitamos:
• Mona Lisa (Plaza Torres de Omaña, barrio Romántico): famoso por sus bocatas de calamares, de buen tamaño, como un tercio de baguette, muy bueno. También probamos la tosta de morcilla de dimensiones escandalosas. Corto de cerveza 1,30 €
• Bar la Ermita (Calle López Castrillón, barrio Romántico): entramos de casualidad, pero creo que no acertamos, probamos la caldereta de pulpo y la tortilla de patatas, que estaba regular. Es un bar de copas. Corto de cervezas 1,50 €, aunque de buen tamaño.
• El Rebote (Plaza de San Martín, barrio húmedo): famoso por sus croquetas, que no nos gustaron nada, fue la única tapa que no nos terminamos, croquetas saladas, líquidas y con sabor artificial. Corto de cerveza 1,40 €
• La Alpargata (Calle de Azabachería, barrio Húmedo): nos gustaron tanto sus sopas de ajo con punto picante que repetimos dos días. Corto de cerveza 1,30 €
Después pensábamos dar otra vuelta y recrearnos en hacer fotos nocturnas, pero llovía y hacía muchísimo frío. Así que volvimos pronto al hotel.