De nuevo la niebla se apoderaba de la mañana en Neuvecelle, y de nuevo también fue cruzar la frontera a Suiza y desaparecer como por arte de magia.
Hicimos algo de compra en un Intermarché cercano a casa, y en el que habíamos repostado hace dos veranos por los buenos precios que tenía.
Hoy el destino era FRIBURGO, y como asocio esta ciudad a la que hay en Alemania esperaba encontrarme una hermana gemela o algo así, y me decepcionó un poco la verdad, además la visita no estuvo exenta de aventuras, para variar en nuestros viajes.
Friburgo está dividida en dos por el río Saane, y le da nombre a todo el cantón. Comenzamos visitando su imponente Catedral, que domina el casco antiguo y desde la distancia parecía estar ubicada en una plaza o una zona peatonal pero cuando te acercas te das cuenta de que los vehículos circulan a escasos metros de su puerta.
Después fuimos a su pequeño mercado navideño, que apenas lo formas una docena de puestos, una pista de patinaje de hielo y un divertido photocall.
Friburgo está edificado sobre una colina con lo cual para subir y bajar de un barrio a otro existen varios funiculares. Uno de ellos es el único de Europa que funciona haciendo contrapeso con las aguas residuales, algo muy curioso.
En la entrada de este funicular nos encontrábamos para bajar y recorrer el Barrio de Auge cuando de repente escuchamos a una mujer chillar en lo alto de un puente, empezó a dirigirse a nosotros en francés y como no entendíamos nada pero se le veía muy nerviosa me acerqué un poco a ver que le pasaba. En ese momento veo que una señora muy mayor se ha caído al suelo y no puede moverse (cadera rota pensé), mi marido sube para ayudarla y cuando se acerca a ella descubre que se había roto el tobillo. Era una fractura abierta y tenía una charco de sangre. La mujer que chillaba de repente desaparece y nos quedamos allí solos con aquella pobre mujer a la que no entendíamos nada. Avisé al chico del funicular que llamó a una ambulancia y aquí viene lo sorprendente: en el país más rico de Europa y con mayor renta per cápita, una ambulancia tarda 40 minutos en socorrer a esta anciana, que está tirada en el suelo helado y sangrando. Increíble. La policía ni aparece por allí. Y llegada la ambulancia los sanitarios le piden a mi marido que se quede allí para ayudarles a subir la camilla...¿pero esto qué es?¿estoy en suiza o en un país subdesarrollado?

Bueno pues allí estuvimos hasta que llegó la ambulancia, hasta que la inmovilizaron, le cogieron vías y demás y se la llevaron (pobrecita qué poco se quejaba, qué naturalezas las de nuestros mayores). Había pasado más de una hora. Nuestro ticket del coche ya se había pasado así que nos tuvimos que conformar con ver el barrio de Auge desde aquel puente, y con la satisfacción de haber hecho una labor social y casi humanitaria. Además el puente de Berna que era de lo más característico vimos al salir que lo tenían cerrado por mejoras.
La verdad es que podríamos haber ampliado el parquímetro y terminar de ver la ciudad, pero eran las 14:00 horas y a partir de ese momento y solo hasta las 18:00 abrían el Palacio de Hielo de Schwarzsee y el momento del año mandaba, así que ya volveremos en otra ocasión a terminar la visita a ver si con suerte me cambia la perspectiva de la ciudad.
Unos días antes de partir hacia Suiza encontré en la página de myswitzerland un escultor de hielo que ha creado en un bosque, 2km antes de llegar al Lago Negro, un auténtico cuento de hadas de hielo, con palacios y lugares secretos para descubrir. Algunas de sus construcciones alcanzan los 15 metros y puedes subir a lo alto de todas ellas con facilidad. Recomiendan realizar la visita de día y de noche para verlo iluminado, así que llegamos alrededor de las 15h, y estuvimos prácticamente hasta las 18 que cerraron. Además por 10chf los adultos y 5 los niños nos pareció digno de visitar. Y no nos equivocábamos, sobre todo ahora que está tan en auge el mundo frozen para los pequeños...
Es muy fácil de encontrar porque esta a pie de carretera y tiene un parking enorme y gratuito más adelante. Desde que dejas el coche un sendero por el interior del bosque te lleva en 5 minutos de paseo hasta la misma entrada. Apenas había gente.
Una vez dentro, unas indicaciones te guían para que realices un recorrido circular y no te pierdas ninguno de los rincones ocultos que hay en este palacio de hielo. Puedes encontrar un barco pirata, cuevas, iglús, palacios, puentes, columpios, pirámides, pequeñas casetas de hielo que al entrar guardan todo tipo de sorpresas, y como no, motivos navideños: algunos pesebres, belenes, árboles de navidad, ciudades navideñas en miniatura, etc...mejor descubrirlo poco a poco. Incluso hay una zona para tomar algo con una hoguera para calentarse. Eso sí, allí hace mucho frío, primero por la zona donde está, y segundo porque estás rodeado de hielo, así que conviene ir abrigado. Os pongo su página web y fotos de día y de noche, que es más espectacular todavía, preparados para el bombardeo? me siento incapaz de desechar ninguna, lo siento:
Ice Palace
Nosotros estuvimos allí casi 3 horas, recorriendo y explorando cada rincón y prácticamente solos. Cuando anocheció llegó alguna visita más pero aún así, súper tranquilo, algo de agradecer después del gentío de Montreux el día anterior. Hay columpios para niños (aunque estaban mojados), castillos de juguete y toboganes, aunque con aquel frío y ante semejante espectáculo a Hugo no le llamaron especialmente la atención.
Bueno pues a las 18h dejamos aquel mágico lugar y regresamos a nuestro barrio en las cercanías del Lago Leman. Según nos había dicho Caroline, hoy era el día que llegaban los flottins a Evian, y como aun era pronto fijamos allí nuestro siguiente punto del día: LE FABULEUX VILLAGE DES FLOTTINS...
Desde esta villa francesa proponen una alternativa a los típicos mercados navideños que inundan Europa en estas fechas. Y que nada tienen que envidiarles por cierto...
Cuenta la leyenda que una fría noche del 25 de diciembre, en uno de los vuelos de Santa Claus por el lago Leman repartiendo los juguetes, dos de sus renos comenzaron a discutir, cada uno tiró para un lado diferente, rompiendo las cuerdas que les unían al trineo y cayendo el bueno de Santa a las frías aguas del lago...Los habitantes de Evian estaban demasiado lejos para lanzarse al agua y salvarle. De repente de las aguas del lago emergieron criaturas mágicas y misteriosas que salvaron a Santa.
En su recuerdo cada 9 de diciembre a Evian llegan estas criaturas conocidas como los flottins (elfos, ninfas, hobbits, brujas...); construidas únicamente con las maderas que el lago trae a la orilla y las que caen a los ríos de los alrededores...Toda la villa se convierte en una fiesta para darles la bienvenida, con desfiles, conciertos infantiles, cuentacuentos, fuegos artificiales, proyecciones navideñas en los edificios...vaya una experiencia totalmente única, recomendable y digna de artistas, aquí los tenéis, a ver si reconocéis qué son:
Como podéis ver por el tipo de suelo que ponen es imposible acceder con carros. En los alrededores había puestos de comida y bebida y continuamente sonaba de fondo música misteriosa con sonidos del bosque. Genial, de verdad!!
El día había empezado mal, pero la tarde se encargó de que regresáramos a casa maravillados.