
El vuelo a Tromso lo tenemos a las 8:20 y llegamos a las 10:15, apenas hay luz del día y en el vuelo sería el único sol que veríamos en todo el viaje puesto que en invierno sólo hay unas pocas horas de luz, así que sol intenso sólo en el vuelo.



Al aterrizar en Tromso había muchísima niebla, no se veía nada de nada pero aterrizamos sin ningún problema y a la hora, como vamos con nuestro equipaje de mano vamos a la salida y al kiosko que justo está antes de las puertas de salida para comprar los billetes de ida y vuelta para el autobús. Lo pagamos con tarjeta sin problemas. Todo el viaje lo hemos hecho todo sin tener que sacar o cambiar dinero, se puede pagar todo todo con tarjeta, hasta en un mercadillo que vimos tenían datáfono. Ya podía ser así en España. Cada viaje cuesta 36 nok en el bus local, porque hay unos buses que son mucho más caros que también llevan a la ciudad. Para ir a la parada del autobús, sales del aeropuerto y nada más salir vas a la izquierda y bajas unas escaleras que llevan al parking, lo cruzas, cruzas la carretera y esperas al bus 40 o 42. El 42 da más vuelta y para en los barrios, el 40 va más directo.
Hemos traído magdalenas hechas en casa y nos vienen de lujo jajajaja
Nuestro hotel es el Viking que está muy recomendado y la verdad que no nos ha defraudado, dan gofres gratuitos a partir de las 18:00 y durante todo el día te puedes servir café o té. Dejamos las maletas en recepción y nos ponemos ropa adecuada para dar un paseo por la ciudad.
Es una gozada andar sobre nieve, el frío tampoco es intenso o al menos no nos lo parece, vamos con pantalones de nieve, zapatillas de treking, camiseta térmica, polar y cazadora. La primera impresión de Tromso nos gusta mucho, vemos la iglesia, la calle storgata, el puerto…. compramos unos bocadillos en un super, también hemos entrado al Polar Museo que cuesta 60 nok. Cuentan la historia de cómo vivían los cazadores de ballenas, focas, osos… es un poco cruel la verdad, está bien ver la vestimenta, cabañas, pero ya fotos de esa matanza como que no y no eran fechas tan lejanas. Ahora en Noruega está prohibida la caza… así que bueno es un museo que no sabría decir si merece la pena o no.



El ascensor peculiar del hotel

Volvemos al hotel para descansar un poco y preparar la mochila porque a las 18:30 tenemos excursión con Villmarkssenter.no para ver auroras en su campamento, quedarnos allí a dormir en una cabaña y al día siguiente hacer con ellos trineo con perros. La noche de hoy no es muy buena, mucha nube, viento…. así que hoy no es el día para ver auroras, al menos vemos cachorros y visitamos a los perros que tienen. Montamos en el autobús y como en 40 minutos llegamos al campamento, nos enseñan el recinto, nos dan trajes y botas de nieve y nos vamos a saludar a los perros. Me he hecho amiga de Polar, más majo !!!! son todos majísimos con ganas de que les hagas caso, da un poco de penilla la verdad pero creemos que son felices.


Luego nos dan de cenar y en una zona montan fuego para ver las auroras con menos frío y hay nubecillas para quemar en el fuego y comerlas mmmm qué ricas !!!

Estamos un rato por si despeja pero cada vez se pone peor así que decidimos irnos a dormir y mañana será otro día quizás con más suerte.