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Tras una noche de descanso bien merecida, ya notábamos que el cansancio hacia mella en nuestro cuerpo, pero teníamos ilusión por seguir viendo monumentos de Roma. Así que tras un buen café y tostadas, nos pusimos en marcha.
Lo primero que íbamos a ver eran las Catacumbas de San Calixto. Cogimos un metro, desde la estación Barberini hasta la estación de metro San Giovanni. Desde ahí, fuimos andando por la Vía Magna Grecia hasta la parada del bus nº 218 que nos llevaria hasta la parada que esta justo enfrente de las catacumbas, (sabrás cuando hayas llegado porque el conductor anuncia a viva voz la proximidad de la parada, verás bajar a mucha gente, además de las indicaciones que hay por la carretera).
Llegamos muy prontito, queríamos ver en las Catacumbas a primera hora, en español. En 2015, la primera visita era a las 10h30. En esta página web encontraras todos los detalles. www.catacombe.roma.it/es/index.php
Una vez terminada la visita, hicimos el camino contrario para volver a la zona de San Giovanni. La parada del bus que esta en las puertas de las catacumbas, al borde de la carretera.
Pasamos por las puertas de San Giovanni. Por fin estábamos frente a la catedral de Roma, la Basílica de San Juan Letran. Desde ahí, Podíamos ver la Scala Santa. Buscamos la parada de tranvía para ir a la zona del coliseo. Teníamos reservado una visita guiada para ver el Domus Aurea a las 14h30. Desde el tranvía podíamos ver el palacio Lateranense y su Obelisco.
Hicimos un paron para descansar los pies y comer algo. El “cafe San Pietro” nos parecio una buena opcion, en el que ademas de comer, fuimos testigos de una situacion puramente italiana, al mas puro estilo del cine de Fellini. Tras sentarnos y esperar a que nos atendieran la situacion empezo a ponerse algo tensa, una de las camareras, Sara creo recordar, estaba siendo reprendida por el propietario. Por lo que pudimos entender y a juzgar por los explicitos gestos del señor estaba indicando a Sara lo que tenia que hacer ante la impasiviad de aquella, todas las frases acababan en "¿capiscí?, andiamo". Esta conversacion se repitio en varias ocasiones con escaso exito, ya que Sara no hacia ningun caso y se limitaba a salir a la puerta a fumar. La situacion se fue poniendo mas tensa y llegaron los gritos y todo tipo de reproches, en italiano claro. La situacion se agravo mas aun cuando en el local entro un nutrido grupo de jovenes venezolanos que lleno por completo el local. El caos se adueño de la situacion, comandas equivocadas, retrasos, enfados y Sara sin aparecer. Fiumos testigos de todo esto mientras comiamos, fue un rato muy ameno, no habia lugar para el aburrimiento. Ante esta situacion aparecio la tipica nonna (abuela) italiana, bestido negro, pelo blanco recogido en un moño, y semblante serio, que tras impartir una serie de ordenes soluciono la situacion, no sabemos que fue de Sara. A la hora de pagar la dueña del lugar nos pidio disculpas por tan lamentable espectaculo, nos explico que la tal Sara era su hija y el señor que trataba de meterla por vereda era su hermano, es decir el tio de Sara, la que al parecer era un poco díscola, las cosas de la adolescencia. La nonna era su madre que acudia al lugar siempre que la situacion se complicaba, para compensarnos nos invito a un helado. Apesar de todo, la comida resulto ser muy divertida y nos permitio ver en directo una situacion genuinamente italiana. Desde aqui un saludo para Sara sus tios y su abuela, si es que no la han matado de un infarto.
Nos presentamos puntualmente en la puerta del Domus Aurea. La entrada se hace desde el parque Cole Opio, en el corazón de Roma, entre el Coliseo y los barrios Esquilino y Monti. Aquí teneis el enlace para la reserva www.ticketsrome.com/ ...ner%c3%b3n
De ahí salimos para ir a ver la Basilica de San Pietro in Vincoli, en el que puedes admirar las cadenas con las que San Pedro fue encarcelado en Jerusalén. La iglesia también es conocida por albergar el mausoleo del Papa Julio II, compuesto por una impresionante estatua de Moisés realizada por Miguel Ángel entre los años 1505 y 1515.
Como estábamos cerca del coliseo, queríamos aprovechar lo que nos quedaba de tarde para visitar la basilica de San Clemente. Para ello cogimos la via Labicana.
Ya toca recogernos e ir al hotel. Mañana volvemos para casa. Han sido 5 dias intensos en Roma.
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