Tras más de 6 meses indagando por este y otros foros y esperando el día señalado, por fin llegó la hora de nuestras ansiadas vacaciones.
Eran las 12:05 cuando hacíamos la entrada en la T4 de Barajas, eso si, no con muy bien pie, puesto que nada mas llegar a nuestro mostrador de facturación y tras ver la gran cola que había nos llevamos un chasco. Aquí no acababa lo peor, instantes después y cuando nos encaminábamos hacia el final de dicha cola, una de mis maletas golpeó en algo, cuando me giré para ver que pasaba, mis gafas nuevas cayeron al suelo, y os podéis imaginar el resultado… En fin, comenzábamos bien las vacaciones…
1 hora después ya habíamos facturado nuestras 2 maletas. Pasamos el arco de seguridad y nos fuimos a dar una vueltecilla. Comimos algo por ahí, y cuando nos dimos cuenta, ya era hora de embarcar, así que buscamos la puerta y de nuevo, a hacer cola. A las 14:45 h ya estábamos montados en el avión y a las 15:15h, despegando hacia República Dominicana.
El viaje, pues bueno, pese a ser un avión muy grande, para una persona de casi 1,90 m se hace bastante estrecho… Se hizo bastante largo, la verdad. La comida, pues bueno, a parte de escasa, no fue nada del otro mundo… y las películas, buff! Nos pusieron la las novias que se pelean y otra de Julia Roberts, ambas dos un coñazo… Pero por fin, tras 8 horas y cuarto de viaje, estábamos en el aeropuerto de punta cana! Estaba todo nublado y el suelo mojado, había caído uno de sus típicos chaparrones. Cuando salimos del avión, nos dimos cuenta del calor y sobre todo, la gran humedad que había. Foto a la entrada con las 2 dominicanas, pagamos las tasas y 1 hora para esperar las maletas!!! Pensábamos que las habían perdido… Y ya si, a coger nuestro autobús de Iberjoet y para el hotel!

40 minutos de trayecto en los cuales el compañero del chofer, nos fue explicando un poquito como era la republica dominicana y sobre todo sus peculiaridades como las carreteras, ausencia de señales, manera de conducir, etc. Etc.
Después de dejar a la gente de los iberostar, entramos al Naiboa y a hacer el check-in. Una pequeña charla para explicarnos las consecuencias de perder las llaves o las tarjetas de las toallas y ya si, por fin, subimos a la habitación.
La impresión de la habitación, pues personalmente y después de las criticas que leí en los foros, me esperaba algo peor, sinceramente, pero vi una habitación muy limpia, todo bastante antiguo, eso si. Una cama de 1,30 y otra de 90. Una tele de 26’’ viejecilla, un par de mesitas de noche, un armario con la caja fuerte, una neverita con el mini bar ( 2 cervezas Brahma,2 pepsis,2 agua con gas y una garrafa de 2l de agua) y un armario con una botella de ron,una de vodka,una de ginebra y otra de whisky. El baño, pues una bañera no muy grande y algo vieja, una cortinilla de las de “antes” y lo típico, vamos. Una terraza pequeñita con un par de sillas que cada vez que llovía se inundaba con mas de 2cm de agua y lo único que realmente nos molestó, fue que el aire acondicionado no era nada potente y casi no enfriaba, luego nos enteramos que todos los demás tenían un ventilador en el techo, que algo ayudaba. Nosotros no. De cucarachas y demás insectos, ni rastro en toda la semana…quizás fue por el kill-paff que enchufamos el primer día, quizás no…

Cenamos algo en el buffet del Naiboa y nos fuimos a dar un paseíllo por el complejo. Entramos en el bar del Taino a probar sus cocteles y demás, luego paramos en el bar del Naiboa a tomar algo más, y a la 1 de la mañana, nos fuimos a la camita.