DÍA 1 - ZONA DEL PANTEÓN, JARDINES LUXEMBURGO ✏️ Diarios de Viajes de Francia

La aventura parisina empezó pronto, pero sin pasarse. Nuestro vuelo salía a las 9:30 de la Terminal 2 (que, por cierto, para los que llegáis en metro… os deja en la T1 así que calculad unos 10-15 minutos andando hasta los controles de seguridad). Como os comentaba antes, Easy Jet empieza a llamar antes, así que a las 9:05 estábamos ya todos sentaditos esperando. Llegamos a la hora prevista, sobre las 11:30 y en cuanto salimos fuera de la zona de seguridad, vimos una oficina de turismo y aprovechamos para comprar tanto los billetes del bus a la ciudad (el Roissybus) como para el Museo D’Orsay, por si acaso al día siguiente había cola que resultó ser que no. Una vez llegamos a Ópera en unos 45 minutos (no había mucho tráfico), hicimos el check-in en el hotel y nos dispusimos a comer.
Siempre pasábamos por la Ópera de Garnier, que, por cierto, no he visitado nunca por dentro, y mira que he estado las dos veces en ese barrio, pero por lo que sé, por dentro es muy bonito.


En el Boulevard des Italiennes, hay muchos restaurantes, por lo que nos fuimos a un italiano que ya conocíamos (mis acompañantes era la cuarta vez que estaban en Paris, así que fuimos a piñón fijo). Entro en un tema espinoso: los restaurantes y sus precios. No me considero una gran amante de la alta cocina, es más disfruto más de un plato de pasta que de carne de algún bistrôt, por lo que no los pisé, pero vamos los precios eran un pelín más elevados que los que encontraba en los sitios a los que fui, pero nada demasiado extraordinario. Eso sí, donde te meten el palo es en las bebidas. Un agua puede rondar los 3.50€ mínimo, una cerveza entre 4-7€ y así con todo . Un truquillo está en, si queréis agua, pedir une carrafe de l’eau que es una jarrita de agua fresquita de grifo gratis. Nadie os mirará raro, es más, en muchas mesas se ve. De todas maneras, esos prejuicios que tenía al que me miraran mal los descubrí tarde, así que la gran mayoría de los precios que os voy a decir es con bebidas normales tipo cervezas y botellas de agua. Como decía, comimos tres personas en un italiano llamado Pizza Pino, por 50.30€ con botella de agua para los tres de un litro (que costaba 5 euros).
De camino al hotel, vimos una iglesia que nos llamó la atención en una de las calles que se cruzaban y nos pudo la curiosidad. Se trata de Iglesia St. Trinité en la Place d'Estienne d'Orves.


Ya por la tarde, teníamos previsto ir por la zona del Panteón. Para llegar allí, cogimos el metro hasta la parada Jussieu, línea 8-rosa y 10-amarilla porque nos venía directo desde Opera (los trasbordos suelen ser largos, por lo que es preferible andar más por fuera que hacerlo por dentro) Para llegar al Panteón desde el metro tienes que salir por la calle del fondo a la izquierda y subimos la Rue de Boulangers y seguimos por la Rue de Cardinal Lemoine y giramos por la calle Clovis. Si entras por ahí, lo primero que verás es la preciosa iglesia de Saint-Étienne-du-Mont que, para mi desgracia, no se podía visitar porque había una boda.


El Panteón es el monumento donde están enterrados diferentes personalidades como Rousseau, Voltaire, Alexandre Dumas. Victor Hugo, Marie Curie y marido entre otros. Se puede visitar hasta las 18:30h y entrar cuesta 9€ y gratis si tienes menos de 26 años y eres de la UE. También alberga el Péndulo de Foucault, que sencillamente te hipnotiza cuando lo miras. En la explanada del monumento, está rodeado de otros edificios preciosos como la Universidad de Derecho de la Sorbona, el Ayuntamiento del 5º barrio o la Biblioteca Sainte-Genviève. Dejo algunas fotillos porque merece la pena su visita.



De allí, siguiendo la calle que baja de la explanada del Panteón (Rue Soufflon), están las entradas de los Jardines de Luxemburgo. Pero antes, siguiendo esa dirección, seguimos por la Rue de los Medicis donde se encuentra el Senado de Francia.


Cogiendo la calle Garancière, llegamos a la Iglesia Sant-Sulpice, abierta hasta las 19:30 y cuya entrada es gratuita y bien merece una visita.


Una vez concluida la visita, ya si que volvimos nuestros pasos para entrar a los Jardines de Luxemburgo, considerados como los más bonitos de Paris. No son excesivamente grandes, pero si que es precioso, además lo tienen muy bien cuidado, las plantas y las flores. Además, de fondo, tienes la parte de atrás del Senado y el Palacio de Luxemburgo, que le acaba de dar un aire muy especial. Allí, tuve mi primer y breve encuentro con la Torre Eiffel, porque se le ve la puntita
Estuvimos allí un rato, aunque medio chispeaba, por lo que no pudimos estar todo lo deseado:



De allí, fuimos por el Boulevard Sant Michel andando y decidimos entrar al Barrio Latino. Breve mención a un restaurante que fui la primera vez, español con los dueños de al lado de mi ciudad y que ahora está en venta el Bistrôt Latino, me dió mucha pena la verdad . Dimos una vuelta, pero la verdad, había demasiada gente en todos los sitios, el ejército estaba dando vueltas al barrio de hecho, por lo que decidimos asomarnos al Sena y volver a nuestro barrio.

Volvimos con el autobús número 21, que pasa por parte dela Rue Rivoli, el Louvre para luego ir a Opera. Eso sí, nos pasó la típica turistada de subirnos a un autobús que sólo iba hasta Châtelet, la mitad del camino, pero tras indicarme amablemente el conductor donde volver a coger el 21 y que hablado con el nuevo conductor no me volvería a cobrar, llegamos. Moraleja: mirar siempre el final del trayecto que indica el autobús
Cenamos en el Pizza Hut del Boulevard des Italiennes por 47.20€.