Erase una vez un rey con un reino que no quería gobernar y una obsesión por Richard Wagner y por construir castillos y palacios, cada cual más ostentoso y que llevaron su reinado a la locura y la ruína. Este rey fué Luis II de Baviera, conocido como el Rey loco. La ruta que nos lleva por los castillos del Rey Loco incluye los castillos de Neuschwanstein, Hohenschwangau, además del castillo de Linderhof el de Herrenchiemsee muy cerca ya de Salzburgo, todos ellos en Baviera, región alemana fronteriza con Austria.
Hoy vamos a visitar el más conocido y famoso de todos ellos, el castillo de Neuschwanstein en la localidad de Fussen, hasta allí tenemos dos horas de camino, hasta adentrarnos unos kilómetros en Alemania.
Nos cuesta un poco encontrar el castillo, menos mal que tenemos las entradas reservadas desde hace unos cuantos meses, cuando llegamos a las oficinas en donde venden las entradas (rodeadas de varios aparcamientos) nos volvemos a alegrar de haber reservado porque la cola para comprar las entradas es enorme, mientras que en la ventanilla de reservas sólamente hay un docena de personas



asta las "puertas" del castillo no se puede acceder en coche. Se sube en autobús o en coche de caballos. El Coche de caballos deja más cerca pero es más caro. El autobús te deja más lejos, pero pasas al lado del "Puente de María" que es un mirador fantástico sobre el Castillo (vale muchísimo la pena) y es más económico. Pero nosotros, que tenemos todo el día, decidimos subir caminando por el sendero que serpentea por un precioso bosque. Allí arriba tenemos el castillo, comenzamos el ascenso.
La verdad es que la pendiente es considerable y llegamos a los pies del castillo un poco acalorados :lol:tras un par de descansos para recuperar fuerzas.
Llegamos al patio de acceso y esperamos un rato a que comience nuestra visita guiada, el castillo se aprecia mejor desde abajo que a sus mismos pies, donde lo que mas impresiona es la altura de sus murallas y torres.
No os voy a contar como es la visita, espero que la podais disfrutar en directo, eso sí, no se pueden hacer fotos ni vídeos, aunque a decir verdad el lo mejor del castillo es el propio edificio en sí y su ubicación, mas que sus recargados interiores. Lo mas bonito del interior la el salón del trono (aunque no haya trono) decorado con frescos de estilo bizantino.
Tras la visita al castillo (o antes) es recomendable visitar el puente Marienbrucke, desde donde salen las mejores fotos del castillo con el lago y las llanuras de Baviera de telón de fondo. Después de la visita nos dirigimos hacia una de las mayores cumbres de los Alpes de Baviera.
Después de un buen camino en coche (una horita), llegamos a los pies dell Zugspitze desde cuya cima se tiene una magnífica panorámica de los Alpes y en el que hay una buena estación de esquí, pero el tiempo es malo, la niebla cubre gran parte de la montaña, decidimos no subir porque no veriamos nada, nos hemos ahorrado un pastón porque el telecabina era carísimo. Decidimos volver al camping y descansar, mientras espero a que la cena esté lista leo un poco a refugio del tremendo chaparrón que está cayendo.