Como empieza a ser habitual, nos levantamos pronto, desayunamos y nos untamos bien en crema. La idea para hoy es ir por la mañana a Hvar y volver a la hora de comer a Split, para comer aquí y ver Split por la tarde.
Así que nos vamos andando hacia el puerto para comprar los billetes del ferry, hay bastantes barcos que van a Hvar, por la mañana salen cada 30-45 minutos. Pero al llegar descubrimos unas filas enormes en las taquillas, y pocas taquillas (la verdad). Decidimos optimizar, nosotras nos ponemos a la cola y telerino va a investigar, quien sabe … a lo mejor también venden billetes en otro punto … Y al poco tiempo sus investigaciones dan fruto … no queda ni un solo billete para Hvar en los barcos de la mañana, si acaso por la tarde, pero con mal horario y prisas para coger luego el de regreso ….
Conclusión … Hvar se cae de la planificación. Cónclave familiar y decisión tomada …. Split por la mañana y volveremos a la zona de playas de ayer, por la tarde. Y claro, las telerincillas saltando de alegría, donde va a parar … hemos cambiado ciudad por juegos en el agua, es que no hay color !!!
Visto ahora, creo se salimos ganando con el cambio, porque la playa y el descanso nos vinieron fenomenal. Pero lo cuento para tenerlo en cuenta, en Split hay muchísima gente y muchísimo movimiento en el puerto, por lo que hay que sacar los billetes con bastante antelación.
Aunque no fuimos, según mis notas la ciudad de Hvar es muy pequeña y gira toda ella en torno a un pequeño puerto. La ciudad está presidida por un castillo, el centro esta amurallado y en su interior podemos encontrar casas de piedra blanca, con grandes palacios repartidos por sus calles.
Y ahora a lo que sí que fuimos, Split es la segunda ciudad en importancia de Croacia. Creció alrededor de la casa de descanso del emperador romano Diocleciano. Se mezclan construcciones venecianas con restos romanos.
El Palacio De Diocleciano es una ciudad dentro de las murallas. Fue palacio, fortaleza militar, residencia imperial y ciudad fortificada. Tiene planta cuadrada, sus lados miden 200 metros de aproximadamente. Fue construido por el emperador a finales del siglo III, aunque la estructura original se modificó en la Edad Media. Sus murallas de 24 m. de altura conservan algunas torres, puertas y arcos.
Tardaron 10 años en construirlos, para ello Diocleciano no reparó en gastos, usaron piedra blanca de la isla de Brac, mármol de Italia y Grecia, y columnas y esfinges de Egipto.
Esfinge
El recinto del palacio contiene aproximadamente 220 edificios donde viven unas 3000 personas. Sus estrechas calles son bastante estrechas, al principio y al final de cada calle unos pequeños letreros indican que hay en ella (bares, cafés, restaurantes, tiendas, museos).
Calles
Entramos al Palacio de Diocleciano a través de los sótanos, donde se hay un montón de puestos con souvenirs. Atravesándolos se sale en el Peristilo.
El Peristilo (patio con columnas en el centro) era el corazón del palacio, y a su alrededor se encuentra el Mausoleo de Diocleciano (actual Catedral), el Vestíbulo y el Baptisterio.
El Peristilo (Peristil), era el patio de acceso a las dependencias imperiales. Está formado por una galería con seis columnas de granito que se unen con arcos de medio punto. En parte sur está el acceso a las dependencias del emperador.
Peristilo
Desde aquí también se accede a los sótanos del palacio, unas grandes salas abovedadas. Cuenta la leyenda que Diocleciano estaba tan paranoico con la idea de que querían asesinarle que tenía varios dormitorios. Para llegar a ellos hay que atravesar un espacio circular con una acústica tan perfecta que el eco evitaba sorpresas al emperador. Dicen que si se permanece quieto en la sala circular del sótano es fácil comprobarlo.
El Templo De Júpiter (Jupiterov hram) o Baptisterio de San Juan, es un edificio con columnas corintias en cuya parte delantera hay una esfinge egipcia de basalto negro. Dentro de este recinto también se encuentra la Catedral de San Domnio (Katedrala svetoj Duje), antiguo Mausoleo de Diocleciano, con estructura octogonal y rodeada de 24 columnas. Construida en el siglo VII, lo más destacado de la Catedral es la portada, la torre, el púlpito del XIII, de mármol jaspeado en colores, y las puertas.
Torre de la Catedral
Continuamos callejeando, buscamos la que dicen que es la calle más estrecha y nos acercamos a todas las puertas de la muralla.
Calles
Cada tramo de muralla tiene una puerta con nombre de un metal: al norte esta la puerta Aurea (Oro), al sur, la Aenea (Bronce), al este la Argentea (Plata) y al oeste, la Ferrea (Hierro). Entre las puertas este y oeste se encuentra la calle Krešimirova, que separa la parte sur, donde está la residencia imperial con sus salones y templos, de la parte norte, destinada a los soldados y sirvientes. La puerta de Bronce es la que da al mar., mientras de tras la puerta del Oro, al norte, aparece la estatua del obispo de la época medieval Gregorio de Nin (Grgur Ninski), se cree que si le frotas el pulgar del pie te concederá un deseo (está reluciente !! Y ardiendo !!!).
Gregorio de Nin
Mientras estábamos de regreso en los sótanos comprando imanes para la nevera (menos mal que somos un poco plastas y tardamos un rato) empezamos a oír jaleo fuera y vimos como mucha gente se iba al Peristilo … Y para allá que fuimos nosotros, faltaría mas !!!
Pues resulta que a las 12 (creo recordar) hay una pequeña representación en la que aparece Diocleciano, su mujer y unos cuantos centuriones … Estuvo muy curioso y lo vimos por pura casualidad.
Representación en Split
Ahora sí !! Había llegado el momento de volver a casa para preparar la mochila e irnos a la playa. Antes pasamos por un centro comercial que estaba a las afueras de la ciudad para comprar unas zapatillas de agua (imprescindibles), que Telerino había olvidado al hacer la maleta, unas gafas de nadar porque las Telerincillas querían ver los peces de cerca, más protector solar (lo estábamos usando por toneladas) y bocadillos (que luego nos pasa lo de siempre).
Esta vez nos fijamos mejor, estudiamos google maps a fondo, y buscamos el lugar donde parecía que estaba el acceso, a saber, una cosa parecida a un parking con gorrillas y una cadenita (por eso lo descartamos el día anterior), le preguntamos al señor de los tickets, nos dijo que habíamos acertado, le pagamos y llegamos a Punta Rata.
Una playa mucho más bonita que la del día anterior, tan solo hay un paseo peatonal detrás de la playa, vegetación y sin casas … vamos … una maravilla !!!
Punta Rata
Pasamos aquí toda la tarde entre baños, revistas, comida y juegos. De hecho vemos también la puesta de sol, pasamos una tarde muy agradable.
El agua esta limpísima
Recogemos los trastos, y directos a Split, que nos tenemos que cambiar y buscar un sitio donde cenar. Menos mal que aquí los horarios son como los de España… sino no hubiésemos comido o cenado ni un solo día.
Hasta mañana ….