Desayunamos muy bien en el Hotel Alen do Mar, recogimos todo y nos fuimos, muy contentos por la habitación y la comodidad de las camas, y muy agradecidos por la amabilidad del hotel

El plan inicial era ir a ver la cascada de Ézaro y después Laxe y Corme, pero a pesar del cielo totalmente limpio y despajado del día anterior, con el que disfrutamos de una puesta de sol genial, hoy se había levantado tapado y pintaba con lluvia por donde queríamos ir, así que siguiendo los consejos de las chicas de recepción del hotel, rehicimos el plan, cambiando la playa de Laxe y la visita a Corme por Mugía y Camariñas.
Empezamos por ir a la Cascada de Ézaro. Pudimos llegar a la cascada, recorrer la pasarela de madera y acercarnos el máximo a la caída de agua.
La cascada del Ézaro (en gallego: Fervenza do Ézaro) o cascada del Jallas, es una cascada que forma el río Jallas en su desembocadura al mar. El desnivel del último tramo del río Jallas es de 155 metros, precipitándose el agua 40 metros de altura monte abajo hasta golpear las paredes del cañón situado al pie del Monte Pindo (de 630 m de altitud).


..., pero al volver al coche empezó a gotear..., por lo que cuando subimos por la carretera al mirador de arriba, ya estaba todo mucho más tapado, lloviendo chiribiri y con niebla

Vuelta al coche y dirección a Mugía (Muxía), en concreto al Santuario de Nosa Señora da Barca y al Faro de Muxia.
A mitad de camino, en la aldea de Santa Mariña, vimos un hórreo gallego que nos gustó mucho



El Santuario de Nosa Señora da Barca es un edificio de culto construido para cristianizar una lugar donde se realizaban cultos paganos por los antiguos pobladores de estas tierras. La primera ermita fue construida en el siglo XII y cobra gran importancia por el hecho de ser final de etapa de los peregrinos que, después de visitar al apóstol, se dirigían a estas tierras del Finis Terrae para rendirse al pie de la Virgen y contemplar las curiosas piedras en el lugar en las que, según la leyenda, se le apareció al Apóstol Santiago para darle ánimo en su intento por cristianizar estas tierras del noroeste peninsular.
El 25 de diciembre de 2013, el santuario sufrió un incendio provocado por un rayo, que lo redujo a cenizas. Un año después acabó su rehabilitación/reconstrucción, pero se perdieron el retablo y otras piezas de valor.

Bonito el faro y espectaculares las olas contra las rocas!

Como siguió a ratos la llovizna, hicimos un buen uso de los chubasqueros que cogimos para el viaje

Ya en el coche, nos dirigimos a Camariñas, donde habíamos reservado en el restaurante Puerto Arnela, siguiendo la recomendación del Hotel Alen do Mar.
Estuvo bien, de notable, pero no llegó a excelente..., quizás por el buen recuerdo de los anteriores

Después de comer fuimos al Faro de Cabo Vilán de Camariñas, pasando cuando estábamos ya casi llegando, por la granja de rodaballos de la empresa Stolt Sea Farm.

Al llegar al Faro de Cabo Vilán de Camariñas, volvió a taparse el día bastante...



Recogidos ya de nuevo, nos dirigimos a Catoira, a Os Migueliños, Calle Barral, 12, 36612 Catoira · Pontevedra, Tel: 986 546 132, donde dormiríamos cuatro días. Además de sus buenas críticas en internet, nos lo habían aconsejado unos amigos que fueron el año anterior y les encantó.
Llegamos allí y tanto el trato de Berta y Manolo fue perfecto. La casa genial, habitaciones espaciosas con camas cómodas y un baño chulísimo con una buhardilla bastante grande

Una vez llegados, nos acercamos andando al supermercado más cercano para comprar para estos días y aprovechar el cocinarnos desayunos y cenas a nuestro gusto, que ya nos apetecía mucho

Cena casera y relax al final del día.