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[align=justify]En esta entrada queremos hablaros sobre los Toraja, una cultura que descubrimos en nuestro viaje por Indonesia y que nos sorprendió mucho.
La zona de Tana Toraja se encuentra en Sulawesi. En esta isla de Indonesia el 90% de la población es cristiana, el 6% musulmana y el 2% siguen la religión ancestral.
La palabra Toraja significa hospitalidad. La gente Toraja sigue tanto el cristianismo como la religión ancestral. La vida para los Toraja gira en torno a la muerte. Se pasan toda la vida ahorrando el dinero necesario para enviar a sus muertos al más allá como es debido.
Las ceremonias funerarias reúnen a familias que pueden estar dispersas por lugares tan alejados como Papúa u otras islas del Pacífico. Los funerales duran varios días y en ellos sacrifican montones de búfalos y cerdos. Además bailan muchas danzas tradicionales y hay suficiente comida y bebida para todos los asistentes que lleguen a la fiesta. Según sea el nivel socio económico de la familia y la casta a la que pertenezcan, los funerales son más o menos vistosos y de mayor o menor duración, pudiendo alargarse hasta 2 semanas.
CONSTRUCCIONES TÍPICAS
A muchos de vosotros os sonarán las típicas construcciones en forma de barca. Éstas reciben el nombre de tongkonan y son las casas tradicionales donde antiguamente vivía la familia. Hoy en día es más bien un símbolo de la tradición Toraja ya que normalmente también tienen casas como las occidentales.
En cuanto a la forma hay dos interpretaciones. Algunos creen que el tejado representa los cuernos de un búfalo, animal sagrado en la cultura Toraja. Otros dicen que es la proa y la popa de un barco porque se dice que cuando los primeros Toraja llegaron a Sulawesi en sus barcas, éstas quedaron destrozadas durante el viaje por un temporal, así que utilizaron las barcas inutilizadas como techo para sus casas.
Las casas siempre están agrupadas por clanes, y el estatus social es muy importante para la cultura Toraja. Es muy común ver cuernos de búfalo decorando el exterior de los tongkonan ya que cuantos más haya, mayor será el estatus social de la familia.
También existe otra construcción típica llamada alan. Se parece al tongkonan pero es más pequeña y solamente sirve para almacenar el arroz.
RITOS FUNERARIOS
Vamos a hablar de lo que normalmente impacta más a la gente sobre la cultura Toraja y son los rituales funerarios que llevan a cabo. Ellos creen que sin estos ritos el alma del difunto causará desgracias a su familia. Como hemos dicho antes, estas ceremonias no son precisamente baratas y por eso, para poder ahorrar y enterrar al siguiente fallecido de la familia pueden pasar varios años.
Hay que aclarar que los Toraja no consideran a las personas fallecidas como muertos, sino como enfermos. Ellos les llaman ‘tomakula’. Por eso permanecen en casa durante años y son tratados con total normalidad: les llevan comida, cigarrillos, les cambian la ropa…
Y os preguntaréis ¿cómo hacen para que el cadáver no huela? Pues bien, antiguamente utilizaban un bálsamo hecho de hojas y raíces. Cubrían las ropas y el ataúd del difunto con esta mezcla y también la boca. Hoy en día aún sigue haciéndose en zonas de montaña y pueblos más pequeños. Sin embargo, normalmente cuando la persona muere, en el hospital se le inyecta una solución de formol.
Una vez la familia ha podido ahorrar lo suficiente y han decidido en qué fechas se realizará la ceremonia, convocan a toda la familia directa y lejana, que posiblemente esté repartida por diferentes islas de Indonesia. Normalmente se celebran durante los meses de julio y agosto.
Construyen unas edificaciones temporales de bambú en las que tendrá lugar cada una de las celebraciones y en las que caben centenares de personas.
Partes del funeral
Rambu Tuka
La primera parte del ritual funerario Toraja es el Rambu Tuka. Consiste en declarar a la persona fallecida, fallecida de manera oficial. Ponen el ataúd en un palanquín con forma de barca y realizan una procesión alrededor del pueblo. Mientras lo van llevando, lo zarandean de un lado para otro y parece que el cadáver se vaya a caer al suelo. Después, colocan el palanquín en una torre, parecida a los tongkonan, pero solamente con tejado y suelo, y sacrifican a un búfalo en frente del cuerpo. De esta manera se declara la muerte oficial del familiar. Este momento recibe el nombre de ‘tongkon’.
Peleas de búfalos, sacrificios, bailes y danzas tradicionales
La segunda parte del ritual puede durar hasta 5 días. Se sacrifican búfalos y cerdos, hay danzas tradicionales, peleas de gallos y búfalos y montones de comida y bebida. Los bailes y cantos tradicionales se llaman Ma’badong. Estas danzas y cantos, llevadas a cabo por hombres, ayudan al alma del muerto a llegar al paraíso.
Otra cosa que hace la familia para ayudar al familiar fallecido a llegar al paraíso es sacrificar búfalos y cerdos. Y os preguntaréis, ¿porqué estos animales? A parte de ser un símbolo de estatus, riqueza y poder, los Toraja creen que el búfalo es el que transporta el alma del difunto hasta el purgatorio donde será juzgada. Depende de lo que haya hecho la familia en el ritual funerario, que el alma vaya al cielo o al infierno.
Los cerdos son los que guían a los búfalos en su camino al purgatorio. Cuanto mayor es el estatus social de la persona, más animales se sacrificarán. Normalmente se llegan a sacrificar entre 20 y 50 búfalos y cientos de cerdos. Los hombres son los encargados de llevar a cabo la matanza de los animales. El precio de los búfalos puede ser desde 500€ hasta 18.000€. Los más caros son los de color blanco y negro y los que tienen los cuernos más grandes. Los cerdos son más baratos, unos 115€.
Después de sacrificar los animales, los cortan en 3 partes: cabeza, piernas y cuerpo. Estas partes las reparten entre los invitados a la ceremonia. Normalmente la cabeza va para los líderes de las castas, las piernas para la familia directa (hermanos e hijos) y el cuerpo para el resto de la comunidad. Esto será un punto extra para que el alma del difunto llegue al paraíso. El resto de la carne se cocina y se sirve entre todos los invitados.
Los invitados, también traen regalos para la familia, principalmente ofrendas como por ejemplo cigarrillos, y animales para sacrificar. Todo esto queda anotado y registrado, indicando qué es lo que cada persona regala. La familia que celebra el funeral queda en deuda con los invitados y en un futuro, tendrá que devolverles lo que éstos han dado. Esta deuda puede ser saldada incluso por los descendientes, en caso de que ellos mueran.
Si asistís a un funeral Toraja, lo más correcto es llevar tabaco a la familia. Ellos te invitarán a pastas y té e incluso a comer arroz y carne de los animales sacrificados, como hicieron con nosotros.
En los grandes funerales un locutor retransmite a través de un micrófono todo lo que va pasando y también presenta a las familias y anuncia las ofrendas que traen.
Como hemos dicho antes, también realizan peleas de gallos y de búfalos. En las de búfalos la gente apuesta dinero aunque esté la policía presente. Se pueden ver incluso niños con fajos de billetes entre la multitud. El primer búfalo que se aparta es el perdedor. Si aún no se han chocado y se aparta uno, no hay ganador ni perdedor. Se llevan a cabo entre 2 y 3 peleas de búfalos a la semana.
Las peleas de gallos son ilegales y es difícil verlas ya que se esconden en la montaña para realizarlas. Nosotros tuvimos la “suerte” de encontrarnos con una de las localizaciones y nos paramos a ver la escena desde el coche.
Tumbas naturales: Lokomata
La última parte del ritual, que no pudimos ver por falta de tiempo, es enterrar el cuerpo de la persona fallecida. Lo que hacen es llevar el ataúd desde casa hasta la tumba. Los Toraja entierran a los muertos con sus posesiones ya que creen que las utilizarán en la otra vida. Esto provocaba el saqueo de las tumbas y es por eso que empezaron a excavarse en piedras en lo alto de las montañas. Estas tumbas se llaman lokomata. Loko quiere decir agujero y mata ojos (ojos en la piedra).
Cuando estos nichos naturales están llenos, transportan los huesos de los fallecidos a unas cuevas custodiadas por los tau tau, unas efigies de madera a tamaño natural que a parte de proteger las tumbas, representaban el poder que tenía la familia. Hoy en día no se ven muchas ya que debido a los robos, los Torajas las guardan en sus casas.
Otras creencias y prácticas de los Toraja
Ma’nene
El ritual funerario ¡no acaba aquí! Tras 20 o 30 años del entierro, se lleva a cabo una ceremonia conocida como Ma’nene, que significa “limpiar a los muertos”. Esta no tuvimos oportunidad de verla. Consiste en sacar a los muertos de las tumbas, cambiarles la ropa y pasar un rato con ellos. Les hablan, se hacen selfies con ellos… como si de un vivo se tratara.
Kambira: cementerios naturales
Otra práctica que nos sorprendió bastante es la forma que tienen de enterrar a los niños pequeños que han fallecido. Los Toraja creen que hay que devolver a la naturaleza todo lo que de ella procede. Por eso, los bebés que fallecen antes de que les salga el primer diente, serán enterrados en el interior de un árbol típico de la zona. Dicho árbol crea una sustancia blanca que para ellos simboliza la leche materna. Esta sustancia le da fuerzas a las almas de los bebés enterrados para que sean capaces de trepar hasta la copa del árbol y así poder acceder al paraíso. Estos cementerios naturales son conocidos con el nombre de Kambira.
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