Día 7 de Agosto
Nos despertaron media hora antes de llegar, así que aproveche para hacer algunas tomas de video con la gopro desde la pequeña ventana en la zona entre los vagones, eso sí con mucho cuidado porque el espacio era pequeño y como el tren pasa tan pegado a los arboles y paredes, algunas ramas golpeaban la ventanilla, me quedo alguna toma interesante. A las 5:30h llegamos a Hanói, antes de llegar a la estación término, pasamos por la vía que hicimos fotos el día que visitamos Hanói con las casas pegadas.
Una vez en Hanói, al ser tan temprano, habíamos reservado un hotel al lado de la estación ( hotel La Rosa en : 36 Nguyen Khuyen, Dong Da, Hanoi) para ducharnos y descansar un poco.
Sobre las 8h emprendimos la ruta hacia Ninhbinh, durante el trayecto cruzamos grandes extensiones de arrozales, es muy curioso que en muchos de ellos hay las tumbas de los familiares de los propietarios del terreno, se ve, que antiguamente era costumbre hacerlo así pero ahora ya no dejan.

Tal como íbamos acercándonos ad Ninhbinh, al fondo del paisaje se empezaban a apreciar las montañas de piedra y a sus lados habían muchas varias canteras que extraían cemento, precisamente estos fabricantes son unos algunos de los nuevos ricos de Vietnam, se están construyendo unas mansiones que son más grandes que la catedral de San Pedro del Vaticano, son unas mansiones brutales, paramos a pie de carretera que había una en construcción y el palacio de la Sisí de Viena parece la casita del guarda comparado con estas moles que se están haciendo esta gente .

A media mañana llegamos a la antigua capital de Hoa Lu, el conductor nos dejó frente a la entrada, pero se llevó una bronca con su consiguiente multa de unos policías que estaban cerca, ya que según me contaron no podía habernos dejado allí, eso que estábamos solos y no molestó a nadie.


Comenzamos la visita después de atravesar el largo paseo hacia la entrada, con los restos de los templos dedicados al Rey Dinh y al Rey Le, dos héroes que vivieron en el siglo X y eligieron Hoa Lu como lugar para construir la ciudadela de la capital (de 968 a 1009). El entorno es precioso con una canal que cruza delante de los templos y rodeados de las peculiares montañas de la zona.


A continuación nos dirigimos a Trang An, que está bastante cerca de Hoa Lu, para hacer el famoso recorrido en barca, elegimos este en vez de Tam Coc, porque bastantes viajeros decían que era mejor y menos saturado de turistas. Compramos la entrada y nos subimos en una de las barcas junto con Camilo, para hacer el tour, nos avisaron de que como había llovido mucho el nivel del agua estaba muy alto, así que de los ocho túneles que se pueden cruzar durante el recorrido solo podíamos hacer tres de ellos, es lo que hay al ir en época de monzón, fuimos navegando tranquila y pausadamente junto a los espectaculares montículos de piedra caliza que surgen del lago.

Por algo le llaman la bahía de Halong en tierra, todo el entorno es impresionante, allí se rodó la película Kong, que si la barquera tiene a bien párarte puedes visitar el escenario, en nuestro caso no se detuvo, no sé si es que tenias que pedírselo o qué, pero cuando me di cuenta ya nos hubimos pasado, durante el recorrido en barca atravesamos varias cuevas, pero como el techo estaba muy cerca tuvimos que tumbarnos completamente estirados en la barca a causa del nivel de agua, el paso era tremendamente bajo, más de lo que nos pensábamos pero pasamos un rato muy divertido. Es una visita muy recomendable si tenéis la posibilidad de hacerla, a mi parecer uno de los lugares "top" de cualquier viaje a Vietnam.






Como se había hecho un poco tarde, además se oían bastantes truenos, fuimos a comer en un restaurante a pie de carretera cerca de Trang An, se llama si no lo apunte mal , Thit Com De Chan, comimos bastante bien un menú muy completo.

Mientras comíamos cayó un intenso chaparrón, menos mal que no nos pilló mientras estábamos en la barca, que si no nos hubiéramos quedado empapados.
Después de comer nos dirigimos a visitar la Cueva de Mua (Hang Mua), la entrada estaba en obras de reforma, lo están dejando como si fuera un parque temático con fuentes y figuras por todos los lados, a mí personalmente creo que es más bonito que todo sea más natural, pero como hemos podido observar los asiáticos les gusta mucho el recargar las decoraciones así que de aquí un tiempo eso parecerá Disneylandia, para llegar al mirador tuvimos que subir sus 540 escalones, que con la humedad ambiental que hacía, sudamos bastante, pero vale la pena al contemplar los impresionantes paisajes de Tam Coc, bastante parecidos a Trang An, pero desde las alturas.




Por fin fuimos al hotel después de un día tan intenso, aquí elegimos un resort que nos pareció interesante en booking, el Emeralda Resort Ninh Binh.
Nos dimos un merecido y refrescante baño en su piscina, cenamos allí mismo, en uno de sus restaurantes, aunque era un poco caro pero no teníamos ganas de salir a buscar restaurantes en el pueblo, el precio de la cena fue como de un hotel de Barcelona .


