A las 6:30 nuestro barco llegaba a Juneau, capital del estado y accesible solo por aire o mar. La parada de ese día era más corta que la de Skagway, pues el barco zarparía a las 15:30. El hecho de que saliera de Juneau tan pronto hizo que tuviéramos que elegir muy bien qué actividad haríamos, pues no nos daba tiempo a hacer mucho (sobre todo teniendo en cuenta que no pensábamos desembarcar a las 7 de la mañana). Las actividades más típicas en Juneau son el avistamiento de ballenas, la visita al Mendenhall Glaciar y el Mount Roberts Tramway. Para quienes estén dispuestos a pagarlos, también hay vuelos escénicos en helicóptero sobre los glaciares (con parada en uno de ellos incluida), y una de las mejores experiencias de avistamiento de osos del Inside Passage en Admiralty Island (sobre todo en julio y agosto).
Mi primera opción era alquilar un coche y poder visitar así por libre el glaciar, más el trocito de carretera costera que te lleva hasta Shrine of St. Therese y la Macaulay Salmon Hatchery. Juneau Car Rentals es bastante popular con cruceristas por sus precios y porque puedes recoger el coche en el mismo puerto, pero cometí el error de no reservar con tiempo y cuando fui a pedir disponibilidad ya no tenían coches pequeños (que nos hubiera costado unos $80-90), y los grandes se iban demasiado de precio. Ese día había varios cruceros grandes en Juneau y está claro que yo no era la única con la idea brillante de alquilar un coche. Plan B: coger el bus para ir al Mendenhall, hacer algún trekking allí por libre y luego volver hacia el centro y decidir si queríamos subir al Mt Roberts Tramway en función de qué tal día hiciera. Para llegar al Mendenhall, que está a unas 12 millas del centro de Juneau, hay un bus turístico y un bus público. El bus turístico (shuttle) te lleva hasta el propio Centro de Visitantes, pero los precios se han disparado en los últimos años: $45 por persona ida y vuelta, incluyendo los $5 de la entrada al Visitor Center; de ahí que mi primera opción fuera coger un coche. La otra opción, el bus público, es mucho más barata ($4 por persona ida y vuelta) pero te deja a 1.5 millas del Visitor Center, tarda como una hora en llegar y encima siendo domingo los horarios eran un poco escasos, y el primer bus del día nos hubiera dejado en Mendenhall bastante tarde. Plan C: reservar un taxi que nos recogiera en el propio muelle y nos llevara al glaciar, y luego ya veríamos cómo volvíamos. Escribí a Evergreen Taxis un par de meses antes para reservarlo y negociar el precio (nos dijeron que serían unos $30). Cuando termináramos, podíamos llamarles por teléfono para que nos fueran a buscar, o podíamos mirar la opción de volver en un bus público si nos cuadraba el horario. Estuvimos dudando de si intentar meter una excursión de avistamiento de ballenas después del glaciar, sobre todo porque teníamos un 2x1 con el toursaver, pero los horarios para poder aprovechar el descuento no nos cuadraban bien y como ya habíamos visto ballenas en los cruceros de Valdez y Seward, finalmente decidimos tomárnoslo con calma y visitar únicamente Mendenhall Glacier.
Mendenhall Glacier
A las 8 nos recogía nuestro taxi en el muelle, nada más bajar del barco, y allí estaban muy puntuales. Tardamos unos 15 minutos en llegar al glaciar, pero nos explicó que si nos llevaba hasta el centro de visitantes tenía que cobrarnos un “extra” de $17 por persona (que incluía los $5 de la entrada), pero si nos dejaba justo en el borde del parque, más o menos a una milla del centro de visitantes, sólo tendríamos que pagar la entrada al llegar. Normativa del parque, por lo visto. Nos apetecía andar así que le pedimos que nos dejara en el borde y nos cobró $31. Hicimos esa última milla andando, es llana y sin complicación ninguna. Se puede hacer por la carretera o por alguno de los trails que hay en la zona. Nosotros hicimos parte por carretera y parte por dentro, entre los árboles. Es zona de osos (sobre todo negros) y hay que tener cuidado. Es un paseo muy agradable, aunque estaba muy nublado y amenazaba lluvia. Tuvimos la suerte de ver un puercoespín subido a un árbol y, aunque las fotos no son maravillosas, nos quitamos la espinita de no haber podido hacerle fotos al que habíamos visto días atrás en Denali.
Camino del Mendenhall Glacier
Llegamos al Visitor Center y pagamos religiosamente la entrada ($5 por persona). Desde el propio Visitor Center ya se puede ver el glaciar, pero lo mejor es acercarse andando y hacer alguno de los trails. El más conocido es el que te lleva hasta la base de las Nugget Falls, una cascada muy vistosa cerca del glaciar. Hacía frío pero no llovía, así que aprovechamos y nos pusimos a andar: Photo trail, Nugget Falls trail, Steep Creek (donde se pueden ver fácilmente osos comiendo salmón en julio y agosto) y Trail of Time. El glaciar Mendenhall es uno de los más fácilmente accesibles de Alaska, y aunque no es tan espectacular como otros que habíamos visitado durante el viaje, sí que tiene su gracia. Termina en un lago glaciar por el que se puede hacer kayak (aunque no tenía icebergs, que es parte de la gracia de estas cosas). Las cascadas le dan un plus muy fotogénico. En invierno, cuando el lago se congela, debe ser espectacular.
Mendenhall Glacier y Nugget Falls
Estuvimos unas tres horas paseando por los distintos caminos. No vimos osos pero sí vimos algún puercoespín más. Llovía a ratos y hacía bastante frío. Después de hablar con la Ranger del Visitor Center sobre los horarios de los buses, decidimos intentar volver en uno de los buses públicos. Tuvimos que deshacer el camino que habíamos hecho esa mañana y salir andando del parque, pero por el camino paramos a ver si el puercoespín seguía en el mismo sitio (y ahí estaba, comiendo como un koala hambriento) y también pudimos disfrutar de las vistas del glaciar desde la carretera que a la ida por algún motivo no habíamos visto.
Mendenhall Glacier
Hay dos autobuses públicos que conectan el centro de Juneau con Mendenhall, el 3 y el 4. Ambos tardan más o menos lo mismo. A las 12:26 cogimos el número 4 (aquí está la parada) hacia el centro. Son $2 por persona pero solo admite efectivo, y no teníamos cambio así que pagamos $5. Da un buen rodeo y tarda casi una hora en llegar al centro, así que no es aconsejable si tenéis prisa, pero por lo demás es la mejor opción para visitar Mendenhall de forma económica.
Es fácil ver águilas en Juneau
Juneau está llena de tiendas de souvenirs y aprovechamos para hacer alguna compra ahora que se acercaba el final del viaje. Las cosas nos parecieron más baratas que en Anchorage. A parte de las tiendas no tiene mucho más que ver, no es una ciudad especialmente bonita o pintoresca (como pueden ser Skagway o Ketchikan). Como el día estaba tan feo descartamos subir al Mt Roberts Tramway, un teleférico que te sube desde el muelle hasta lo alto de la montaña que bordea la ciudad y desde donde se supone que hay unas vistas estupendas si el tiempo lo permite. La entrada es bastante cara ($35) y mucha gente se queja de que no vale la pena el dineral que cuesta. Te hacen un 2x1 con el toursaver, y si hubiera hecho buen día nos lo hubiéramos planteado, pero nublado y lloviendo pensamos que no merecía la pena. También hay un camino para subir andando, y si luego haces una consumición en el bar de arriba te dejan bajar en el teleférico.
Mt Roberts Tramway
Como ya habíamos dado por terminada la visita a Juneau, volvimos al barco para comer (había que amortizarlo!). Esa tarde la pasamos vagueando, viendo fotos, y disfrutando del jacuzzi. Los días se iban acortando considerablemente y ya teníamos puestas de sol en condiciones. Esa noche teníamos la segunda cena de gala, y nos pusimos ciegos de langosta. Creo que estos de Princess no ganaron mucho dinero con nosotros, con todo lo que comimos…