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Iniciamos el día, y ya sabéis donde desayunamos, no?? Le hemos cogido cariño a este sitio.
Tras nuestro habitual desayuno, cogemos el metro y nos vamos hasta Canal Street.
Y esto es lo que nos encontramos nada salir del metro:
Nos resulta gracioso este cartel ya que aquí en New York todo es enorme, las cucarachas, las ratas, las palomas…….. Doy fe que vimos de todo a tamaños desproporcionados.
Y nos dirigimos a Broome St & Lafayette St. Y os preguntaréis qué hay aquí.
Pues bien, no se si ayer recordáis que dejamos algo pendiente que hacer porque ya no nos dio tiempo y había mucha gente haciendo cola.
Bien! Habéis acertado. Estamos en Central Perk y hoy tenemos intención de entrar a hacernos la foto de rigor
Nos resulta gracioso este cartel ya que aquí en New York todo es enorme, las cucarachas, las ratas, las palomas…….. Doy fe que vimos de todo a tamaños desproporcionados.
Y nos dirigimos a Broome St & Lafayette St. Y os preguntaréis qué hay aquí.
Pues bien, no se si ayer recordáis que dejamos algo pendiente que hacer porque ya no nos dio tiempo y había mucha gente haciendo cola.
Bien! Habéis acertado. Estamos en Central Perk y hoy tenemos intención de entrar a hacernos la foto de rigor.
Aunque es muy temprano, la cola ya da la vuelta a la manzana, así que nos toca esperar un ratito, aunque avanza bastante deprisa.
Así que foto aquí y foto allí mientras vamos avanzando poquito a poco.
Mientras los agentes de seguridad (sí, hay varios agentes de seguridad para mantener el orden en la cola y que a nadie se le ocurra colarse, nos van preguntando que cuántos somos, respondemos que somos 6, y nos dicen “oh really? six friends?” (De verdad?, 6 amigos?), como los componentes de “friends” que también son 6. La verdad es que les parece gracioso y nos lo dicen varias veces.
Una vez que entramos en “Central Perk”, lo primero que vemos son trajes que llevaron los actores en alguno de los capítulos de la serie.
Y una cafetería donde sirven café. Nosotros acabamos de desayunar y creemos que los precios serán elevados por encontrarse donde se encuentra. También vemos que venden merchandasing.
Ya en España descubriríamos que el café era gratuito. Eso nos pasa por no informarnos antes, porque habría tenido su gracia que nos hubiéramos tomado un café de “Central Perk.
Seguimos con el relato, así que una vez descartamos el café, esperamos una breve cola para hacernos la “foto”.
Han traído el mobiliario original que se utilizó en el rodaje y ahora está preparado para que nos hagamos una foto.
Hay personal que te hacen un foto que luego te puedes descargar de una página web. Pero al mismo tiempo te hacen las fotos que les pidas con tu propia cámara.
Así que no quisimos abusar y pedimos una de móvil para poder enviarla por las redes sociales, y otra de cámara para tenerla en buena calidad (Frikis…jajaja).
Tras conseguir la tan ansiada foto, seguimos con la ruta y nos dedicamos a pasear tranquilamente por Tribeca. Un barrio que nos está gustando mucho.
ahora dirigimos nuestros pasos hasta la calle Bedford Street esquina con Groove Street.
Pero justo antes de llegar, o se podría decir que en el mismo cruce, nos encontramos que están grabando un anuncio de Nike.
Nos quedamos un rato observando y hacemos varias fotos.
así que si alguien ha visto este anuncio, por favor que me remita a el, que me gustaría verlo.
Y si en la foto de arriba ampliamos un poco el plano de la foto, ¿Sabeis qué es lo que vemos?
Pues es la famosa casa de “Friends”
Y como la cosa va de series hoy y nos queda cerca, nos dirigimos hacía el número 66 de Perry Street.
Y aquí se encuentra la casa de Carrie Bradshaw de la mítica serie Sexo en Nueva York.
Pasa un poco desapercibida, ya que justo al lado está andamiado.
Cuando llegamos nosotros no había nadie. Pero fue ponernos a hacer fotos y en cuestión de segundos había al menos 2o personas alrededor nuestra.
Hay que tener cuidado y sobre todo respeto ya que es una casa particular, y como bien indican los carteles está prohibido el acceso.
Muy cerquita de allí también encontramos The Magnolia Bakery, que es uno de los sitios habituales de Carrie en esta serie se encuentra en el 401 Bleecker Street and W. 11th Street.
Y no podemos evitar entrar y cotillear un poco en la tienda. Mmmm cómo huele. La verdad es que no compramos nada, pero ahora me arrepiento.
Según vamos paseando, los edificios han cambiado mucho y todo lo que vemos son apartamentos con las escaleras de emergencia. Por esta zona no hay rascacielos.
Y nos vamos encontramos en diferentes escaparates como en la misma calle la decoración para Hallowen que ya se encuentra cerca.
Una pena que nuestro viaje no coincida con esta peculiar fiesta ya que tiene que ser muy interesante.
Lo apuntamos para volver en esta época.
Vamos caminos del High Line Elevated Park.
Es un parque urbano elevado construido sobre una antigua línea de ferrocarril. La plataforma elevada dejó de utilizarse en 1980.
Hoy en día es un agradable paseo de 2 kilometros de longitud y recorre desde Gansevoort Street hasta la calle 34 de la parte oeste de Nueva York. Tiene diversos puntos de acceso a lo largo de su recorrido por la ciudad.
Durante todo el recorrido el parque High Line está repleto de bancos para sentarse o tumbarse, siendo un lugar que ha adquirido importancia a la hora de tomar el sol en verano.
A la hora que lo visitamos nosotros, estaba en plena ebullición y era incluso complicado caminar.
Nuestros estómagos estaban rugiendo, pero en el Park Line no vimos nada que nos llamara la atención así que nos dirigimos a Chelsea Market a ver que encontrábamos.
Nos llama la atención aquí los parking para coches. Al ser una ciudad tan explotada ya no tienen espacio para edificar, así que los parking se construyen hacia arriba.
Y en esta calle nos encontramos con Oscar el Gruñón de Barrio Sésamo que da nombre a la calle.
Nos dirigimos a 75 Ninth Avenues, donde se encuentra Chelsea Market.
Se encuentra ubicado en una antigua fabrica de Nabisco, en concreto en esta fábrica fue donde se inventaron sus famosas Oreos.
En un increíble ejercicio de rehabilitación, la antigua fábrica se ha convertido en un precioso edificio de oficinas, y en las plantas más bajas se sitúa el mercado donde puedes comprar todo tipo de cosas y parar a comer o cenar.
Es muy recomendable darse una vuelta por el complejo admirando ciertos detalles que han dejado de la antigua fabrica.
Encontramos un montón de sitios para comer así que elegimos uno al azar y nos comemos unos sándwiches.
Es curioso cómo han habilitado esta fabrica para convertirla en Mercado. Podemos observar cantidad de detalles que nos llaman la atención.
Y aquí aprovechando el parón para comer, cambié mis zapatillas por una de mis nuevas adquisiciones que me había comprado por el camino y mis pies lo agradecieron. Así que decido dar una muerte digna a mis fieles zapatillas que tanto camino hemos recorrido juntas. Son muchos países los que hemos recorrido pero llegó el momento de pasar a mejor vida, así que me pareció buen lugar el Chelsea Market para despedirme de ellas. Adiós fieles compañeras de kilómetros.
Tras la pena por despedirme de mis compañeras, encontramos una tienda de tartas donde hacían obras de arte en cuanto a decoración de tartas.
¡Quémaravilla y que ganas de probarlas todas! aunque seguimos sin probar ningún pastel. No entiendo cómo viendo estas cosas terminamos el viaje sin probar ninguna. No tenemos perdón.
Una vez que dejamos a nuestras espaldas Chelsea Market, nos dirigimos hacia Washington Square Park y vamos disfrutando de los edificios que nos rodean, que nada tienen de rascacielos.
Justo antes de llegar al parque nos encontramos otro rodaje de una película. Se ve que hoy es el día del cine.
Aunque buscamos no conseguimos ver a qué se corresponde el rodaje.
Y llegamos al parque Washington Square Park, donde lo primero que nos encontramos es un Arco del Triunfo dedicado a Geore Washington, verdadero símbolo del parque, para celebrar el cien aniversario de la inauguración por George Washington
Washington Square es una de las zonas más populares del sur de Manhattan. Está construido sobre un antiguo cementerio y se ha convertido en un popular sitio de descanso en un barrio que no es de los más populares de New York.
Nosotros aprovechamos a descansar un poco y planear nuestros siguientes pasos ya que nuestra ruta planeada para hoy ya está completa.
Así cogemos el metro y nos vamos hasta la zona más comercial de New York. ¿sabéis cual, no? pues la 5th Avenue!!
Aquí decidimos ir dando una vuelta por varias de las tiendas y vamos entrando en las tiendas según nos va apareciendo. y entre ellas entramos en la Tienda de la NBA donde aprovechamos a hacernos alguna foto con camisetas emulando a Mickel Jordan.
Antes de irnos a cenar, tenemos una última visita que hacer. Y aunque nos hubiera gustado cenar aquí, por lo peculiar del sitio, no nos queda tiempo y preferimos cenar donde teníamos pensado.
Se trata de una antigua hamburguesería dentro de un hotel de lujo. Sí, si, como leeis. Una hamburguesería de precios bajos en el hall de uno de los hoteles más lujosos de New York.
Se trata de Burger Join y se encuentra dentro del hall del Hotel Le Park Meriedien en la calle 57. Un lujoso hotel de 5 estrellas.
Y es que atravesar las puertas de este hotel, donde los botones y agentes de seguridad te miran con cara de pocos amigos, ya que se nos ve claramente que no nos alojamos ahí, y ves y hueles lujo por todos los lados. Un sitio dónde de momento nuestras posibilidades económicas no son aptas para este sitio.
Y deambulando entre las dos recepciones que tiene (si. es la primera vez que veo un hotel con dos recepciones. No se si es lo habitual en hotel de lujo), y te empieza a invadir un olorcillo a grasa, a hamburguesas, a antro. Y entre unas cortinas han escondido tan peculiar local, para intentar que la gente no encuentre tan escondido antro. Y como tal, literalmente hablando nos encontramos en el Burger Join “el antro de la hamburguesa”
Un sitio pequeño, con escasas mesas para comer, y unos precios muy económicos para unas de las mejores hamburguesas de la ciudad. Nosotros estamos tentados de quedarnos, pero finalmente seguimos fieles a nuestra ruta y decidimos cenar donde tenemos anotado.
Si tenéis oportunidad no dejéis de visitarlo ya que es muy curioso el lujo en el que se envuelve este pequeño local, y el contraste de su interior y su olor tan característico.
Mas que nunca nuestros estómagos están rugiendo, así que nos vamos en busca del sitio donde vamos a cenar hoy. Es el Stardust Dinner en 1650 Broadway Street.
Antes de coger el metro nos encontramos un partido callejero de baloncesto. Igual que en las películas. Y nos llama la atención la altura que tienen las verjas para que no puedan escapar en caso de que la policía les haga una redada o haya algún problema.
Merece la pena ver el New York más auténtico.
Una vez que llegamos a Times Square nos dirigimos a Broodway donde se encuentra este local.
Es temprano, cerca de las 8 de la tarde, pero no tenemos reserva y queremos llegar pronto. Claro que cuando llegamos ya hay una larga cola y el local lleno. Que esto no es España y se cena muy pronto. Pero aunque nos toca esperar, no esperamos demasiado ya que ha coincidido que están terminado muchas mesas de cenar y nos sientan pronto.
La particularidad de este sitio es que los camareros se suben a un improvisado escenario y cantan como si de un musical se tratara.
El espectáculo es digno de ver, y cantan realmente bien. Aunque creemos que los cantantes-camareros no han pasado las duras pruebas de los musicales de Brodway y en este local encuentran su sitio. Pero no os creáis que por ello cantan mal. Todo lo contrario. Te puedes quedar embobado escuchándolos cantar, y tu hamburguesa se queda fría en el plato.
La comida está bastante bien. Me parece un sitio caro si pretendes únicamente cenar, pero no es mucho más caro que cualquier restaurante de Madrid o cualquier otra ciudad Europea que tenga espectáculo.
Merece la pena hacer un hueco en la agenda y cenar aquí. Y más si como en nuestro caso, tu bolsillo es apretado y no puedes visitar un auténtico musical.
ras la cena estamos bastante cansados, aunque yo tengo ganas de fiesta. Me apetece conocer la fiesta neoyorquina. Pero no consigo convencer a ninguno de mis compañeros y lo único que consigo es convencerlos para tomarnos un Manhattan.
Damos algunas vueltas y conseguimos encontrar un sitio donde sirven cócteles. Así que Manhattan para todos. Que por cierto lo pagamos a precio de oro. 12$ cada uno. Pero no todos los días tenemos la oportunidad de probar un cóctel en Manhattan y además, es la última noche.
Y ponemos rumbo al apartamento. Última noche en New y toca hacer maletas.
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