DÍA 3.
Hoy haremos un sendero recomendado para hacer en familia, “El bosque está vivo” o “Der Wald lebt” en Ludmannsdorf. El camino hasta este pequeño pueblo nos lleva por carreteras en cuyos bordes hay extensas plantaciones de millo. Ludmannsdorf es un pueblo pequeño y muy tranquilo. Dejamos el coche junto a la iglesia con su pequeño cementerio y seguimos las señales al sendero entre las casas hasta el número 37.
A su izquierda nos adentramos en el bosque. Desde aquí tenemos ya una buena imagen de las montañas de Karawanken, entre ellas Kosiak y Matschacher, y del río Drau, con un intenso verde.
Nos vamos encontrando varias paradas con enseñanzas sobre el bosque: una caseta con huellas de distintos animales…
…un xilófono enorme, madera de distintos tipos, tablones con imágenes de pájaros
…un parque de juegos muy chulo con tirolina incluida…
…y más allá, una torre de observación de pájaros…
…y una caseta de madera con Angry Birds que ningún ojo adulto podría haber encontrado. Pero los de un niño saben ver diferente. Continuamos y volvemos a la iglesia del pueblo, para seguir hacia la capital de la región.
Nos vemos en Klagenfurt
Hoy haremos un sendero recomendado para hacer en familia, “El bosque está vivo” o “Der Wald lebt” en Ludmannsdorf. El camino hasta este pequeño pueblo nos lleva por carreteras en cuyos bordes hay extensas plantaciones de millo. Ludmannsdorf es un pueblo pequeño y muy tranquilo. Dejamos el coche junto a la iglesia con su pequeño cementerio y seguimos las señales al sendero entre las casas hasta el número 37.
A su izquierda nos adentramos en el bosque. Desde aquí tenemos ya una buena imagen de las montañas de Karawanken, entre ellas Kosiak y Matschacher, y del río Drau, con un intenso verde.
Nos vamos encontrando varias paradas con enseñanzas sobre el bosque: una caseta con huellas de distintos animales…
…un xilófono enorme, madera de distintos tipos, tablones con imágenes de pájaros
…un parque de juegos muy chulo con tirolina incluida…
…y más allá, una torre de observación de pájaros…
…y una caseta de madera con Angry Birds que ningún ojo adulto podría haber encontrado. Pero los de un niño saben ver diferente. Continuamos y volvemos a la iglesia del pueblo, para seguir hacia la capital de la región.
Nos vemos en Klagenfurt