Nos despertamos tranquilamente sin alarma. Jose y Raúl se dieron un bañito con los tiburones (hay más al amanecer) mientras yo me tomaba mi cafecito en la mesita ricamente.

Cuando salieron decidimos ir en taxi boat a Romantic Beach por 20RM por persona y trayecto. Llegamos y eran las 10.30 y no había NADIE. Toda para nosotros… Aquello era el paraíso con toda la extensión de la palabra. La arena era muy blanca y fina, el agua muy transparente, color turquesa y un snorkel decente (conste que somos muy exigentes). Estuvimos hasta la una de la tarde, que venía el chico, haciendo fotos y en el agua.


Fuimos al hotel y comimos -para no variar- unos veggies fried noodles con los respectivos zumitos; y de paso le encargamos una barbacoa de pescado para cenar por 100RM. Pasamos un buen rato de relax y tardeo en el hotel, ¡se estaba de lujo!


Por la tarde fuimos por toda la zona del lado izquierdo hasta la punta de la isla y vimos algún tiburón y corales bastante bien conservados. Nos gustó pero fue agotador. ¡Tres horas nadando sin parar!
A la vuelta era tarde y decidimos descansar. Ducha y cena prontito. El pescado estaba de lujo acompañado de arroz blanco y verduras. Estaba muy bien cocinado, en su punto. Lo recomiendo.