Domingo 11 de agosto de 2019
La ruta de hoy será circular, unos 43 o 45 kilómetros (según distintas fuentes, no teníamos forma de calcularlo in situ

Por suerte ni esta ruta ni ninguna posterior será tan dura como la de ayer.

El castillo de Chenonceau está situado en el río Cher, así que tenemos que abandonar nuestro Loira y seguir la variante 47.
Está perfectamente indicada en las señales para ciclistas. Nosotros hacemos la ruta siguiendo la web enlazada arriba. Pasando por el pueblito de Dierre a la ida, tardamos una hora y media en llegar.
Viendo las dimensiones del parking se intuye que es un castillo muy popular. No es para menos, tiene la peculiaridad que está construido encima del río Cher, como si fuera un puente. A parte de ser muy fotogénico, tiene unos bonitos jardines renacentistas.
Para verlo hay que pagar entrada sí o sí (14’50€), que incluye la visita interior (estamos unas 2 horas) y los jardines (los vemos en 1 hora y media).
Construido por un secretario real y su mujer a principios del siglo XVI, el edificio en ese momento era limítrofe con el río. La galería que está encima del río fue construída después. El castillo pasó a manos del rey Francisco I (lo embargó por una deuda de los propietarios con él).
El siguiente rey, Enrique II lo regaló a su amante Diana de Poitiers. Ella hizo construir un puente. A la muerte de este, la viuda regente Catalina de Medici se lo intercambió a Diana por el Chaumont-sur-Loire y fue ella quien mandó construir las galerías encima del río.
Después de la visita y de una buena comida en el restaurante self service de las caballerizas, retrocedemos. El camino por Saint Regle nos lleva 1 hora y 50 minutos.
Una vez en Amboise vamos a cenar al mismo restaurante que ayer, mientras cae un buen chaparrón. ¡Qué suerte que estamos a cubierto y no encima de la bici!
