La noche ha sido una pesadilla. Nos dormiríamos sobre las 20. Pues a media noche empezaron a escucharse perros. El de la cabaña nos dijo que atrancáramos la puerta por los perros y sobre las 23 horas me despierto viendo que alguien intenta entrar a la cabaña. Me levanto y resulta ser una chica diciendo, en español chapurreado, que si podían dormir ahí. Me quedo pillado porque no entendía que alguien llegara tan tarde. Entran la chica y su pareja con una peste a tabaco como si fuera un cenicero. La chica se tumba al lado de Belén y el tío en el suelo, en la arena. Yo aprovecho para salir a mear, el cielo está sin una sola nube, se ve todo el Ausangate, ya podría estar así todos los días. Me meto para dentro, Los perros siguen ladrando y a los diez minutos se empieza a escuchar chillidos de perro y lo que debe ser un zorro gruñendo a lo bestia en la puerta de la cabaña, en estas que de un portazo se abre la puerta, el chaval pega un brinco, yo por un momento me fijo en que la puerta no estaba atrancada, se escucha al zorro como si estuviera dentro de la cabaña, los perros ladrando me levanto y mientras intento arrancar la puerta un perro o un zorro la empuja para entrar... Taquicárdico. Con la puerta atrancada apenas hemos pegado ojo entre el zorro, los perros y la peste a tabaco...
A las 5 nos hemos puesto a recoger las cosas y ya haciendo el desayuno se ha acercado la pareja que entró por la noche. Se ve que estaban en una tienda de campaña, el zorro se puso a atacar a los perros y los perros se intentaron meterse todos bajo el sobretecho de su tienda de campaña para protegerse, tenían cuatro perros encima de ellos y el zorro acorralándolos por lo que se vinieron a la cabaña a refugiarse y los perros detrás de ellos con el zorro persiguiéndolos.
Tras desayunar hemos empezado a andar. El cielo está encapotado y hace un frío de narices. La etapa de hoy es fastidiada por que se suben dos pasos. Arrancar con este frío cuesta muchísimo, más cuando es cuesta arriba. Durante la subida nos acompaña un perro, el pobre va lleno de rastas y parece que se ha encaprichado de Belén porque la espera y cuando llega a su altura arranca, Le hemos puesto de nombre "Yupanki", un emperador inca.
Con dificultad conseguimos subir el primero paso, las vistas merecen la pena. El cielo sigue encapotado, dejando algún claro de vez en cuando, pero el frío sigue siendo importante. Durante la bajada la ruta pasa por unas lagunas a los pies de unos picos que son lo mejor del día. Pasamos como por 5, 6 lagunas. Al principio bajo picos para luego dar paso a lagunas bajo glaciares. Los paisajes son muy a lo grande. Yupanki nos sigue todo el rato. Llegamos a un alto sobre dos lagunas con casas rurales y alpacas en los bordes. Paramos para coger fuerzas y el cielo clara un poco llegando a ver el sol incluso sobre el glaciar y el Ausangate asomando tímidamente.
Después de comer comenzamos la segunda subida. Esta se hace más difícil por el cansancio acumulado. Edwin nos saca siempre una ventaja descomunal y nos va esperando sentado, mascado coca en puntos desde donde echar fotos. Al alcanzar el paso el paisaje cambia completamente, de montañas negras con vegetación a montañas de colores rojizos, con escasa vegetación, abajo el campamento, a los pies de una laguna sobre la que cae un glaciar formando cascadas de hielo... y un frío...
Llegamos al campamento y estamos solos. Ponemos la tienda, el frío cada vez va a más hasta que empieza a granizar. Nos metemos en la tienda, nos tapamos hasta arriba y vemos un capitulo mientras afuera graniza durante 40 minutos... y se suponía que septiembre es época seca!! Una vez que ha parado la granizada, salimos con el suelo lleno de granizo y nos metemos en un cobertizo donde está Edwin escuchando radio Ausangate. Nos hacemos con él la comida mientras suena la radio a todo lo que da. Es curioso porque la radio es en quechua mezclado con español. Fuera el pobre Yupanki nos mira. Cenamos con pocas ganas porque la altura te quita el apetito totalmente y nos metemos de nuevo en la tienda.
A 4700 metros la noche va a ser fría. Ha despejado, es hacerse de noche y desaparecen las nubes... como para tocar las narices el Ausangate...