Hoy el día ha sido RELAX, así que la entrada da para lo justo.
Nos hemos levantado sin prisa y a las 8 hemos desayunado. Lo bonito que tiene Santa Teresa es la cantidad de pájaros que hay. Desayunando ya se ven colibríes, cotorras, pájaros tipo canarios... aun así el desayuno lo amenizan un cachorro de perro y otro de gato que juegan a morderse entre ellos, que cosas tan bonicas.
Ya desayunados remoloneamos en la habitación y nos ponemos el bañador, cogemos la crema solar y nos vamos a las termas de Cocalmayo. Estas termas yo creía que son una mierda y han resultado unas termas geniales. Cuatro pozas superlimpias, con el agua tratada y cristalina. Las pozas son de agua muy caliente hasta la última que está a una temperatura tipo mar menor en agosto. Estamos una hora muy a gusto bañándonos, el agua está tan caliente que por momentos parece que te den bajones de tensión y te tienes que salir un poco. A la hora comienzan a llegar chavales locales hasta petar las termas por lo que, con los dedos arrugadísimos damos por finalizado el baño. Nos salimos y vamos a la zona de bar a comer. Nos pedimos un clásico, pollo salteado.
Para volver al pueblo nos pillamos una especie de tuk tuk que nos deja en la plaza. Bajando al alojamiento a la altura del río vemos a lo lejos un pájaro rojo. Me acerco y resulta que es un guacamayo. No me lo podía creer, sabía que los hay pero en la selva, no imaginaba que hubiera también en esta zona. Me emociono con la cámara y más contento que nada llegó al alojamiento. Tras decírselo a la mujer me cuenta que hay una pareja de guacamayos que están aquí porque una mujer los alimenta, vamos que son prácticamente domesticados... mi gozo en un pozo...
Nos vamos a la habitación a descansar y para la tarde el único plan que hay que no implica andar más de una hora es ir a ver un pájaro que llaman gallito de las rocas, es el símbolo oficial de Perú. Un pájaro muy bonito pero que solo se ve el amanecer y al atardecer. Por 20 euros un taxista nos lleva a la zona donde se ven, nos espera hasta que nos cansemos y nos devuelve. La actividad ha estado chula y los gallitos los hemos visto. Hay un montón, de un rojo intenso con una cresta roja y un sonido peculiar. Los veíamos volar por todas partes pero son pájaros inquietos y sólo se posan unos segundos lo que ha hecho casi imposible pillar una buena toma de ellos. Además de los gallitos se han visto colibríes minúsculos que parecían escarabajos y unas mariposas que eran 6 veces más grandes que el colibrí.
Hemos estado como una hora viendo los pájaros y ya de noche hemos vuelto al alojamiento. Ha estado bien el día, muy tranquilo, termas y pajaritos. No todo va a ser andar 20 kilómetros al borde de la hipotermia.
Tras cenar poco más, me he puesto a poner al día el blog y a dormir. Mañana Machu Picchu. A ver qué tal el tiempo, de momento Perú no nos ha regalado tormentas a ver si mañana tiene el detalle y viendo el Machu Picchu nos caen una rayitos y demás.
Nos hemos levantado sin prisa y a las 8 hemos desayunado. Lo bonito que tiene Santa Teresa es la cantidad de pájaros que hay. Desayunando ya se ven colibríes, cotorras, pájaros tipo canarios... aun así el desayuno lo amenizan un cachorro de perro y otro de gato que juegan a morderse entre ellos, que cosas tan bonicas.
Ya desayunados remoloneamos en la habitación y nos ponemos el bañador, cogemos la crema solar y nos vamos a las termas de Cocalmayo. Estas termas yo creía que son una mierda y han resultado unas termas geniales. Cuatro pozas superlimpias, con el agua tratada y cristalina. Las pozas son de agua muy caliente hasta la última que está a una temperatura tipo mar menor en agosto. Estamos una hora muy a gusto bañándonos, el agua está tan caliente que por momentos parece que te den bajones de tensión y te tienes que salir un poco. A la hora comienzan a llegar chavales locales hasta petar las termas por lo que, con los dedos arrugadísimos damos por finalizado el baño. Nos salimos y vamos a la zona de bar a comer. Nos pedimos un clásico, pollo salteado.
Para volver al pueblo nos pillamos una especie de tuk tuk que nos deja en la plaza. Bajando al alojamiento a la altura del río vemos a lo lejos un pájaro rojo. Me acerco y resulta que es un guacamayo. No me lo podía creer, sabía que los hay pero en la selva, no imaginaba que hubiera también en esta zona. Me emociono con la cámara y más contento que nada llegó al alojamiento. Tras decírselo a la mujer me cuenta que hay una pareja de guacamayos que están aquí porque una mujer los alimenta, vamos que son prácticamente domesticados... mi gozo en un pozo...
Nos vamos a la habitación a descansar y para la tarde el único plan que hay que no implica andar más de una hora es ir a ver un pájaro que llaman gallito de las rocas, es el símbolo oficial de Perú. Un pájaro muy bonito pero que solo se ve el amanecer y al atardecer. Por 20 euros un taxista nos lleva a la zona donde se ven, nos espera hasta que nos cansemos y nos devuelve. La actividad ha estado chula y los gallitos los hemos visto. Hay un montón, de un rojo intenso con una cresta roja y un sonido peculiar. Los veíamos volar por todas partes pero son pájaros inquietos y sólo se posan unos segundos lo que ha hecho casi imposible pillar una buena toma de ellos. Además de los gallitos se han visto colibríes minúsculos que parecían escarabajos y unas mariposas que eran 6 veces más grandes que el colibrí.
Hemos estado como una hora viendo los pájaros y ya de noche hemos vuelto al alojamiento. Ha estado bien el día, muy tranquilo, termas y pajaritos. No todo va a ser andar 20 kilómetros al borde de la hipotermia.
Tras cenar poco más, me he puesto a poner al día el blog y a dormir. Mañana Machu Picchu. A ver qué tal el tiempo, de momento Perú no nos ha regalado tormentas a ver si mañana tiene el detalle y viendo el Machu Picchu nos caen una rayitos y demás.