Nuestro último día de vacaciones, o no, porque tenemos el vuelo de vuelta esta noche a las dos de la madrugada, y luego tenemos una parada de 7 horas en Bogotá y llegaremos un día después a Madrid, así que en realidad es nuestro penúltimo día de vacaciones.
Después de desayunar en el hotel, dejamos nuestras mochilas que regresaremos a por ellas a última hora de la tarde y concertamos con recepción el transporte con un taxi de su confianza para el traslado al aeropuerto, un poco más caro que si lo haces tú directamente, pero por seguridad, preferimos hacerlo así.
Llueve con ganas, así que nos planteamos coger otras líneas de teleférico a las de ayer, a ver si ganamos tiempo y deja de llover. Esta vez nos vamos hacia la otra parte de la ciudad, aquí pasamos por encima de un montón de casas de muchísimo nivel, hay universidades, en fin siempre hay algo que ver.
Ha escampado y el cielo parece que se empieza a abrir, nos damos la vuelta en una de las paradas y ahora seguimos por el teleférico de vuelta hacia el mercado del alto ( o feria 16 de julio), y abre los jueves y los domingos, dicen que es el mercado más grande de Sudamérica, así que puedes encontrar casi cualquier cosa. En verdad es inacabable. También vemos algún cholet.
Un buen rato después y no habiendo visto ni un 5% del mercado nos damos por satisfechos, volvemos al centro.
Intentamos volver a comer al popular, que tanto nos gustó ayer, y digo intentar porque no lo conseguimos, estuvimos esperando a ver si se presentaba una reserva que finalmente llegó, así que tuvimos que comer otro restaurante, en el mismo patio donde se ubica El Popular, y comimos realmente bien.
El día anterior, habíamos contratado el tour de “lucha de cholitas”, sabíamos que era la típica turistada, pero nos venía bien por los horarios y estaríamos a resguardo por si le daba por llover.
Te recogen a las 16:00 y te traen de vuelta como a las 20:00, te llevan a un cholet en el Alto y ves varios combates, con la entrada te dan una coca-cola, una bolsa de palomitas y un llavero de una cholita. Allí estuvimos dos horas largas participando del “teatrillo”, animando a unas y a otras y no lo debimos hacer mal, porque nos pidieron permiso para grabarnos de la BBC para un documental que estaban grabando acerca del espectáculo.
Nosotros nos los pasamos muy bien, sabíamos a lo que íbamos y participamos del ambiente festivalero. Eran nuestros últimos momentos en Bolivia y nos dejaron buen sabor de boca.
Nos dejaron en la Plaza de San Francisco, volvimos al hotel, recogimos nuestras mochilas y nuestro taxista con el que tuvimos una interesante conversación sobre la política allí, nos llevó al aeropuerto de El Alto.
Esperamos a que abrieran el embarque y después de un par de exhaustivos controles de narcóticos, pudimos embarcar justo a tiempo, rumbo a nuestro penúltimo destino, Bogotá.
Habíamos contratado previamente por internet los servicios de City Tour Bogotá, una ruta por lo más característico de la ciudad, Monserrate, Museo Botero, La Candelaria, Plaza Bolívar, la Catedral, etc…
A las 06:30 nos estaba esperando Germán (muy buen guía, conductor y simpático) para iniciar el tour por la ciudad, nos llevo a desayunar a un sitio local y fuimos viendo la zona antigua de la ciudad mientras íbamos camino del cerro de Monserrate, la Basílica que allí se encuentra a 3.150 metros de altitud, ha sido lugar de peregrinación.
Nosotros subiremos en teleférico ;).
Desde arriba hay muy buenas vistas, vemos el Cerro de Guadalupe
Y Bogotá.
Entramos a la basílica, curioseamos por los puestos, es un buen lugar para comer algo o comprar algún recuerdo y nos volvimos de vuelta en el teleférico.
Ahora vamos a la Candelaria, centro histórico y cultural de la ciudad, la primera parada es en el museo Botero, que es impresionante la cantidad de obras de arte que posee.
Al terminar la visita, continuamos a pie por las callejuelas.
Hasta llegar a la Plaza Bolívar, que alberga la Catedral, la Casa del Cabildo, el Palacio Arzobispal.
Regresamos por otras calles a recoger el coche, que nos tenemos que volver al aeropuerto para nuestro último vuelo del viaje, destino Madrid. Se nos han pasado las cinco horas casi sin darnos cuenta.
Sólo puedo decir cosas buenas del tour, es una muy buena manera de hacerte una idea de la ciudad, de pisar sus calles, de beberte un buen café y de evitarte una espera de 7-8 horas en el aeropuerto. Nos pareció muy recomendable.
Y ahora ya sí que es el final, vuelo de 9 horas y media con Avianca, y dos horas más de coche, para finalizar un viajazo, que nos ha conquistado, que nos ha dejado con ganas de más…………………
FIN