Comenzamos nuestra aventura alsaciana poniendo rumbo desde el Aeropuerto de Avilés a Barcelona, a las 6:55 am con Vueling; (99,96€ los 4, ya que los niños ya tienen 3 años y pagan como adultos)
Tras una breve escala en Barcelona que aprovechamos para desayunar algo, embarcamos puntualmente para el vuelo de las 11:40 a Basilea (191,92€ todos), adonde llegamos sobre las 13:30 horas.
Como no tenemos internet en Suiza, llevamos mirado desde aquí lo que tenemos que coger, así que nos subimos al Bus 50, que te lleva del aeropuerto al centro, y que no tienes que pagar ya que llevando impresa la hoja del hotel de Basilea es gratis (posteriormente te dan la Basel Card en el hotel para tener transporte urbano gratuito), para hacer transbordo en Kannenfeldplatz y coger otro que nos deja al lado del hotel Rheinfelderhof (149,28 francos 1 noche, suiza y sus precios…).
Tras dejar las maletas, descansar un poco, y comprobar que el ascensor del hotel es antediluviano, sin puerta interior de seguridad, lo cual viajando con mellizos de 3 años te causa cierto pánico, nos vamos caminando dirección al Mittlebrücke, todo iluminado ya, viendo las luces y decoración por el camino hasta llegar al árbol de Navidad de la Marktplatz
El tiempo no nos acompaña y llueve a ratos, una leve llovizna como el orbayo asturiano, que te empapa, con lo que continuamos hacia la tienda de detalles de Navidad, que hemos leído que es la más grande del mundo, la tienda de Johann Wanner (mi mujer es muy fan de comprar detalles para el árbol de navidad, en el que tenemos bolas y figuras de medio mundo. Pagamos con la tarjeta de la app de WeSwap, en donde hemos cambiado euros a francos con sólo un 1% de comisión)
Seguimos callejeando, con el carrito gemelar, hacia el mercado navideño de la Barfüsserplatz, que tiene mucho ambiente pero al ponerse a llover intensamente se hace imposible e intransitable, máxime con el carrito gemelar, que no está preparado para lluvia intensa, a pesar de ir los niños bien tapados con su capota y sus sacos de invierno.
Éste lleva otro tipo de saco
Es por esto que decidimos refugiarnos en un cercano McDonald´s, en donde logro meter el carro y coger una mesa abajo, para no tener que subir escaleras con la silla, que pesa lo suyo; un menú infantil y uno adulto y ya nos vamos a veintipico francos, es cierto que allí está todo bastante mas caro que aquí, otro nivel de vida.
Cuando parece que ya no llueve tanto siendo ya noche cerrada, ya que allí a las 16:30 anochece, nos encaminamos hacia el Mercado navideño de la Catedral, parando mi mujer de camino en un New Yorker a comprarse un paraguas, ya que el suyo de los chinos se ha roto. La pena que tengo es que al ser ya las 19 y pico la catedral ha cerrado, lo cierto es que cierra muy pronto, a las 16, con lo cual no llegábamos a tiempo para verla, y quedándome sin presentar mis respetos al genio que fue Erasmo de Rotterdam, cuyos restos descansan en ella, otra vez será
Paseamos por el Mercado navideño de la Münsterplatz
pero de nuevo la lluvia vuelve con fuerza y como hace mucho frío, tras dar una vuelta nos volvemos caminando al hotel, parándonos a admirar el puente desde las alturas: