Nos levantamos y nos deleitamos nuevamente con las impresionantes vistas que hay desde la casa
desayunando tranquilamente y vistiendo a los niños.
Para hoy tenemos le plato fuerte del día, y el motivo por el cual alargamos nuestro viaje, en vez de volver el día 5 desde Basilea a Madrid, hasta el día 8, para poder visitar Montreux y llevar a los niños a ver al Papá Noel que vive en o alto de las montañas, en Rochers-de-Naye (73,85€ dos adultos, los niños menores de 6 suben en las rodillas de los padres).
Tenemos la subida para las 11:17, por lo que bajamos de Sonzier en el tren de las 10:23, esperando luego en la estación a la salida de nuestro tren cremallera, que sale del andén 8; te cogen el carro gemelar y lo ponen en una especie de vagón abierto que lleva el tren delante, y después te van subiendo al tren a la buena de dios, cogiendo sitio donde puedas; creo que con los grupos es más organizado ya que vemos un vagón reservado para gente de los pueblos y grupos, mientras que el nuestro vamos todos los padres con los niños encima, un poco abarrotado.
Aún con todo, la subida es una gozada, unas vistas de impresión
aprovechando para charlar con otros españoles que también van en nuestro vagón, en este caso de Sevilla; al llegar, 2200 metros de altura, con todo nevado, cogemos el carrito y nos adentramos por la iluminada cueva de moqueta roja, perfectamente adornada con motivos navideños y la emoción de visitar a Papá Noel (bueno los padres un poco menos pero también
Llevamos comprados desde aquí dos pequeños Papa Noeles del Primark (2,5€ cada uno) para darles allí como si fuese cosa de Papá Noel y, tras darle la carta y las fotos con Santa Claus:
Estamos a más de 2200 metros de altitud
les regalan un certificado de su visita, así como un osito de peluche, una manzana, una mandarina y una figura de chocolate; mi mujer los distrae y aprovecho para metérselos en la bolsa, su cara al abrirlos no tiene precio, les encantaron los papás noeles, de hecho duermen con ellos
Nos volvemos por la cueva a coger el tren de vuelta, con la emoción de los niños por haber conocido al “verdadero” Papá Noel en su cueva de la montaña.
Al bajar, con el tren mucho menos saturado, volvernos a disfrutar de las vistas
Decidimos que ya no vamos a volver al piso, así que nos vamos del tirón a ver el Mercado Navideño entero a lo largo del inmenso Lago Leman. Volvemos a saludar a Freddie, por supuesto:
y vamos viendo todas las casetas,
así como estatuas muy chulas a lo largo del camino, acompañados por las estupendas vistas en éste mediodía soleado:
Llegamos hasta el final del Mercado, a la zona donde está el país invitado de este año, Rusia, que tienen una Plaza Roja de cartón piedra allí montada.
Sobre las 15:50 volvemos donde la noria, a coger el autobús 201 hasta la parada de Chillón, donde está el estupendo Castillo homónimo, y que sirvió a Disney de inspiración para el que aparece en La Sirenita, con unas hermosas vistas sobre el lago
Descartamos entrar por el tema carrito gemelar, así que damos un paseo por afuera y nos volvemos en el mismo autobús un rato más tarde, bajando en la misma parada de Montreux Marché; decidimos entrar de nuevo en el supermercado Migros, para comprar chocolate suizo para la familia y alguna que otra cosa más.
A las 17:30, siendo ya noche cerrada, estamos de nuevo en el piso, estamos cansados, lo hemos visto todo ya, y visto los precios en el Mercado de Navidad…
decidimos hacer una cena casera y cenar tranquilamente en el piso, dándoles también una ducha a los niños y jugando por ahí con los juguetes que hay en el piso y los coches, puzles etc traídos de Asturias.