Nos despertamos pronto y preparamos las cosas para la excursión de este día.
Salimos a la puerta del hotel a la hora acordada con el taxista y ahí estaba esperándonos.
Pusimos rumbo a Ek Balam. Estaba a 2 horas y media más o menos, así que nos pusimos cómodos y a esperar.
Llegamos a las ruinas y comprobamos que estas son menos vistidas que Chichén Itzá o Cobá, así que estábamos bastante solos.
De camino habían dos autóctonos representando a los antiguos mayas para ganarse unas monedas.
Andando por los senderos hasta la ruina principal pudimos ver bastantes higuanas.
Ahora sí, llegamos hasta la ruina principal de Ek Balam, una pasada. A la altura de Cobá o Chichén Itzá.
Para subir hasta arriba con la pequeña veíamos que era bastante costoso, así que ni mujer subió con la mayor y yo subí en brazos a la pequeña.
Una vez arriba pudimos disfrutar de las vistas que nos ofrecía.
Cuando nos cansamos salimos y pusimos rumbo al cenote Hubiku. Tardamos en llegar una media hora. Entramos y nos quedamos impresionados.
Nos bañamos rodeados de peces negros mientras un chorro de luz nos iluminaba.
El agua estaba congelada.
Estuvimos un rato y decidimos salir para ir a comer aún restaurante típico del lugar.
Pedimos comida típica mexicana y disfrutamos muy mucho de ella.
Recuerdo que en la tele estaban retransmitiendo el partido que jugaba España.
Cuando terminamos preguntamos al taxista algún lugar donde ver monos y nos habló de una especie de parque/reserva al cual había llevado a unos clientes hacía años.
Intentó llevarnos pero finalmente no lo encontró, así que fuimos directamente a la playa de Akumal para intentar nadar con tortugas.
Entramos, previo pago de 5$ por persona y cuando llegamos pudimos ver que la playa estaba separada por boyas y en la arena habían varias personas ofreciendo excursiones para navegar más hacia dentro y hacer snorkel para intentar ver tortugas.
Lo tienen bien montado. Tienen el agua separada por boyas y justo donde cortan (donde no puedes entrar) es donde hay posibilidades de ver a las tortugas. Resumiendo si no pagas por hacer la excursión no las ves.
Nosotros no hicimos la excursión, no por el dinero, sino porque íbamos con las niñas y así no podríamos. Asi que nos quedamos sin ver a las tortugas. Y por cierto la playa no era nada del otro mundo. Nos defraudó mucho Akumal. Imagino que si hubiésemos podido hacer la excursión y hubiésemos nadado con las tortugas nos hubiese encantado.
Nos cambiamos y volvimos al taxi. Después ya nos fuimos al hotel.
Llegamos cansadísimos. Nos duchamos y nos fuimos a cenar.
Primero entramos al buffet para que cenaran allí las niñas y después fuimos al asiático donde cenamos nosotros, mientras ellas se quedaron dormidas una en el carro y otra en dos sillas que le montamos a modo de sofá
Nos tomamos una copita y a dormir.
Salimos a la puerta del hotel a la hora acordada con el taxista y ahí estaba esperándonos.
Pusimos rumbo a Ek Balam. Estaba a 2 horas y media más o menos, así que nos pusimos cómodos y a esperar.
Llegamos a las ruinas y comprobamos que estas son menos vistidas que Chichén Itzá o Cobá, así que estábamos bastante solos.
De camino habían dos autóctonos representando a los antiguos mayas para ganarse unas monedas.
Andando por los senderos hasta la ruina principal pudimos ver bastantes higuanas.
Ahora sí, llegamos hasta la ruina principal de Ek Balam, una pasada. A la altura de Cobá o Chichén Itzá.
Para subir hasta arriba con la pequeña veíamos que era bastante costoso, así que ni mujer subió con la mayor y yo subí en brazos a la pequeña.
Una vez arriba pudimos disfrutar de las vistas que nos ofrecía.
Cuando nos cansamos salimos y pusimos rumbo al cenote Hubiku. Tardamos en llegar una media hora. Entramos y nos quedamos impresionados.
Nos bañamos rodeados de peces negros mientras un chorro de luz nos iluminaba.
El agua estaba congelada.
Estuvimos un rato y decidimos salir para ir a comer aún restaurante típico del lugar.
Pedimos comida típica mexicana y disfrutamos muy mucho de ella.
Recuerdo que en la tele estaban retransmitiendo el partido que jugaba España.
Cuando terminamos preguntamos al taxista algún lugar donde ver monos y nos habló de una especie de parque/reserva al cual había llevado a unos clientes hacía años.
Intentó llevarnos pero finalmente no lo encontró, así que fuimos directamente a la playa de Akumal para intentar nadar con tortugas.
Entramos, previo pago de 5$ por persona y cuando llegamos pudimos ver que la playa estaba separada por boyas y en la arena habían varias personas ofreciendo excursiones para navegar más hacia dentro y hacer snorkel para intentar ver tortugas.
Lo tienen bien montado. Tienen el agua separada por boyas y justo donde cortan (donde no puedes entrar) es donde hay posibilidades de ver a las tortugas. Resumiendo si no pagas por hacer la excursión no las ves.
Nosotros no hicimos la excursión, no por el dinero, sino porque íbamos con las niñas y así no podríamos. Asi que nos quedamos sin ver a las tortugas. Y por cierto la playa no era nada del otro mundo. Nos defraudó mucho Akumal. Imagino que si hubiésemos podido hacer la excursión y hubiésemos nadado con las tortugas nos hubiese encantado.
Nos cambiamos y volvimos al taxi. Después ya nos fuimos al hotel.
Llegamos cansadísimos. Nos duchamos y nos fuimos a cenar.
Primero entramos al buffet para que cenaran allí las niñas y después fuimos al asiático donde cenamos nosotros, mientras ellas se quedaron dormidas una en el carro y otra en dos sillas que le montamos a modo de sofá
Nos tomamos una copita y a dormir.