Nos despertamos pronto como cada día, con intención de desayunar e ir a Xcaret para pasar el día y a poder ser, nadar con delfines.
Bajamos para desayunar y el tiempo estaba muy mal, tenía pinta de que iba a llover. En el móvil también daban lluvias.
Mientras desayunábamos, discutíamos si arriesgarnos e ir al parque, o dejarlo para el día siguiente. Al final salimos a la entrada del hotel y cogimos un taxi en dirección a Xcaret.
Llegamos y preguntamos sobre la posibilidad del nado con delfines con las niñas y seguíamos con dudas de entrar o no, ya que el cielo cada vez estaba más feo.
Al final decidimos que no, e hicimos bien ya que cayó una buena lluvia durante toda la mañana.
Regresamos al hotel y pasamos el rato como pudimos. Piscina en el rato que despejaba y paseos por el hotel mientras llovía. Después de comer paró y ya pudimos dedicarlo a estar de relax en la playa y en la piscina.
Comimos y otro rato de piscina.
Después subimos a ducharnos y llegó el mal rato. Los peores segundos/minutos de nuestras vidas que afortunadamente no fue nada y quedó en un susto que no nos impidió seguir disfrutando de nuestro viaje.
Mi mujer estaba en la ducha con mis hijas, yo estaba fuera con un chico de mantenimiento ya que estaba arreglando un problema con el aire acondicionado. En eso escucho un grito y acudo al baño. Veo a mi hija pequeña que está llorando mucho y de repente se desvanece. Se había caído y se había golpeado en la cabeza. La cogí en brazos, estando ella desplomada y la llevé a la cama. A todo esto los gritos, nerviosismo y multitud de pensamientos y sentimientos que nos pasaban por la cabeza. Fueron unos segundos/minutos que no olvidaré nunca...hasta que de repente reaccionó y comenzó a llorar nuevamente.
Rápidamente llamamos al seguro de salud que teníamos contratado (imprescindible tenerlo) y nos dieron la dirección del hospital más cercano donde teníamos que ir para ser atendidos. En el hotel llamaron a un taxi y le comunicaron dónde tenían que llevarnos. Tanto en el hotel como las personas que nos atendieron de la compañía de seguros se portaron muy bien.
Llegamos al hospital y tras rellenar los papeles necesarios atendieron a la niña. Directamente nos tranquilizaron al decirnos que si no había vomitado parecia no ser del golpe en la cabeza, sino que tenía pinta de ser algo común en niños, "Espasmos del llanto".
No obstante para descartar que la perdida de conciencia fuese a consecuencia del golpe en la cabeza le hicieron un TAC. Entró mi mujer con ella y se portó genial.
Con los resultados ya en la mano, el doctor confirmó que no había nada anormal y que se trataba de espasmos del llanto. (Tiempo después ya en España tuvo otro episodio igual, está vez sin golpe si quiera)
Ya era de noche y regresamos al hotel donde cenamos y nos fuimos a dormir ya tranquilos. El susto no nos lo quitaba nadie, pero la verdad que el diagnóstico nos tranquilizó mucho.
Cuando regresamos a España pedimos cita con el pediatra y le mostramos las pruebas, corroborando el pediatra el diagnóstico que le habían dado.
Bajamos para desayunar y el tiempo estaba muy mal, tenía pinta de que iba a llover. En el móvil también daban lluvias.
Mientras desayunábamos, discutíamos si arriesgarnos e ir al parque, o dejarlo para el día siguiente. Al final salimos a la entrada del hotel y cogimos un taxi en dirección a Xcaret.
Llegamos y preguntamos sobre la posibilidad del nado con delfines con las niñas y seguíamos con dudas de entrar o no, ya que el cielo cada vez estaba más feo.
Al final decidimos que no, e hicimos bien ya que cayó una buena lluvia durante toda la mañana.
Regresamos al hotel y pasamos el rato como pudimos. Piscina en el rato que despejaba y paseos por el hotel mientras llovía. Después de comer paró y ya pudimos dedicarlo a estar de relax en la playa y en la piscina.
Comimos y otro rato de piscina.
Después subimos a ducharnos y llegó el mal rato. Los peores segundos/minutos de nuestras vidas que afortunadamente no fue nada y quedó en un susto que no nos impidió seguir disfrutando de nuestro viaje.
Mi mujer estaba en la ducha con mis hijas, yo estaba fuera con un chico de mantenimiento ya que estaba arreglando un problema con el aire acondicionado. En eso escucho un grito y acudo al baño. Veo a mi hija pequeña que está llorando mucho y de repente se desvanece. Se había caído y se había golpeado en la cabeza. La cogí en brazos, estando ella desplomada y la llevé a la cama. A todo esto los gritos, nerviosismo y multitud de pensamientos y sentimientos que nos pasaban por la cabeza. Fueron unos segundos/minutos que no olvidaré nunca...hasta que de repente reaccionó y comenzó a llorar nuevamente.
Rápidamente llamamos al seguro de salud que teníamos contratado (imprescindible tenerlo) y nos dieron la dirección del hospital más cercano donde teníamos que ir para ser atendidos. En el hotel llamaron a un taxi y le comunicaron dónde tenían que llevarnos. Tanto en el hotel como las personas que nos atendieron de la compañía de seguros se portaron muy bien.
Llegamos al hospital y tras rellenar los papeles necesarios atendieron a la niña. Directamente nos tranquilizaron al decirnos que si no había vomitado parecia no ser del golpe en la cabeza, sino que tenía pinta de ser algo común en niños, "Espasmos del llanto".
No obstante para descartar que la perdida de conciencia fuese a consecuencia del golpe en la cabeza le hicieron un TAC. Entró mi mujer con ella y se portó genial.
Con los resultados ya en la mano, el doctor confirmó que no había nada anormal y que se trataba de espasmos del llanto. (Tiempo después ya en España tuvo otro episodio igual, está vez sin golpe si quiera)
Ya era de noche y regresamos al hotel donde cenamos y nos fuimos a dormir ya tranquilos. El susto no nos lo quitaba nadie, pero la verdad que el diagnóstico nos tranquilizó mucho.
Cuando regresamos a España pedimos cita con el pediatra y le mostramos las pruebas, corroborando el pediatra el diagnóstico que le habían dado.