Como siempre hacemos, salimos de Huelva el día antes del vuelo (18 de Diciembre) sin prisas hacia Madrid. Elegimos el Hotel + parking SHS Aeropuerto, unos 128 euros que incluye la habitación la noche antes del vuelo, el desayuno la mañana siguiente, el parking del coche los 21 días que estaríamos fuera y los traslados desde el hotel hasta nuestra terminal. Llegamos sin contratiempos y cenamos allí mismo (es algo caro pero a diferencia de otros hoteles con servicios parecidos que hemos usado en otras ocasiones, éste se encuentra aislado y no nos apetecía coger el coche para ir a buscar donde comer).
Al día siguiente nos llevaron al aeropuerto para estar con 3 horas de antelación (nos gusta ser precavidos) y facturamos las maletas. Qatar Airways muy eficiente en todo momento, y ante nuestra pregunta (habíamos reservado los asientos con antelación pero vimos en la app que teníamos gente al lado, la configuración del avión era de 3-3-3) de si podíamos cambiar a una zona donde tuvieramos libre el de al lado nos comentaron que por la parte de atrás había sitio libre y nos recolocamos. Al final yo me cambié de fila y Luck pudo ir durmiendo estirada en 3 asientos cómodamente.
Nos gustó especialmente que en el sistema de entretenimiento de esta compañía había muchas películas dobladas al Castellano. Cosa que con frecuencia es complicado encontrar.
La llegada a Qatar, trámites de tránsito y nuevo embarque hasta Hanoi fue muy rápido (eran unas 3 horas de escala) y cuando nos quisimos dar cuenta ya estábamos aterrizando en Hanoi.
En el aeropuerto sacamos los primeros Dongs del cajero (usamos 2 distintos, ya que el primero que usamos solo permitía sacar un máximo de 2.000.000 dongs (aprox. 80 euros)) y comprobamos que AGRIBANK era el que mejor condiciones de comisión tenía (solo 20.000 dongs, menos de 1 euro) y de allí directamente a buscar donde comprar una sim de datos para el móvil. Sabíamos que los precios serían superiores a la ciudad pero no queríamos complicarnos por unos euros y elegimos una SIM sólo con datos, sin llamadas (eso a la postre produciría un contratiempo del que ya se hablará en su etapa correspondiente). Funcionó todo el viaje sin problemas.
Finalmente pudimos disfrutar del primer y más deseado momento de estas escapadas invernales. Ese momento en que sales a la calle y te pega el bofetón caluroso y húmedo del sudeste asiático y eres consciente de que te vas a pegar casi un mes en chanclas y pantalón corto en pleno invierno.
Nos lo tomamos con calma, nos echamos un cigarrito mientras despedíamos con buenas palabras a las múltiples ofertas de transporte a la ciudad (el aeropuerto está a unos 40 kms de la misma). Teníamos clara nuestra logística: cogerl el autobús público Express 86 que te recoge en la terminal y te deja en una de las muchas paradas a lo largo de la ciudad por poco más de 1 euro. En nuestro caso era cerca del puente Long Bien (el de hierro) que se encontraba a escasos 15 minutos andando de nuestro hotelito, el Hanoi Luxury House and Travel que pese al nombre es un modesto hotel de bajo coste ubicado en un angosto callejón en el linde del Old Quarter, pero con todo lo que puedes necesitar. Un decente desayuno, una atención espectacular, una habitación perfecta con baño privado por poco más de 25 euros la noche.
Habíamos llegado a medio día y tras el bus más check in y tal empezaba la tarde y nos dispusimos a dar un paseo de reconocimiento por el centro para hacernos una idea de las distancias a pie, ver el ambiente y acercarnos al highlight principal de la ciudad, el lago Hoan Kiem, a una media hora de paseo del hotel. Estábamos (sobre todo yo, que no había dormido nada en el vuelo) muy cansados y teníamos previsto recogernos bien pronto para dormir lo suyo y empezar al día siguiente con fuerzas el periplo viajero. No obstante decidimos entrar a visitar el puente del sol naciente y el templo Ngoc Son y dejar que nos cayera la noche allí viendo como se iluminaba de rojo, alejados del caos sonoro y circulatorio de toda la ciudad y, muertecitos de hambre ya que la única ingesta que se encontraba en nuestros cuerpos serranos era la insufrible (cuanto más viajamos más insufrible es) cosa esa que llaman comida que se sirve en los aviones, nos dispusimos a buscar un lugar agradable, tranquilo y sin experimentos aun de comida local, cosa que costó pues no es fácil en Hanoi encontrar comida occidental que no sea de Fast Food (kentuckys, macdonalds y esas cosas). Al final encontramos un restaurante Vietnamita-italiano cerquita cerquita de nuestro hotel, el Zulu Cafe. Un DESCUBRIMIENTO donde acabamos todas las noches finalmente. Buena comida, muy amables y el lugar tanto dentro como en la "terraza" (la calle) fantástico. A esa hora no les quedaban rollitos vietnamitas fritos (cosa que pudimos disfrutar más adelante) pero lo compensaban con unas excelentes pizzas, arroz riquísimo y cerveza rica y barata. Así acabó la larguísima jornada que empezó abrigados en el invernal Madrid y que nos presentaba el comienzo de una nueva aventura por nuestro amado rincón del planeta.
Aquí os dejo el Videoblog de esa etapa, que, dicen, una imagen vale más que mil palabras. (Quien se quiera adelantar a los acontecimientos escritos puede ver en el hilo www.losviajeros.com/ ...65#6290465 todos los video que se van editando (también está en construcción, pero más avanzado que este diario escrito))