5 de septiembre. Desayunamos muy pronto y a las 6:30 salimos del hotel para llegar a la entrada del parque nacional antes del horario de apertura.
El Parque Nacional Namib-Naukluft alberga la sierra de Naukluft y parte del desierto del Namib, que es considerado el desierto más antiguo del mundo. Una de las zonas más relevantes del parque es la conocida como Sossusvlei, que es un salar rodeado por altas dunas de arena roja o anaranjada (según la luz con la que se vea). De hecho, el desierto del Namib alberga las dunas más altas del mundo, algunas de ellas de hasta incluso 300 metros de altitud.
Este parque es el más grande de África y uno de los más grandes del mundo. La pluviosidad es escasa y se recibe más agua de la humedad existente en las neblinas provenientes del océano Atlántico.
El trayecto hasta la entrada del parque ya nos recompensó con la imagen increíble de algunas dunas, que según iba saliendo el sol nos iba ofreciendo diferentes tonalidades.
Hicimos un montón de paradas para hacer fotografías, sin contar las que hice desde el camión. Es uno de esos días en los que la cámara de fotos echa humo porque no quieres dejar de captar ningún detalle. Sin ser las 8 de la mañana ya había algunas dunas por cuya cresta estaba subiendo la gente. Aparte algunos globos sobrevolaban el desierto para contemplar el amanecer.
Llegamos a la zona de aparcamiento de Sossusvlei. Ahí íbamos a bajar del camión y transitar los últimos 4 km a bordo de unos todo terreno para llegar hasta Deadvlei. El precio del billete de ida y vuelta fue de 10 NAD. Este corto recorrido fue precioso. Sólo pude tomar algunas fotos porque dábamos muchos saltos en el 4x4 y era prácticamente imposible mantener la estabilidad de la cámara. Por supuesto se puede hacer este paseo a pie o en coche particular si es un todoterreno. Algunos coches vimos con problemas porque se habían quedado atascados en la arena de las pistas.
Desde donde nos dejó el 4x4 hasta Deadvlei hay que caminar aproximadamente durante un km por la arena, lo que lleva unos 20 minutos. Es un poco cansado pero el paisaje invita a detenerse a cada momento.
El Deadvlei es un lago o depresión seca de arcilla blanca que se formó cuando el río Tsauchab inundó el área creando un pantano de poca profundidad en el que crecían acacias. Cuando cambió el clima y la zona se empezó a hacer más desértica, las dunas de arena empezaron a rodear el pantano y bloquearon el paso del río. Al dejar de fluir el agua del río los árboles se comenzaron a secar. Actualmente lo que se ve en el pantano seco es un conjunto de acacias que llevan muertas alrededor de 800 años. El color oscuro de los mismos es debido a la temperatura de la zona.
Deadvlei está rodeado de las dunas más altas del planeta, como Big Daddy. Durante el paseo se podía observar como un grupo de gente subía por la cresta de esta duna.
Tras volver a la zona de aparcamiento de Deadvlei, seguimos caminando en la misma dirección hasta Sossusvlei, otra llanura similar, pero en la que sí hay vegetación que está viva. Esta llanura está rodeada por otras dunas, como la duna Big Mama. Buena parte del grupo subió hasta la cima siguiendo la cresta. Yo me quedé mirando el paisaje.
Cuando volvieron todos esperamos unos minutos los 4x4 para llevarnos de vuelta hasta el aparcamiento donde estaba el camión.
Tras deshacer el camino seguimos hacia el último lugar que íbamos a ver esa mañana: el cañón de Sesriem. Este cañón fue tallado hace millones de años por el río Tsauchab. Bajamos por un camino pedregoso hasta el fondo del cañón y paseamos por allí unos minutos hasta que llegamos a una zona en la que el paso está bloqueado por unas rocas. Realmente desconozco si el tramo que hicimos es el único que está permitido o si se puede seguir por el cañón pasando la zona de rocas en plan de más aventura. Recomendable llevar gorra y agua si no es temprano.
Paramos a comer en una especie de área de servicio cercana a Sesriem. Yo tenía en principio la intención de comer en el restaurante del alojamiento, pero al final lo hice también en el área de servicio porque veía no íbamos a llegar antes de que cerrasen el restaurante.
El día anterior me había apuntado al safari para ver la puesta de sol, así que tenía el día completo de actividades. Me dio un poco de apuro porque el único que se había apuntado a esta excursión era yo, así que llevé el 4x4 y el guía para mí solo. Sin ser un recorrido feo el que se hace, sale perdiendo con diferencia una vez que has visto la espectacularidad de las dunas del parque nacional Namib-Naukluft. Transcurre por un camino que atraviesa una gran llanura, más o menos, con las montañas al fondo. Vimos algunos animales, como órices, un chacal o unas manadas grandes de cebras de montaña. Al final, cuando iba atardeciendo subimos con el coche a una zona en alto para disfrutar de la puesta de sol sobre el desierto. El guía sacó la nevera con todos los aperitivos, sólo para él y para mí. Estuvimos unos minutos allí y dije de volver para estar a la hora de la cena a las 19:00.
Esa noche dormí francamente mal. Como a la 1 de la madrugada me desperté por el ruido de un fuerte viento que se escuchaba golpear contra la cabaña y circular como si fuesen remolinos. Tardó un buen rato en pasarse, pero más tarde, quizás fuesen las 6 de la mañana, se empezó a escuchar muy fuerte de nuevo el viento. No sé si será habitual el viento en esa zona, pero sí que al final fue más el ruido que la intensidad real.