9 de septiembre. Tras el desayuno buffet, que no estuvo mal, salimos en dirección al Parque Nacional de Etosha. Este día no teníamos demasiado recorrido por carretera, por lo que después de alojarnos en el hotel tendríamos la posibilidad de hacer un primer safari por la tarde.
Hicimos una parada técnica en Outjo, para comprar, cambiar dinero o lo que se terciase. En el supermercado de la ciudad me llamó la atención ver cómo entraba una mujer himba vestida como tal para comprar.
Aproximadamente sobre las 13:00 llegamos al Etosha Safari Lodge:
store.gondwana-collection.com/ ...fari-lodge
Debe estar como a unos 20 minutos de la entrada al Parque Nacional de Etosha más cercana al área de Okakuejo.
Este alojamiento fue sin duda alguna el que más me gustó. Para llegar, hay que atravesar un bosque de mopane y el edificio central se encuentra en la zona más alta. La parte de atrás del edificio central, donde está la recepción y el restaurante, acaba en una terraza al aire libre que es un mirador hacia el bosque.

Desde la terraza se baja por unas escaleras hasta un sendero a lo largo del cual se distribuyen las habitaciones en casitas independientes, con el bosque alrededor. En la habitación, que estaba muy bien decorada, la cama tenía una mosquitera alrededor.

En el hotel había internet con wifi gratuito hasta un total de 300 MB de datos.
Aprovechando que hacía un día excelente soleado y la terraza panorámica, comimos allí, unos de lo que habían comprado y otros de la carta del restaurante. El sitio estaba fenomenal, pero acudieron una cantidad de moscas tal, que era incómodo comer.

Sobre las 14:30 nos reunimos junto a la recepción para hacer el safari de tarde a Etosha por el área de Okakuejo. Nos distribuimos en varios 4x4 para hacer la excursión con guía.
Tras entrar en el parque nos dirigimos a lo que debía ser una charca. Inicialmente parecía una llanura con árboles y me preguntaba si lo que estábamos viendo de interés en el momento era la vegetación, hasta que fui agudizando la vista y me di cuenta de que había un grupo de kudus.

A continuación, paramos junto un árbol en cuya parte más alta había un azor.

Junto a la carretera principal vimos varias manadas de cebras y de gacelas Springboks.

Llegamos al área de acampada de Okakuejo y nos acercamos a un mirador que estaba habilitado para observar los animales que acudían a una charca. Aquí pudimos ver una manada de cebras yendo a beber agua, una avutarda gigante y otra manada de springboks.

Tras abandonar la zona de acampada seguimos el recorrido por Etosha. En la siguiente charca encontramos fauna variada, como por ejemplo un elefante, un grupo de avestruces y tres jirafas, alguna de las cuales no parecía adulta por el tamaño. Saqué fotos de las jirafas y del elefante en varias posiciones, hasta que éste se alejó de la charca en solitario.

En un momento dado, el guía conductor avisó de que había un par de rinocerontes a lo lejos entre unos arbustos. Me costó trabajo tomar alguna fotografía con nitidez porque a pesar de que se movían un poco, estaban demasiado ocultos entre la vegetación. Si no entendí mal al guía, se trataba de rinocerontes negros.

Más adelante vimos otro rinoceronte negro y alguna avutarda.

Los guías de las diferentes excursiones están en contacto durante los safaris. Nuestro conductor aceleró de pronto dirigiéndose a toda velocidad hacia un punto donde había varias camionetas y coches. Nos situamos en el mejor sitio posible y a observar. Junto a una charca se encontraban dos jirafas y no lejos de allí un grupo de hasta 12 leones estaba tumbado, observando. Uno de ellos se acercó hasta la charca y allí se quedó, revolcándose por la tierra de vez en cuando, mirando fijamente a las jirafas, mientras que éstas observaban recelosas y en estado de alerta al león. Un chacal merodeaba en las proximidades, supongo que buscando fiesta y algo que atrapar.

Después de estar allí un rato contemplando el maravilloso espectáculo, nos fuimos tan rápido como habíamos llegado. Era preciso salir del parque antes de que cerrasen la puerta de entrada cerca de Okakuejo. No obstante, hicimos una última parada de nuevo en el mirador del campamento de Okakuejo. Ahora se podía ver a otro tipo de visitantes. Un elefante estaba bañándose en la charca y un grupo de jirafas estaba cerca.

Saliendo del parque tomé algunas fotos de puesta de sol, pero con la velocidad de las camionetas no conseguí apenas que saliesen desenfocadas.
Expectativas de sobra superadas durante este primer safari. Duró 5 horas y costó 1000 NAD.
La cena esa noche fue de tipo buffet y creo recordar que no estuvo mal.
