Maine ✏️ Diarios de Viajes de USA

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1/7/19:
Hoy nos adelantamos a los vecinos en tema ocupación de baño. Tras las duchas, preparamos todo el equipaje y vamos cargando el coche. María nos espera en el rellano para despedirse de nosotros, y de paso cobrarnos los 40$ de la plaza de aparcamiento. Nos despedimos de ella después de charlar unos minutos y ponemos rumbo al Starbucks de nuevo para coger fuerzas, hoy será un día de muchos kilómetros ( y mucho gasto).

Habiendo desayunado lo mismo de ayer y con el depósito lleno, salimos de Boston rumbo norte, entrando al estado de New Hampshire (tax free!) para maltratar las tarjetas en el outlet de Merrimack (www.premiumoutlets.com/ .../merrimack), en el que pasamos varias horas en diversas tiendas, repitiendo muchas de las del año pasado pero que ofrecen material diferente, a precios increíbles:

- Levi’s, Under Armour, Lucky Brand, Columbia, Nike, Crocs, Calvin Klein... y gafas de sol de repuesto para Ada (a ver cuánto duran estas)

Con la N26 y las Bnext agotadas por el esfuerzo, paramos la locura de comprar para comer, en la zona de comidas del propio Outlet, que ofrece comida china, japonesa, hamburguesas... Por poco menos de 30$, ya tenemos la comida y decidimos empezar a consumir millas hacia nuestro destino final de hoy, en el estado de Maine.

Subimos por la autopista 95 hasta poco antes de Augusta, ya en Maine, y paramos a comprar algo para picar en el alojamiento que vamos a tener las tres próximas noches. Nos detenemos a hacer la compra en un Family Dollar en Gardiner para coger leche, fruta...

Continuando por la autopista 95 llegamos a la ciudad de Bangor, en la que tenemos parada obligatoria para ver la mansión de Stephen King , en 47 W Broadway. Una casa situada en una calle residencial, con una verja forjada con murciélagos y otras figuras que deben ser tan del agrado del famoso escritor de novelas de terror.


Esperamos un rato por allí a ver si sale a pasear al perro o algo (hay algún coche en la entrada), mientras sacamos fotos y entablamos conversación con otras personas interesadas en él. Al final, nos damos por vencidos y continuamos la ruta, girando ahora al sureste por la 1A hasta llegar a las afueras de Bar Harbor, situado, como el parque nacional de Acadia, en una isla. Tenemos habitación en el Belle Isle Motel por 3 noches. Dejamos los trastos en la habitación tras recoger la llave en el buzón de recepción (ya está cerrada), y salimos a cenar. Unas millas antes de llegar al motel, hemos visto junto a la carretera un chiringuito con pinta muy cutre, pero con mucha gente comiendo en el patio. Retrocedemos por la carretera 3 hasta él (Happy Clam Shack), y cenamos unos suculentos platos sentados junto a la hoguera del patio y los millares de mosquitos que nos acompañan por 50$.


Alojamiento: Belle Isle Motel, 3 noches, sin desayuno. Hotels.com, 294€.

Distancia recorrida: 330 millas.

2/7/19:
El motel no nos ofrece desayuno por lo que veo cuando me dirijo a recepción para dar señales de vida y pagar el resto de la reserva no prepagada desde casa. Así pues, tenemos que ir al centro de Bar Harbor para desayunar: Por suerte, descubrimos un local fantástico en el que hacerlo: Chocolatte Bar Harbor. Se convertirá en nuestro local habitual por las mañanas estos días: bagels, pastas, zumos, chocolate, café...


Un poco más caro que el Starbucks, pero también de mejor calidad (sin contar que hay que pagar en el parquímetro de la calle principal de la ciudad). Para aprovechar lo pagado, damos una pequeña vuelta por el centro, acercándonos al parque junto al puerto para tumbarnos en la hierba unos minutos, y después vamos al Visitor Center de Acadia (www.nps.gov/acad/index.htm), situado en la plaza principal del pueblo.


Charlamos con los rangers, cogemos información y nos subimos al coche para dirigirnos en primer lugar a Cadillac Mountain, para tener unas vistas espectaculares de la zona sureste de la isla. Evidentemente, la zona está masificada y casi no hay espacio para aparcar, así que paciencia...


Vamos al Visitor Center de Hulls Cove para coger el autobús gratuito que nos llevará a la zona de Jordan Pond, en el centro de la isla. La circulación en el parque y en la isla en general no es muy fluida, o sea que cuando llegamos a la zona de Jordan Pond ya es hora de comer, y tenemos que esperar 15 minutos hasta que queda una mesa libre en el interior. Para las de la zona exterior, la espera es de más de 30 minutos. La comida, pasable, el precio, elevado para lo que ofrecen, pero las vistas no están mal. Para hacer un poco la digestión, después de comer, estiramos las piernas dando un paseo por el camino que rodea la laguna, pero sin completar la vuelta entera, pues el cielo se está nublando por momentos y amenaza tormenta. De regreso a Hulls Cove, cogemos el coche y vamos al motel a tumbarnos un rato antes de seguir explorando Acadia. Al final no llueve...


Más descansados, otra vez al coche, y esta vez nos dirigimos a la parte más al sur de la isla para ver uno de los faros más fotografiados de USA, el Bass Harbor Head Lighthouse. El rodeo para llegar allí es considerable, y como ya he dicho la circulación no es fluida, o sea que llegamos poco antes de que el sol empiece a ponerse. El minúsculo aparcamiento, abarrotado también. Hay que esperar unos 10 minutos a que alguien tenga ganas de ir a cenar temprano para ocupar su espacio. Al final lo logramos. Por el camino que queda a la derecha mirando al mar, se baja por las escaleras hasta justo al lado del faro, pero las vistas bonitas se obtienen al bajar por el sendero de la izquierda (al fondo del aparcamiento), que conduce a las rocas situadas bajo el faro. Desde allí, la gente (muy numerosa), tiene una vista privilegiada del faro, con el sol poniéndose tras él a esta hora. No es fácil desplazarse por las rocas, pero por suerte para nosotros, en casa tenemos zonas muy parecidas a las que tenemos que ir cuando queremos descansar de las multitudes que se aglomeran en las playas, y nos movemos por las rocas sin dificultad. Sesión de fotos masiva, y con el sol ya bajo, regresamos a Bar Harbor por carreteras secundarias y menos transitadas, para cenar en el restaurante Testa’s. Platos enormes y muy sabrosos, especialidades en pescado y marisco, obviamente, pero caro (75$).


Volvemos al motel a descansar. Mañana, más Acadia.

Distancia recorrida: 83 millas.

3/7/19:
Despertamos por segundo día en el Belle Isle Motel, y después de prepararnos, nos dirigimos a Bar Harbor, a la misma cafetería en que desayunamos ayer, repitiendo incluso menú. Tras gozar un rato de paz y tranquilidad sentados en la terraza, vamos a llenar el depósito de gasolina antes de regresar a Acadia.
Dejamos el coche en el Visitor Center y cogemos la lanzadera que recorre el Park Loop Road, carretera de un solo sentido de circulación, bajando en Sand Beach. A pesar de que el día no luce demasiado y hay abundante niebla, la playa de arena muestra un montón de gente disfrutando de las aguas del Atlántico. La verdad es que no parece muy apetecible bañarse sin sol.


Desde Sand Beach, sale un sendero llamado Ocean Path que recorre la costa en sentido sur. Las vistas son magníficas, y el sendero casi llano en todo su recorrido hasta Otter Point, donde llegamos nosotros. A medio camino, a la altura de Thunder Hole, encontramos un pequeño apartadero con unos lavabos y una mini-tienda en la que compramos una bolsita de frutos secos para coger fuerzas (6$!!!) el resto del recorrido, aunque no es especialmente largo ni duro. Descansamos un ratito en Thunder Hole (aún no sabemos qué tiene de especial ni a qué debe su nombre), abarrotado de gente.
Seguimos por el sendero hasta la parada de la lanzadera en el punto Otter Point, aunque es imposible ver alguna nutria allí. Hay un grupito de ancianos esperando el bus, y cuando éste pasa y se han subido todos, nos quedamos sin poder subir hasta la próxima. Por suerte no tarda más de 10 minutos.



Volvemos al Visitor Center y cogemos el coche para ir al centro de Bar Harbor a comer. Lo hacemos en un restaurante llamado Blaze que tiene muy buena pinta, pero en realidad no hay casi nadie. La comida bastante bien, por unos 50$. No tomamos postre para ir a tomar un helado a alguna de las múltiples (y llenas) heladerías que hay a lo largo de Main Street. La escogida se llama Ben & Bill’s Chocolate Emporium, con mucha variedad de sabores y tipos de helados y cucuruchos. Eso sí, barata no es... Evidentemente, mientras tanto, el parquímetro sigue descontando de los 4$ puestos al llegar. Aún nos queda un ratito, así que volvemos al Agamont Park, junto a los muelles, para tumbarnos en el césped a acabar los helados y recargar pilas con energía solar. Para acabar de coger fuerzas y tumbarnos más al sol, nos acercamos a Echo Lake, que tiene una pequeña playa ideal para descansar, aunque por supuesto hay un montón de gente. Ahora sí apetecería bañarse, pero no llevamos bañadores, y no creo que acepten muy bien el nudismo en estos lares...


Nos despedimos de Acadia y volvemos al motel, a aprovechar que tiene servicio de lavandería para huéspedes para poner nuestra primera colada del viaje, mientras aprovechamos para leer un ratito en la terraza del edificio habilitado para lavandería, y ponemos los pies en remojo en la piscina. Hora y pico después y por unos 6$, tenemos toda la ropa limpia y seca, dispuesta para volver a la maleta, pues mañana levamos anclas de Bar Harbor.

Para ir a cenar, decidimos seguir la carretera 3 en dirección al continente en vez de volver a Bar Harbor. Nos detenemos antes de llegar al puente que une la isla con tierra firme, en la zona de Salisbury Cove, en el restaurante Log Cabin Restaurant & Country Store. Ada y un servidor nos atiborramos con unas deliciosas costillas con salsa barbacoa y salimos casi rodando. Excelente relación calidad precio (51$).

Después de cenar, volvemos al Motel a acabar de preparar maletas y cosas varias.

Distancia recorrida: 75 millas.

4/7/19:
Hoy es la gran fiesta de USA, su día de la Independencia. Se prevén desfiles, actividades y espectáculos en la mayoría de lugares habitados del país. Bar Harbor no es una excepción, como podemos comprobar cuando, tras haber cargado el coche, dejamos el motel para ir a desayunar al Chocolatte Bar Harbor por tercer día. Nos resulta imposible. El tráfico está muy controlado en el centro por los desfiles previstos, y las plazas de aparcamiento normalmente disponibles, están completamente colapsadas. Se nos pasa por la cabeza quedarnos en el pueblo a disfrutar de las actividades antes de seguir a nuestro próximo destino (a un par de horas de aquí), pero tras dar muchas vueltas y no encontrar ni un solo espacio para dejar el coche, al final desistimos y tras dar muchos rodeos porque la carretera principal está cortada, al final logramos salir y dejar atrás el caos. Vamos tirando por la carretera 233 que se interna en la isla, y torcemos al norte al llegar al cruce con la 102. A las pocas millas, encontramos un local abierto en el que poder comprar algo para desayunar: Town Hill Market. Compramos unos bagels y unos cafés, y para nuestra sorpresa, tenemos que pagar en efectivo pues no aceptan ningún tipo de tarjeta. En el interior del pequeño local, hay un ATM para los que no suelen llevar efectivo de ningún tipo. El local no dispone de mesas en el interior ni terraza habilitada, así que tendremos que comer por el camino en el coche.


Ponemos rumbo a Millinocket, al noroeste de Bar Harbor, en el interior de Maine. Este pequeño pueblo se encuentra en la entrada sur del Baxter State Park (baxterstatepark.org/general-info/), y de la zona recientemente nombrada Katahdin Woods and Waters National Monument (www.nps.gov/ ...anning.htm). Baxter SP es un pequeño parque estatal como otros miles que existen en el país, y que seguramente no habíais oído hasta ahora. Lo que lo hace un poco especial, es que es dónde termina (o empieza) el Appalachian Trail, el famoso sendero de los Apalaches que atraviesa la costa este del país atravesando 13 estados. La otra punta se encuentra a poca distancia de Atlanta, en Georgia. Nosotros lo visitamos en 2017, y este año decidimos incluir Baxter SP para tener el bonito recuerdo de haber estado en los dos extremos de este mítico sendero. La verdad es que no llegamos hasta el punto oficial en el que finaliza el sendero, pues para hacerlo hay que hacer una larga caminata hasta la cima del monte Katahdin, y no estamos preparados para ello. Nos conformaremos con haber estado en Baxter SP.

Antes de adentrarnos en el parque, nos detenemos a intentar dejar maletas y demás en nuestro próximo alojamiento para 2 noches, el Parks Edge Inn. La primera impresión no es demasiado buena, pues aparte de no haber nadie en recepción, desde fuera el edificio está bastante hecho polvo. Para desgracia nuestra, en esta parte del país no tenemos cobertura en los teléfonos, por lo que la opción de llamar a los dueños para comunicar que queremos hacer el check in queda descartada.

Mientras pensamos que hacer, llega un flamante Mustang descapotable con una mujer mayor al volante que se presenta como la propietaria y nos hace pasar a recepción, pidiéndonos disculpas y dándonos todo tipo de explicaciones sobre su reciente traslado a la zona, su nuevo negocio de B&B, su nueva pizzería situada a poco menos de una milla del motel (nos promete descuento si vamos a buscar la cena cualquier día), etc., mientras nos cobra el importe de las dos noches que vamos a estar aquí. La cobertura que necesita el datáfono tampoco es que sea una maravilla, pero al final lo logramos.
Finalmente nos abre nuestra habitación/apartamento, que por dentro está mucho mejor que por fuera, la verdad sea dicha. Se trata de una casa entera, con dos habitaciones, comedor, sala de estar, baño, televisión, wi-fi y una enorme cocina. En la calle hace mucho calor, pero aquí dentro se está mejor, aunque nos promete que en cuanto su marido esté disponible, nos vendrá a instalar un aparato de aire acondicionado.


Nos instalamos y salimos a ver si encontramos algún local abierto en que nos den de comer. Da la sensación que el pueblo vive en gran parte de la gente que se siente atraída por el Sendero de los Apalaches, aunque la verdad es que por la calle no hay mucho movimiento, ni de excursionistas ni de nadie...
Entramos a comer unos platos de pasta en Scootic, por unos 52$, y como hemos desayunado tarde, nos sobra bastante cosa y lo cenaremos recalentado.

Nos montamos en el coche y vamos al apartamento a dejar la comida en la nevera. Mientras estamos allí, viene el propietario con un chico a cambiarnos el aire acondicionado, pues el aparato que nos puso ayer es muy viejo. Estos trastos son muy prácticos, se desenchufa, se desencaja de la ventana, se pone el nuevo, se encaja la ventana, enchufado y se acabó. Menos de 3 minutos. Cuando se van, ponemos rumbo a la entrada sur de Baxter SP, a unos 30 minutos del pueblo, llamada Togue Pond. Hay otra entrada en la parte noreste del parque. El tramo final de la carretera no está ni asfaltado, y la parte permitida a la circulación en el interior del parque tampoco. Pagamos los 15$ de la entrada, cogemos información y empezamos a recorrer el camino que discurre por la parte oeste del parque.


Primera parada: Big Niagara Falls. Para llegar al principio del sendero, hay que conducir por el camino de tierra hasta el Dacey Pond Campground. Una vez allí, se recomienda anotar en un cuaderno la cantidad de gente que va a hacer la excursión en tu grupo y la hora de salida, supongo que para prevenir pérdidas de gente. Os recomiendo que llevéis repelente de mosquitos en gran cantidad, menuda tortura... La excursión discurre por terreno llano durante poco más de 1 milla (sólo ida). No vemos a nadie en todo el camino ni al llegar a las cascadas. Creo que hasta el ranger de la caseta se ha sorprendido de ver a alguien, y más a extranjeros. De regreso de las Big Niagara Falls, nos desviamos para ver, obviamente, las Little Niagara Falls. Ni unas ni otras separecen en lo más mínimo a las originales Niagara Falls, pero se agradece la soledad y la paz solamente perturbada por los dichosos mosquitos.


Empieza a caer el sol y no nos da tiempo a ver mucho más esta tarde, así que nos detenemos en Abol Stream Trail para una última vista por hoy, y salimos del parque, poniendo dirección a Millinocket. Antes de llegar al motel, paramos en un Family Dollar a hacer unas compras básicas.

Al ser 4 de julio, esperábamos encontrar algún tipo de baile, música en vivo o algo más animado, pero resulta que en USA el tema va al revés. Primero ha habido música y baile, y al oscurecer, fuegos artificiales y a la camita todo el mundo... Logramos ver solamente la parte final de los fuegos artificiales. Después, nos vamos al apartamento a cenar a base de sobras y ver un rato la tele.


Alojamiento: Parks Edge Inn, 2 noches, sin desayuno. Booking.com, 200€.

Distancia recorrida: 189 millas.

5/7/19:
Una noche de rascar y rascar las picaduras de los mosquitos nos lleva al día de hoy. En vista de la no muy gran oferta de locales para desayunar en Millinocket, subimos directos al coche y cogemos dirección este por la 157 hasta el vecino pueblo de East Millinocket (muy originales no son con los nombres). Justo después del minúsculo pueblo, en una gasolinera, nos topamos con el East Millinocket Country Dinner, abarrotado de jubilados y familias en plena faena. Tenemos suerte de que nos dejan una mesa nada más entrar y podemos tomarnos un desayuno lleno de calorías por 25$. Con muuuucha calma, eso sí. Salimos del local casi a las 11 de la mañana, y enfilamos por la carretera 11 hacia el norte, para entrar a Baxter SP por la entrada de Matagamon Gate. En esta carretera no circula nadie absolutamente, así que cruzamos los dedos a ver si vemos algún alce, tan abundantes por la zona, si tenemos que hacer caso a la cantidad de señales advirtiendo de su paso por las carreteras. A esta hora va a ser difícil, son animales difíciles de ver fuera del amanecer o el ocaso. En efecto, ni uno...
Recorridos unos kilómetros sin cruzarnos con nadie, le cedo la conducción a Ada, motivadísima como el año pasado ante el reto de conducir. Durante unos 10-12 kilómetros, cojo el asiento de copiloto y compruebo su evolución al volante.


Esta carretera parece que no se acaba nunca, así que en cuanto vemos una gasolinera (de las antiguas de verdad), aprovechamos para poner 20$ de gasolina (carísima), y comprar un refresco. Es un día caluroso de verdad, y charlando con la propietaria de la gasolinera, nos comenta que ya tocaba, pues han tenido un invierno con más de 3 metros de nieve. Menuda locura, y pensar que en casa, en cuanto caen 4 gotas se queda medio pueblo a oscuras...


Tras coger el desvío al oeste por la 159 para llegar al parque, empezamos a estar cansados de tantos kilómetros sin ver nada de nada, y además se va haciendo tarde. No contamos con que dentro del parque podamos comer nada, y finalmente, al llegar a la caseta del guarda, junto al Grand Lake Matagamon, nos detenemos, echamos un vistazo al lago, y damos media vuelta sin llegar a entrar.


Como nos dijo el guarda de ayer, la carretera que rodea el parque al completo por dentro (sin asfaltar), se puede recorrer de una salida a la otra en poco menos de 3 horas (sin paradas), y nos darían las 5 de la tarde sin haber podido comer nada, habiendo pagado 15$ más y sin mucho tiempo para hacer excursiones. Tampoco es que nos hubiéramos muerto de hambre, pero estamos de vacaciones... Total, el parque, una vez visto lo de ayer, tampoco es nada del otro mundo, y para ser pasto de mosquitos otra vez, pues no.
Así que damos la vuelta y regresamos por la 159 hasta el cruce con la 11, y justo allí, un chiringuito de carretera abierto en el que podemos comer sentados en bancos sobre el césped (Craig’s Clam, en Patten). No hay mesas interiores, solamente 3 mesas sobre la hierba, con parasoles como protección. Cogemos unas hamburguesas y refrescos y comemos la mar de tranquilos (y por menos de 25$), mientras entablamos conversación con un ruso afincado en Maine desde hace 40 años, sorprendido de ver europeos, y muy enamorado de Barcelona.


Volvemos al coche con toda la tarde por delante y sin nada previsto para hacer. Ponemos rumbo al sur por la 11 hasta llegar al cruce con la autopista 95, en Sherman. Alli, junto a la gasolinera, vemos una señal a medio caer, indicando la Katahdin Loop Road. Nos metemos de lleno a recorrerla, en busca del alce perdido. Se trata de un circuito que discurre por camino sin asfaltar, pero en buenas condiciones, por bosques, junto a arroyos y lagos. Durante el recorrido, vemos numerosos carteles en contra de la formalización de la zona como Parque/Monumento Nacional. En general, no es para tirar cohetes, pero la emoción de ver algún alce nos hace pasar la tarde. Las pocas paradas que hacemos, nos sirven para reafirmarnos en la idea de que el animal más popular en la zona es el mosquito. Después de un par de horas de dar vueltas, encontramos la salida (de chiripa, pues la señalización deja mucho que desear), y vemos horrorizados como nuestro flamante Toyota, que ayer era negro, ahora es de color beige. No nos queda más remedio que buscar un área para darle un manguerazo al coche (3$).


Al llegar a Millinocket, entramos al Family Dollar a comprar, y aprovechar para sacar algo de efectivo en el ATM del supermercado. Sacamos 200$ con la BNext, y nos cobran una comisión de 2.75$ no reembolsables. Aceptable.

Una vez en el apartamento, decidimos aprovechar la oferta de los propietarios, y vamos a pedir una pizza para cenar a su pizzería (Millinocket House of Pizza). Entramos para escoger, y allí están los propietarios y el chico que nos ha venido a cambiar el aire acondicionado, los 3 trabajando. Pedimos la pizza, y nos dicen que en 20 minutos nos la vienen a entregar al apartamento, que ya saben dónde es. Nos hacen el descuento prometido: por una pizza para 6 o 7, una ensalada y unos refrescos, 25$. Volvemos al apartamento a asearnos un poco antes de cenar. Nos ponemos a mirar la tele, y al cabo de un rato, comprobamos que ha pasado casi una hora desde que pedimos la pizza, así que cojo el coche y llego hasta la pizzería. La cara de los propietarios es un poema al verme entrar y comprobar que el pedido ha quedado sobre el horno sin que nadie se haya acordado que se tenía que entregar... Insisten en devolverme el dinero por las molestias, pero me niego y al final llegamos a un acuerdo y me devuelven la mitad. Total, que cenamos (tarde) por 12$...

Distancia recorrida: 186 millas.

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