Una vez desayunados, ponemos tumbo a Newport, siguiendo la línea costera paralela a Long Island, en dirección este. Las visitas en el estado de Rhode Island se verán limitadas a las que podemos hacer en Newport, que tampoco serán muchas. La intención era dar un paseo por el Cliff Walk, un caminito en los acantilados de la parte sur de la población, y visitar Fort Adams SP, un antiguo fuerte construido para la defensa de la zona frente a ataques navales. Empezamos por Fort Adams, donde contratamos la visita guiada en grupo (38$ en total), liderada por un guía entrado en años pero muy en forma que hizo la visita y las explicaciones muy amenas, a pesar del escaso interés que pueda tener. Se pueden visitar las antiguas habitaciones de los militares que residían allí (todas en ruinas), cañones, algún torpedo, túneles excavados con fines defensivos...







Tras la visita, que dura más de lo esperado, nos vamos al centro de Newport a comer, concretamente al O’Brien’s Pub, donde comemos unas buenas ensaladas en la terraza junto a la fuente. El pub está situado en la calle más comercial de este pequeño enclave costero, enfocado al turismo y a la gente que puede permitirse tener sus embarcaciones amarradas en los muelles. La comida nos cuesta unos 50$ (caro para lo que comemos), pero la calidad es buena. Después de comer, damos un paseo por las calles comerciales del centro, visitando tiendas y aprovechando para combatir el calor con unos deliciosos helados (12$).


Como el pueblo no parece ofrecer mucho más, decidimos saltarnos el paseo por el Cliff Walk y poner rumbo a nuestro alojamiento para dejar el equipaje antes de proseguir: esta noche vamos a ver un partido de los Boston Red Sox en el mítico estadio de Fenway Park.