La anterior etapa nos quedamos buscando un lugar donde hacer la última noche en la zona. Habíamos mirado en Booking distintas opciones en Tam Coc y muchas tenían buena pinta además de buen precio (entre 11 y 15 euros la habitación) pero una nos llamó especialmente la atención por su nombre, "La Siesta Homestay". Esa denominación tan española nos hizo acercarnos directamente a ver cómo estaba el lugar y a la postre supuso el momentazo del viaje.
Se encontraba al final de un callejón muy largo que nos costó encarar ya que no aparecía debidamente en Google Maps pero finalmente dimos con el lugar. Un edificio precioso en su arquitectura donde nos recibió una señora con una sonrisa de oreja a oreja. Ya era de noche (estábamos preveyendo, esa noche aun nos alojaríamos en el Mua Caves Ecolodge, esto era para la siguiente) y entramos con nuestro inglés diciendo que lo habíamos visto en Booking pero queríamos ver el lugar y preferíamos reservarlo directamente con ellos...
...la señora no nos entendía. No hablaba inglés (apenas chapurreaba algunas cosas de francés, herencia del pasado francovietnamita) pero con cuatro palabrejas en inglés, muchos gestos y la ayuda eventual de Google Translator nos empezamos a entender (era muy gracioso todo porque tampoco se manejaba con la aplicación, a la hora de hablarle y darle a botoncitos) pero su simpatía y las ganas de "conectar" eran evidentes. Entendimos que el Homestay lo "llevaba" un hijo suyo pero a esa hora no estaba allí y de cualquier modo nos hizo un recorrido por todas las habitaciones (habría unas 4 en el lugar) y decidimos que a la mañana siguiente volveríamos a arreglar el tema. A lo largo de la "conversación" (estuvimos un buen rato allí) nos fuimos soltando y se creó una gran complicidad, nos reíamos de las dificultades de comunicación y le dije que parecía (al contrario que los vietnamitas de Hanoi) un poco española, porque "hablaba" tocando, cogiendo de la mano... nos reimos y nos despedimos con un abrazo. Ya nos había ganado. Aquí termina la intro y nos plantamos en el día de marras, a punto de salir del Mua Caves Ecolodge.
26 de Noviembre. Check out del Mua Caves. Nos preguntan si queremos un transporte a Tam Coc (para llegar allí como explicamos en la etapa correspondiente (en el Video Blog)) fuimos en Grabtaxi, y nos costó algo de trabajo encontrar uno que nos hiciera la ruta. En recepción nos indicaron que por 80.000 dongs (algo más de 3 euros) nos llevaban a Tam Coc. Le dijimos que cogeríamos un Grab.... Imposible. La aplicación buscaba y buscaba pero no había opciones disponibles así que estuvimos un buen rato en la entrada (parking de entrada al complejo) con las mochilas actualizando y actualizando el botoncito mientras, por la hora, iban llegando buses, vans, coches.. trayendo a turistas que venían de excursión al lugar. Ya estábamos a punto de volver a entrar a recepción a pedir el transporte cuando se me ocurrió la feliz idea de asaltar a alguno de los conductores que habían traido a turistas aquí por si nos acercaba a Tam Coc (que les pillaría de camino para volver allí de donde vinieran) y así hice.
Le hice la propuesta a uno y me dijo que sí, que por 100.000 dongs me llevaba. A estas alturas Lucky me miraba con cara de "pa eso lo hubiéramos cogido en recepción" pero yo ya estaba en un punto sin retorno y le dije que palante pero en esas se acerca un chico que estaba por ahí y era "taxista" de los que por la zona de parkings de motos (que comenté en la entrada anterior que había por las cercanías) se pone a discutir con él... yo que pillo por donde van los tiros le digo al chico que el hombre no me había ofrecido nada, que era yo el que le había pedido "de favor" si nos podía llevar a Tam Coc y el chico me decía, con enfado (hacia él, no hacia mi) que este hombre trae a turistas desde Hanoi y que no le va a quitar el negocio a los "taxistas" de aquí. Cosa normal. Yo le insistía en que (no me gustan los conflictos) había sido un malentendido por mi culpa, que era yo el que le había dicho que nos llevara bla bla bla, finalmente el primero se retiró y el chico nos llevaba por 100.000. Yo ya relajado hasta que Lucky quiere dar una vuelta más de tuerca a la situación y me dice que le diga (porque su rol es la logística y yo soy el traductor oficial) que en el Hotel nos lo dan por 80.000 dongs (ojo al dato, en este momento estamos porfiando por menos de 1 euro) y que cómo vamos a ir por 100.000 con él teniendo la otra opción. El chaval nos dice que bien, que lo hagamos en recepción. Yo ahí en medio metido en el papel de mediador y me disfrazo de "venga hombre, hazlo por mí que mi mujer se va a enfadar, que he sido yo el que he rechazado el transfer del hotel y ella ya está cabreada bla bla bla" así como buscando complicidad masculina en un juego de regateo 2.0 y el chaval finalmente acepta y nos lleva. OJO. Todo esto es un juego. Una vez aceptado el servicio y precio ese tema está archivado y ya nos ponemos a hablar de la vida y la muerte como si fueramos colegas hasta llegar a Tam Coc. Tanto que aunque le decimos que no, que en X lugar está bien él se empeña en llevarnos por el callejón donde casi que tiene que plegar los espejos porque no cabemos hasta la misma puerta de LA SIESTA (De hecho nos despedimos con los 80.000 acordados y se pegó yo no sé cuanto tiempo para salir marcha atrás los 300 metros que tendría la calleja).
Así que ubicamos la acción recibidos por nuestra amiga, (a partir de ahora la llamaremos por su nombre, Chu Thi Chat... bueno, acortemos en CHU) con su amplia sonrisa y su abrazo y presentándonos a su hijo y nuera (con evidencia de que le faltaba menos de un mes para conocer al nieto/a) y arreglando con ellos el alojamiento de esa noche (todos esos "arreglando" contienen aproximadamente 1 hora entre conversación, un zumo que nos ofrecen, unas risas, etc...) y dejadas las maletas procedemos a preguntar y arreglar el alquiler de una nueva moto para ese día y el siguiente (digo el siguiente porque sería completo, después se entenderá) y con las mismas nos vamos de paseo en pos de nuestra primera visita del día: Hoa Lu, la antigua ciudad imperial (hasta el siglo XI). Esta vez el parking no nos costó 10.000 dongs como era habitual sino que lo hicimos en un bar en frente de la entrada y le indicamos que a la vuelta nos pararíamos a tomar algo allí (también es algo muy común)
Nos sorprendió el precio de la entrada a la ciudadela, solo 20.000 dongs pero después comprobamos que no es un punto muy interesante arquitectónicamente hablando ya que es tan antigua que los "restos" no son ni la sombra de lo que fue y bueno, es un enclave histórico pero se ve en un santiamén y así hicimos para volver al bar a tomarnos un zumo por 5.000 dongs (bueno, eran 15.000 pero en nuestra contabilidad entendíamos 10.000 como el parking ) así que por unos 60 céntimos tuvimos la moto aparcada y me refrigeré lo suficiente para ir a nuestro siguiente punto en la lista. El más deseado del día y el que a medias se frustró por el primer accidente del viaje. Bai Dinh.
Es un lugar E S P E C T A C U L A R cuya visita bien merece unas buenas 4 horas (o más) y que contiene 3 "highlights" a saber: La torre-pagoda bien conocida y que aparecerá en pantalla si pones Bai Dinh en el buscador y le das a imágenes. El conjunto de templos (o pagodas, no sé al no entrar en ellos/as como leerán a continuación si eran dedicadas a Buda (pagoda) o a otras personalidades (templo) que hacen tan hermoso este lugar y por último una hermosísima estatua de Buda en lo alto de una pequeña colina.
Pero antes del asunto un poco de logística. El lugar es ENORME y tiene varias puertas, pero la entrada principal al complejo es, como en todos lugares, un trasunto de espacios y servicios a seguir en orden. El primero.. adivinais?... si, el parking. Te acercas y ya te indican por donde meterte y dejas tu moto entre muchas otras, te dan un ticket y pagas, en esta caso 15.000 dongs. Y sigues hacia una zona amplia con información turística sobre el lugar y un montón de personas uniformadas que se ofrecen para asesorarte sobre el tema (en este momento la Pagoda la ves allí a lo lejos, en castizo, así a tomar por cul...) todo es confuso ¿como llego allí?. Ese es el momento donde te explican sobre un gran mapa lo inmensamente grande que es, lo que se tarda en ver todos los puntos de interés.... y lo que cuesta el bus eléctrico que te va a llevar aquí y allí en el recorrido X o Y con o sin guía... nosotros le dijimos, como siempre, no ya por el precio, que no era barato pero tampoco caro, (no lo recuerdo) sino porque no nos gusta el ir así como por ruta cerrada que si no había otra forma de visitarlo y nos dicen.. si, si quieren ir andando por allí (señalando a un punto) se va. ¿Precio?.. no, es gratis. Ah, vaya, pues vamos hacia... ¿recuerdan?... a tomar por... y empezamos a caminar. Por el camino nos cruzamos con una pareja que, como nosotros, así ya de lejos se ve que son residentes entre Tarifa y Bilbao uséase Españoles y le preguntamos que cuánto hasta llegar a la pagoda. Nos dicen que 15 minutos ¿lo que??.. y si, es pura perspectiva. Resulta que está mucho más cerca de lo que aparenta la visión horizontal y allí que nos plantamos en el "meollo". Entre la gran pagoda, el Buda y la "cabecera" de los templos (que ya digo que no se si templos o pagodas pero llamaré Templos por identificar los 3 "espacios").
Dedicimos primero subir a la Pagoda ya que es lo que más ilusión nos hace y además somos conscientes de que las vistas van a ser una auténtica pasada y pallá que vamos previo pago del ticket de entrada de 50.000 dongs por cabeza (2 euros). Y aquí viene, con los antecedentes del desastre, el primer CONSEJO del día con Intro sobre Templos y Pagodas.
Aparentemente, un Templo y una Pagoda es lo mismo ya que arquitectónica y decorativamente son prácticamente idénticos. La diferencia radica en que el Templo es dedicado a una persona ilustre, o rey, o sabio... y la Pagoda se dedica a Buda, que en esencia es una persona ilustre (el Budismo es NO TEISTA, es decir, que no es una religión donde se adora a dios alguno, sino que se siguen unas pautas de vida) pero vamos, Buda, o El Budha o Siddartha Gautama adquiere una condición casi divina. ¿Todo esto a qué viene?, a algo muy simple:
En las Pagodas NO se puede ir calzado, mientras que en los Templos SÍ. Y aquí retomamos la historia en el momento en que, se comprende, es esta una Pagoda tan grande y alta que hace complejo ir descalzo por ella con lo que el sistema consiste en que una vez entras te has de poner unas fundas de gamuza cubriendo los zapatos (como los cirujanos pero con más glamour...y peligro)...
Se puede subir (y bajar) parándote en cada planta con imágenes de Buda y otros ornamentos por escaleras, pero hay un hermoso y utilísimo ascensor una vez subes a la primera planta para tal fin. Nosotros subimos en ese ejemplar de uno de los mejores inventos que la humanidad en su infinita sabiduría ha creado y cuando llegamos arriba nos quedamos anonadados con las maravillosas vistas del entorno y el complejo de templos. Entonces comprendimos que echaríamos unas buenas horas visitandolo todo ¡ay ilusiones ilusiones!. Tras un buen rato bajamos de nuevo en ascensor hasta la primera planta y cuando desdendimos por las últimas escaleras hasta la planta baja comprendí que la combinación (éste es el consejo) a)Escalones pulidos de mármol y b)Fundas de gamuza unido a la mano sosteniendo el gorilla pod con la cámara son una mala conjunción...
El ostión que me pegué fue de aupa. Caí de culo y fui resbalando cual cucaracha con la clara conciencia de que me había roto algo. Me quedé quieto con miedo a mover cualquier parte del cuerpo, con un dolor intensísimo donde la espalda pierde su nombre y tras unos minutos fui reconociéndome trocito a trocito y dándome cuenta de que todo estaba de una pieza aunque dolorido plus. Salí de la torre y los de la puerta ni se inmutaron (y eso que el grito de Luck debió oirse hasta en Camboya) supongo que estaban acostumbrados a que cada cierto tiempo un orondo guiri talegue cuesta abajo . En fin, que no llegó la sangre al río pero obviamente supuso el fin de la visita y de la ruta del día. Andaba con esfuerzo y aun no sabía si podría sentarme en la moto (aun hoy, mes y medio después, tengo un lado del culete algo dolorido y ciertamente deformado) pero a duras penas y con paciencia regresamos con la dos ruedas hasta Tam Coc para la tan necesaria como placentera degustación gastronómica (con anécdota pero eso queda más gracioso viendo el vídeo) y volviendo a echar el resto del día en el Homestay sin más novedad que las muestras de cariño de Chu incluyeron en su repertorio el tocarme el trasero mientras le contaba la aventura.
El resto de la tarde/noche se dedicó, además de organizar fotos/vídeos a decidir, ahora sí y de una vez por todas, el medio de transporte en el que iríamos al día siguiente 600 kilómetros al sur dirección Hue para abandonar definitivamente el norte del país y emprender el viaje por el centro. Sin dar muchos más rodeos explicaré que decidimos hacerlo en Tren nocturno (en litera) y toda vez que vimos los distintos trenes que salían optamos por hacerlo en el más, digamos, lujoso, donde el compartimento, pese al genérico nombre, no lo compartiríamos con nadie, siendo "habitación doble". No pudimos, o no quisimos, ahora no recuerdo, reservarlo por internet y viendo que de Bai Dinh a Tam Coc había sobrevivido mi culo motero decidimos hacer los escasos 11 kilómetros que nos separaban de la estación de tren de Ninh Binh a la que llegamos a una hora que debimos deducir que estaría todo medio cerrado.
Así era, y aunque en una oficina ya cerrada con llave, nos abrieron la puerta y nos consultaron opciones nos informaron que estaba todo cogido en ese tren "lujoso", que había opciones en el tren nacional (compartimentos de 4 camas), qué le vamos a hacer! dijimos, palante. Pero no. Ya era tarde y no se podía comprar ¿what?, que volvieramos "mañana por la mañana". Pues nada, vuelta para atrás y a descansar (yo con más dificultad pues solo podía dormir de 1 lado).
A la mañana siguiente, a la sazón última en el norte del país salimos tempranito (antes de desayunar) en dirección de nuevo Estación de trenes de Ninh Binh y ahora sí pudimos comprar el billete hacia Hue por unos 55 euros los dos. Con los billetitos en la mano regresamos con nuestra querida "familia" a desayunar y arreglamos con ellos el quedarnos con la habitación hasta las 8 de la tarde (nuestro tren salía sobre las 10 de la noche) y entonces nos fuimos de nuevo con la moto a hacer la última visita del lugar. El complejo de pagodas Bich Dong (que formaba parte de la "ciudad" antigua de Hoa Lu, de la que ya hemos hablado). La visita al lugar es gratuita (vamos, que sigue teniendo actividad religiosa) pero, y aunque puedes hacerlo en las cercanías libremente, hay un parking de motos/bicis en la entrada al lugar que por 20.000 dongs (algo menos de un euro) puedes dejar a la sombrica la burra.
El lugar es ciertamente precioso, a los pies y excavado en la montaña está esa suerte de pagodas (a las superiores se accede mediante un "pasadizo" a través de la roca, en el vídeo se aprecia bien). El lugar es relajante y da para, si eres contemplativo/a un buen rato de sosiego. Eso hicimos y de nuevo emprendimos la vuelta parando aquí y allá sin prisa y con cierta melancolía por dejar ese hermoso lugar. Finalmente comimos el tradicional almuerzo/cena repitiendo el lugar donde fuimos el primero de los días (creo que se llamaba Family Restaurant, en mitad de la calle principal de Tam Coc) y regresamos al hotel a descansar un poco, a devolver la moto y a echar unas últimas horas departiendo con CHU y su familia de La Siesta Homestay, disfrutando muchísimo de su compañía y despidiéndonos con pena finalmente para seguir camino.
Nos pidieron un taxi hasta la estación de trenes y esperamos la llegada del nuestro mientras no dejábamos de mirar en la web de la compañía nacional de trenes ( dsvn.vn/#/ ) si aun seguían disponibles las 2 literas superiores de nuestro compartimento de 4. Con alegría veíamos que no se vendieron esas plazas hasta el momento en que ya no es posible hacerlo via internet (y por ser un largo recorrido tampoco parecía que nadie fuera a hacerlo sobre la marcha en taquilla) con lo que, sin tener la seguridad pero con mucho optimismo subimos al tren chú chú para descubrir que efectivamente la suerte nos sonreía y teníamos para nosotros la "habitación".
Cual sería nuestra sorpresa cuando llega el revisor a pedirnos los billetes y, mirando a la parte superior, me pasa su móvil con el Translator y tenía escrito en vietnamita (y traducido al inglés) algo así como "si me DAIS ALGO DE DINERO hago que si en alguna parada entran pasajeros los mando a otro camarote para que estéis solos", vamos, una ESTAFA en toda regla ya que como dije hasta un rato antes de salir no estaba vendido (ponía el recorrido completo con lo que tampoco estaría vendido de un punto intermedio a destino), en fin, que se ve es su sistema (esto es un TIP) para sacar una mordida a los incautos guiris que tienen la suerte de viajar solos.
Obviamente le dije que no señor, que estaba bien así y que no le iba a dar nada y con las mismas se fue. Como era de esperar nadie nos molestó en todo el recorrido (pero por intentarlo... en fin).
Y aquí dejo la narración, porque con el chucuchú del tren llegó la media noche y eso supone que lo que sigue será en la próxima etapa.
Como siempre os dejo el videoblog de Ninh Binh parte 2 (la parte del tren aparecera en la próxima etapa, que narra el camino y la experiencia en Hue, ciudad imperial. Hasta pronto!