Después del desayuno fuimos andando hasta la parte alta del Palacio de Belvedere, a unos 10 minutos del hotel, donde había otro mercado de Navidad con muchos puestos que la mayoría todavía no habían abierto. Dimos un paseo por sus jardines y bajamos a la parte baja.
A continuación nos acercamos al parque Stadtpark donde vimos la estatua de Johann Strauss y seguimos hasta Karlsplatz, donde vimos de día la iglesia de Kalrskirche.
Luego llegamos al edificio de la Secesión con su cúpula dorada y al lado está el mercado Naschmarkt, situado en una larga avenida, en el que vimos la gran variedad de coloridos puestos de flores, carne, pan, dulces y todo tipo de alimentos, que comparten espacio con bastantes restaurantes internacionales.
Continuamos por la Opera Estatal de Viena y el museo Albertina para llegar a la Josephplatz, donde se encuentra la Biblioteca Nacional de Austria y al lado la Escuela Española de Equitación, terminando en la famosa Michaelerplatz (plaza de San Miguel), en la que destaca la iglesia Michaelerkirche y sobre todo el impresionante edificio Michaelertor, que tiene una puerta de entrada al Palacio Hofburg. En esta plaza había un pequeño mercadillo de Navidad.
Pasamos por esta puerta y cruzamos el palacio para llegar a la Plaza de los Héroes Heldenplatz, donde ya estuvimos el primer día. Cruzamos el Volksgarten (Jardín del Pueblo) con su Templo de Teseo y llegamos al mercado de Navidad de la plaza del ayuntamiento.
De camino al restaurante Figlmüller pasamos por otro mercado, el de Am Hof, y por el famoso reloj Ankeruhr. Cuando llegamos al restaurante había bastante cola y como luego queríamos ir al Café Central a comprar algunos pasteles para llevar decidimos ir directamente a esta cafetería donde comimos y tomamos café acompañado de tarta.
Como punto final a nuestro viaje fuimos hasta la Volksoper (la Opera Popular) pasando por la Votivkirche (Iglesia Votiva), que parecía muy bonita desde fuera. Antes del viaje habíamos sacado entradas en la web de la Volksoper para ver la opereta König Karotte. Aunque las canciones y diálogos eran en alemán nos gustó la obra y estuvo muy entretenida.
Finalmente volvimos al hotel en metro.
A continuación nos acercamos al parque Stadtpark donde vimos la estatua de Johann Strauss y seguimos hasta Karlsplatz, donde vimos de día la iglesia de Kalrskirche.
Luego llegamos al edificio de la Secesión con su cúpula dorada y al lado está el mercado Naschmarkt, situado en una larga avenida, en el que vimos la gran variedad de coloridos puestos de flores, carne, pan, dulces y todo tipo de alimentos, que comparten espacio con bastantes restaurantes internacionales.
Continuamos por la Opera Estatal de Viena y el museo Albertina para llegar a la Josephplatz, donde se encuentra la Biblioteca Nacional de Austria y al lado la Escuela Española de Equitación, terminando en la famosa Michaelerplatz (plaza de San Miguel), en la que destaca la iglesia Michaelerkirche y sobre todo el impresionante edificio Michaelertor, que tiene una puerta de entrada al Palacio Hofburg. En esta plaza había un pequeño mercadillo de Navidad.
Pasamos por esta puerta y cruzamos el palacio para llegar a la Plaza de los Héroes Heldenplatz, donde ya estuvimos el primer día. Cruzamos el Volksgarten (Jardín del Pueblo) con su Templo de Teseo y llegamos al mercado de Navidad de la plaza del ayuntamiento.
De camino al restaurante Figlmüller pasamos por otro mercado, el de Am Hof, y por el famoso reloj Ankeruhr. Cuando llegamos al restaurante había bastante cola y como luego queríamos ir al Café Central a comprar algunos pasteles para llevar decidimos ir directamente a esta cafetería donde comimos y tomamos café acompañado de tarta.
Como punto final a nuestro viaje fuimos hasta la Volksoper (la Opera Popular) pasando por la Votivkirche (Iglesia Votiva), que parecía muy bonita desde fuera. Antes del viaje habíamos sacado entradas en la web de la Volksoper para ver la opereta König Karotte. Aunque las canciones y diálogos eran en alemán nos gustó la obra y estuvo muy entretenida.
Finalmente volvimos al hotel en metro.