Después de desayunar empezamos el dÍa visitando varias de las estaciones de metro de Estocolmo mas pintorescas. Hay estaciones que son una autentica obra de arte, y aunque alguna estaba en obras y deslucÍa un poco, es algo que hay que ver en esta ciudad. En internet tenéis un montón de información sobre el tema, para que no os las perdáis.
Esa mañana teníamos planeado realizar el crucero por el canal Real. Está incluido con la tarjeta, y aunque en principio pensábamos hacer el crucero por el archipiélago, este último era muy largo y pensamos que era demasiado para los niños. El que hicimos dura una hora, y está muy bien. Un agrabable paseo en barco panorámico con audio guía en la que te van explicando lo que vas viendo. Antes de montar en el barco había que ir a retirar los tickets, y como nos faltaba un buen rato para salir, dimos una vuelta y visitamos el parque Kungstradgarden, uno de los parques urbanos mas grandes de la ciudad, donde estaba comenzando un festival de música de colegios. Había niños cantando en el escenario y mucho ambiente para la hora que era. Después estuvimos callejeando por esta elegante zona de la ciudad, y pasamos por el Teatro Nacional.


Después del paseo en barco, fuimos a uno de los platos fuertes: el parque Skansen, en la isla Djurgarden. Cogimos el bus y nos plantamos allí en 20 minutos.
En esta isla se encuentran varios de los mas importantes museos de Estocolmo: el Vasa, el Nordiska (el museo nacional de la historia de Escandinavia, que no visitamos porque para los niños se hace muy pesado), el parque Junibacken, el museo ABBA, y el parque Skansen, entre otros. Una isla dedicada al ocio, festivales, un oasis verde donde muchos habitantes de la ciudad van los fines de semana a pasear y hacer deporte. En nuestro recorrido en barco, que rodea esta isla, pudimos dar fe de ello.
El Skansen es un parque temático sobre la vida tradicional sueca, con zoológico, acuario y otras cosas. Es una visita en la que toda la familia disfruta. Nosotros nos lo pasamos tan bien como los niños. Al principio encuentras recreado un pueblo o aldea sueca, con todas sus casas decoradas como hace un siglo, y dentro hay actores haciendo su papel, simplemente haciendo la vida que llevaban en esa época. Puedes hablar con ellos (en sueco o inglés, claro está) y está realmente muy bien hecho, parece que te has metido en una máquina del tiempo. Puedes meterte en todas las casas, fábricas… y curiosear. Luego también tiene zoo, con algunos animales que puedes ver en un zoo de España, pero también animales nórdicos que aquí difícilmente podríamos ver. El parque es enorme y estuvimos allí hasta bien entrada la tarde. Comimos dentro y al salir como teníamos hambre, pillamos unos perritos en un puesto en la salida.



Lo dicho, nos lo pasamos superbién. Como este era el segundo y último día que teníamos la Stockholm Pass, decidimos ir a otro de los sitios que teníamos apuntado: Skyview. Situado en lo alto del Erikson Globe ( un edificio con forma de esfera, enorme, donde se realizan conciertos, acontecimientos deportivos…) y es un mirador de 360 grados que teníamos ganas de ver. Pues bien, resulta que los fines de semana cierra antes, y cuando llegamos estaba cerrado.

Terminamos el día volviendo a pasear por allí, y de vuelta al hotel pillamos unas hamburguesas en un McDonald junto al hotel y nos las comimos arriba, después de ducharnos. Estabamos cansadísimos.