Después de nuestra visita a Cefalú, nos dirigimos a un pequeño pueblo de regusto medieval llamado Castelbuono.
El edificio más representativo de la villa es el Castello Ventimiglia, al que se accede subiendo una escalinata. Fue construido entre el año 1316 y el 1460. En el año 1454, recién terminada la primera etapa de construcción (las primeras dos plantas), el marqués Giovanni I de Ventimiglia trasladó todo el aparato administrativo y la corte del Marquesado desde Geraci, tradicional lugar de residencia de su familia, hasta Castelbuono. A partir de entonces el centro medieval fue evolucionando hasta convertirse en una villa renacentista. El castillo fue transformado en palacio señorial a finales del siglo XVI. Es uno de los mayores encantos del pueblo.

Tiene una torre adosada a cada lado, tres de planta cuadrada y una circular (por la fachada trasera). Esas torres sobresalen de la estructura principal, rasgo típico de la arquitectura normanda.
En el año 1819 Castelbuono, que ya el año anterior había sido sufrido las consecuencias de un terremoto que afectó todas las Madonías, fue el epicentro de un terremoto mayor, que afectó buena parte de la costa norte de Sicilia. A consecuencia de ello el castillo sufrió unos derrumbes que causaron la perdida de sus almenas y de parte de la torre circular.
En 1920 lo adquiere el Ayuntamiento con suscripción popular y se emprende la restauración.
Lo primero que nos encontramos es el patio exterior del castillo, una plaza en forma de ele, hoy llamada Piazza Castello, que rodea la fachada y la cara este del edificio.
Se accede a través de la bonita Porta di Sant'Anna que se halla al final de la Via Sant'Anna. La familia de los Ventimiglia custodiaba una reliquia de la abuela de Jesucristo (su calavera), conseguida en Tierra Santa durante las Cruzadas. Esta reliquia fue trasladada a Sicilia, desde Liguria (de donde procedían los Ventimiglia), en el año 1242 y custodiada en el Castillo Ventimiglia de Geraci, para ser después trasladada en este castillo en el año 1454. Actualmente se encuentra custodiada, al interior de una urna, en la capilla del castillo.
Antes esa plaza estaba rodeada por una muralla exterior.
A un lado de la plaza (mirando al castillo a la derecha) vemos una pequeña iglesia dedicada a la Asunción de la Virgen, la Chiesa dell'Annunziata, actualmente administrada por las hermanas del Instituto Figlie della Croce situado en el Viale Castello. Parece ser que alberga importantes obras de arte pero está cerrada por su deficiente estado de conservación.

Ahora el castillo es un Museo municipal, que nosotros sí visitamos. Lo que sí vemos y resulta bastante impresionante es la Capilla.
En 1615 Santa Ana fue declarada patrona de Castelbuono y, en la segunda mitad de ese siglo la capilla fue enteramente decorada por la mano de Giacomo Serpotta, el creador de las decoraciones del Oratorio de Santa Cita en Palermo.
Las decoraciones están inspiradas en la vida de Santa Ana. La cobertura de la capilla es de bóveda sin decoración, su color blanco. Eso hace que aún resalten más los magníficos decorados en color oro de las paredes.

Quizás puede ser un poco recargada pero es muy bonita. Custodia la urna de plata con la reliquia de santa Ana.
La Via Sant'Anna, casi una plaza alargada donde se halla el municipio, conecta el núcleo habitado con el castillo. Se trata de una de las calles más frecuentadas e importantes de Castelbuono. Santa Ana es la patrona de Castelbuono.

La Iglesia de San Francesco alberga en su interior el Mausoleo de los Ventimiglia.
En la calle principal encontramos la Fontana della Venere Ciprea (reconstruida en 1614) con Andrómeda arriba, Venus y Cupido en el nicho central y cuatro bajorrelieves con escenas mitológicas relacionadas con el tema del amor.

Después de la visita nos vamos a comer. Entre otras cosas, nos dan una deliciosa pasta, parecida a los macarrones pero más larga, con salsa de tomate y carne.
Unos gatos dan buena cuenta de lo que queda en los platos cuando nos marchamos (sin dar tiempo a que los camareros vengan a retirarlos).
Y entre bonitos paisajes nos dirigimos a nuestra siguiente parada.