Después de visitar el precioso pueblo de Patones de Arriba del que hablé en el correspondiente diario de "Madrid y sus Pueblos" nos vinimos a ver el Embalse de Atazar.

El embalse de El Atazar es el mayor de la Comunidad de Madrid, con una capacidad de 425,3 hm³, representa el 46 % del volumen embalsado de la región. Fue construido en 1972, siendo una de las obras más importantes durante la dictadura de Francisco Franco. Es el quinto embalse en el sentido de la corriente que se encuentra el río Lozoya a su paso y pertenece a la red del Canal de Isabel II.

La construcción de la presa de El Atazar responde al intento de satisfacer las necesidades de abastecimiento de agua de la población madrileña cuando, a finales de los años 50 se sufre un importante período de sequía que hace temer el agotamiento de las reservas. La construcción se inició en 1965 y se prolongaron hasta 1972, siendo éste el último embalse inaugurado por Francisco Franco. El diseño de la presa supuso un auténtico alarde técnico en la época, ya que fue de las primeras construidas en España con una bóveda de doble curvatura con una altura de 134 metros y una longitud de 484 metros en la coronación.


Desde nuestro punto, las vistas son espectaculares, un auténtico mirador del "Mar de Madrid" que es como se le conoce al embalse y alrededores.


Dentro del embalse se encuentra la Torre de Toma, que capta el agua del embalse a distinto nivel, seleccionando este según la situación del embalse, referida a la presencia de algas o sustancias no distribuidas homogéneamente, cuando el embalse se encuentra estratificado, o sencillamente para captar agua a menor temperatura en los meses cálidos.

La presa posee más de ocho kilómetros de galerías de inspección en su interior y en los cimientos y no fue hasta principios de la década de 1990 cuando se consiguió estabilizarla lo suficiente como para llegar a su llenado total. Hasta ese momento, nunca se había sobrepasado el 92 % de su capacidad.


En el mes de febrero de 1978 unas fuertes lluvias hacen que el embalse suba hasta quedar poco más de 1 metro para alcanzar el rebosadero. Se procedió a la reparación de la fisura por un procedimiento laborioso, que requirió, entre otras cosas, la intervención de buceadores trabajando a cerca de 100 metros de profundidad, y el uso de más de 88 000 kg de resinas.


Otro de los alicientes de la zona es el elevado número de rutas existentes para practicar el senderismo y por supuesto la visita a varios pueblos como el ya mencionado anteriormente Patones de Arriba, El Berrueco, Sieteiglesias, Buitrago de Lozoya, etc...Todos ellos los conozco y merecen la pena una visita.


Y hasta aquí nuestra breve visita a uno de los lugares más bonitos y emblemáticos de la Comunidad de Madrid. Como nos pillaba de paso, no queríamos dejar de verlo
