Nos levantamos temprano, muy ilusionados. Hoy íbamos a el sitio que mas ilusión nos hacia visitar de todo el viaje, el Gran Canyon!!!
Desayunamos en el hotel, cargamos nuestra neverita con hielo y en marcha. Pero antes paramos a echar gasolina en Williams porque nos habían advertido que cuanto más cerca de el Gran Canyon más cara la gasolina. En una hora y poco estábamos comprando el anual pass que vale 80$. Merece la pena si vas a entrar en más de 2 parques nacionales, nosotros estuvimos en 7, por lo que lo amortizamos de sobra. Vale para 2 coches, por lo que nosotros a la vuelta del viaje se lo vendimos a unos chicos.
Fuimos directos al parking que hay junto al centro de visitantes. Nos tocó esperar unos minutitos porque aún no habían abierto. Aun así, había cola para que te explicaran los mejores miradores y esas cosas, no me imagino lo que tiene que ser esto en temporada alta.
Nada más salir fuimos directos a Mather Point a descubrir por primera vez el Grand Canyon. Y no nos decepcionó, es difícil describir los colores, el tamaño, la profundidad. Estábamos como niños yendo de un lado a otro haciéndonos fotos desde todos los ángulos posibles.



Después del incidente nos fuimos directos a coger la línea azul de los autobuses del parque hasta la conexión con la línea roja. Los mejores miradores son los de esta línea. Donde empieza la línea roja también se puede aparcar, pero como el trayecto de esta línea solo se puede hacer en autobús (de marzo a noviembre), preferimos no mover el coche.
Una vez en el autobús fuimos bajando en todas las paradas. Como hacia muy buen día fuimos andando alguno de los trayectos entre paradas porque se disfruta mucho mas y te encuentras zonas sin nadie. No como en los miradores que suele haber bastante gente. Aprovechamos para comer unos bocadillos en Mohave Point y de allí nos dimos la vuelta. Hay que tener en cuenta que el autobús no para a la vuelta en todas las paradas.

Cogimos el coche y tomamos la desert view drive. Fuimos parando en varios miradores, que son muy distintos a los de la línea roja. En uno que si no recuerdo mal fue Lipan Point, nos paramos a ver atardecer.


Esa noche nos alojaríamos en The View, el hotel más caro de todo el viaje (180€), pero si os lo podéis permitir, merece la pena. Las habitaciones están muy bien, y las vistas desde la terraza enamoran. Si se te va de precio hay habitaciones con vistas al aparcamiento más baratas, y luego puedes ver el amanecer desde una de las terrazas comunes del hotel. Llegamos a las 19:45 pero en Utah en estas fechas es una hora más que en Arizona, por lo que eran las 20:45 y en recepción nos indicaron que el restaurante del hotel ya no aceptaban pedidos.
