Tras la noche en Zafra, nuestro siguiente alojamiento serían 3 noches en un pueblo cercano a la costa (pero en el interior) cerca de Luz de Tavira, en una zona de casas/chalets, donde aparcábamos en el mismo patio de nuestros anfitriones (pues reservamos a través de Airbnb). Era una casa pequeña, tipo estudio por dentro, pero con todo lo necesario.
No obstante, antes de seguir avanzando hacia el sur, dimos un nuevo paseo por Zafra, para disfrutarla con otra luz y un poco más a fondo.


A la hora de organizar el viaje sopesamos probar la tirolina transfronteriza de Ayamonte, pero finalmente no nos resultaba óptimo, por lo que lo dejamos pendiente.
Tengo que decir que la información del foro fue súper útil a la hora de resolver las dudas sobre peajes y circulación en general por las carreteras portuguesas, por lo que, y dado que ya han pasado unos años desde mi viaje y la legislación puede haber cambiado, os remito a los hilos sobre el tema. Los compañeros siempre están dispuestos a ayudar.
Así, cruzamos directamente a Castro Marim para ver su castillo. Aparcamos en una zona baja y subimos andando bajo un sol de justicia. No queda mucho, pero dado que nos pillaba de paso, mereció la pena estirar la espalda y las piernas tras el viaje así. (Eso sí, no hicimos foto
Proseguimos luego hasta Vila Real de Santo António, pequeña villa costera que por ser todavía 30 de junio, estaba lo suficientemente tranquila y resultó muy agradable de pasear y fotografiar. Admiramos su céntrica iglesia, curioseamos los barcos en el puerto y las tiendas para turistas en busca de toallas


La última parada del alojamiento fue Cacelha Velha, con unas bonitas vistas al mar y donde, además se celebraba una feria de productos artesanales de la zona por lo que, dado que ya estaba atardeciendo, comenzamos a degustar los buenísimos y variados dulces de la zona y nos acercamos a contemplar el mar.
